PROTEGIDO ( Ziam)

no estuvo mal

Jadeo al notar el tamaño de aquel miembro, está demasiado nervioso, nunca a hecho sexo oral, además de estar preocupado, Liam tiene sexo con toda la prisión, puede tener algo y ese algo ahora estará en su boca.

Temeroso lo tomo con su mano derecha, nunca había tenido un miembro tan cerca, no solo era grande, pequeñas venas violetas lo decoraba, se sorprendió aún más, ya que el olor no era tan desagradable, la piel de Liam no olía amargo nisiquiera tenia un olor a pescado cómo llego a escuchar, el aroma a tabaco tierroso era delicioso, nunca se había tomado el tiempo de admirar algún miembro, nisiquiera el suyo, así que ver de tan cerca uno, es realmente sorprendente.

— Date prisa—

Sin reprochar, bajo su mano, saliendo disparada aquella punta en forma de champiñon, en verdad estaba sorprendido, es brillante y totalmente rojiza, no se ve sucia como pensó, tal vez sea por qué Liam siempre toma baños antes de dormir, incluso puede sentir el aroma a jabón. Subió la mirada, observo ese rostro intimidante, noto en aquellos ojos avellana un destello de exitacion, acto que envío un escalofrío a su cuerpo.

Sintió una mano en su cabello junto a unos ojos penetrantes.

— No dejes de mirarme—

Tarareo en respuesta positiva como pudo antes de que fuera sometido para adentrar el miembro a su cavidad bucal.

Llevo su mano a la base de el miembro, bajando está sintiendo la cabeza en su garganta y las lágrimas acumularse en sus ojos, tendría que ser cuidadoso, no quiere hacer algo malo y pagar con una fuerte bofetada.

— comienza...—

Hizo lo pedido bajando  y subiendo, sus labios estirándose alrededor de esa carne de forma obscena, la mano en su cabeza comenzó a guiarlo, tomando su cabello sin dolor.

Poco a poco encontró un ritmo, mientras era penetrado por aquel miembro sabor tabaco, era tan satisfactoria la sensación de tener un miembro dentro de su boca, suave, carnoso y jugoso, comenzó a gustarle y eso provoco problemas bajo sus pantalones

Sus labios comenzaron a arder pero escucho un gruñido gustoso que lo hizo sonreír aún teniendo un miembro dentro, ese grave sonido que proviene de los labios de Liam, lo estaba haciendo bien, y lo mejor de todo, es que comenzaba a gustarle. Aumento el ritmo, a uno frenetico escuchando más gruñidos algo que creo un ronroneo en su cuerpo, las vibraciones de este sobre el miembro de Liam, fueron tan fuertes que el mencionado sujeto con fuerza el cabello húmedo por unas cuantas gotas de sudor, causando dolor de inmediato al jalar de el.

—Esa boquita hace maravillas...—

Las palabras de Liam lo hicieron sonreír, aún teniendo ese enorme miembro, por qué después de todo no es una mierda en el sexo oral, teniendo un extraña sensación de querer complacer a su verdugo, succionó con fuerza, ganando los ojos más oscuros y lujuriosos que jamás a visto sumando un fuerte jalón de cabello, el dolor en su cabeza no era negativo, de hecho le gusta, es ese satisfactorio dolor que te hace jadear cada vez mas, un gran jalon en su cabello lo hizo separar de golpe, dejando a la vista hilos de saliva que conectaban sus labios  con la punta del miembro rojizo.

Espero unos momentos, dónde Liam miraba sus ojos de forma hambrienta, antes de sentir la  mano que sujetaba su cabello intensificarse.

— manos atrás, voy a follar tu boquita de princesa... —

La voz de Liam era grave y pastosa, le gusto, era asombroso todo lo que el estaba provocando en ese cuerpo lleno de testosterona y musculos.

Paso grueso sintiendo el sabor tierroso antes de hacer lo pedido, tomando una gran bocada de aire, adentro el miembro a su boca, cerro los ojos unos segundos antes de abrirlos y conectar su mirada rota con una totalmente lujuriosa, el dolor en sus rodillas desapareció cuando recibió la primera estocada, siendo está totalmente brusca y fuerte, apretó los labios antes de comenzar con las estocadas, ya hace tiempo dejaron de ser solo embestidas, el aire en sus pulmones comenzó a soltarlo poco a poco mientras escondía sus dientes y ahueca sus mejillas.

En medio de todo ese acto brusco, sintió un sabor nuevo, algo caliente y denso ahora se encontraba sobre su lengua, su mandíbula dolió y el sabor nuevo se expande cada vez más, Liam estaba follando su boca sin control.

Su cabeza no dejaba de doler por la fuerza ejercida en sus cabello mientras que sus labios comenzaron a sangrar, debido a la gran estirada, aún así no quiso detenerse, no solo por que era demasiado tarde, si no por qué le gustaba, le encantaba esa sensación de dolor y satisfacción en su cuerpo y su miembro sentía las consecuencias.

Su vista se nublo por las lágrimas que habían comenzado a derramar pero aún así logro apreciar aquellos ojos oscuros, totalmente inundados en lujuria.

— Maldita princesita.... Joder tu boca es... —

Entonces su garganta se abrió, la estocada fue tan profunda que su nariz tocó aquel vello púbico que comenzaba a crecer logro sentir el aroma terroso de ese pelvis, fue tan rápido que destruyó su garganta, esa simple estocada abrió paso a las demas igual de profundas.

— abre tu garganta.... Hazlo—

Era complicado pero logro hacerlo, no podía negarse a sentir el cosquilleo de náuseas, aún que le gusto, ese impulso de querer devolver todo, era recompensado al sentir el sabor terroso, que es sumamente delicioso.

Le facina todo lo que esta sintiendo en su boca, así que en forma de agradecimiento ahueco sus mejillas antes de succionar, soltando un poco más de semilla en su lengua.

Las estocadas no se detuvieron y cada vez eran más profundas al punto de sentir la cabeza esponjosa en su campanilla, dando leves golpes sobre el glande, sus piernas no podían más, el dolor ya no lo soportaba, así que sin previo aviso comenzó a succionar al ritmo de las estocadas.

— Tragaras... Todo ¿entendido?—

Asintio a duras penas por aquellas palabras,  la mano en su cabello se detuvo solo para dar una fuerte estocada, tan profunda que escucho su mandíbula crujir, sintió el líquido pegostioso llegar al fondo de su garganta, trago y trago hasta que comenzó ahogarse, logro sentir como Liam salía de el, cayo al suelo cuando sus rodillas ya no soportaron más.

— ¿Uhm? No estuvo tan mal—

Abrió sus ojos a dirección de su verdugo, se veía tan atractivo, con respiración agitada, labios rojizos y sus ojos tan inundados en lujuria y placer.

Por otro lado Liam aprecio aquel rostro adorable; ojos totalmente llorosos y húmedos, labios rojos debido a la sangre, hinchados y brillosos, cabellos  revueltos, mejillas rojizas y húmedas, tan caliente que fácilmente tendría otra erección si no tuviera su pene punzando.

Zain respiro profundo antes de colocarse de pie, sintiendo sus piernas tambalear debido a el tiempo estando en rodillas.

Fue entonces que sintió unos brazos alrededor de su cintura, Liam lo atrajo a su cuerpo de forma rápida, Zain no hizo nada para negarse, se encontraba demasiado cansado y adolorido.

— Veo veo no es asi-—

Bajo la mirada sintiendo su miembro punzar hasta más no poder, no sabe cómo es que está erecto.

— Eres toda una puta caliente, pero yo no voy a solucionar eso—

Lanzo a el pobre chico lejos de el, cayendo a el suelo de inmediato.

— Haz algo y no gimas que me da asco—

Abrió sus mantas solo para entrar en ellas, no sin antes subir sus boxers, acomodo su almohada, simplemente para dormir.

— Liam... Liam—

— No haré nada, no eres importante como para tenerme entre tus piernas—