almorzar

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El agua caía sobre su cabeza retirando cualquier rastro de jabón, podía sentir la mirada de aquel hombre mayor, sin embargo no dijo nada, solo se limito a limpiar su cuerpo, sintiendo su piel arder debido a el roce de las telas sobre su piel en la hora de dormir.

— mirame—

Al escuchar la orden levanto la vista, tiene tanto miedo, no quiere que lo tome ahí, frente a esos cerdos obscenos. No espero demasíado cuando esos labios se estamparon a los suyos, la lengua del mayor no tardó en entrar a su boca, demandando ese interior como suyo.

Payne va obedecer la regla de Styles, cuidar a el niño de todos, excepto de el ,será tan divertido, besar y juguetar con ese cuerpo de piel morena tan perfecto, por qué lo era, el niño tenía lo suyo, sin cicatrices pero lleno de pequeños lunares color chocolate. Claro que Liam había estado observando todo el desnudo cuerpo frente a el, húmedo y humeante debido a el agua caliente, nunca había visto un cuerpo tan... ¿Entero? Y es que estaba limpio de pies a cabeza. Payne está acostumbrado a mirar cuerpos gastados, con marcas por donquier y tinta en garabatos, además de las diferentes decoloraciones de la piel.

Pero cuando miro a el chico totalmente desnudo y limpio, decidió de inmediato cubrir ese cuerpo, nadie podía mirar tremendo manjar, era suyo, al menos hasta que se cumplan los dos años.

Al separarse del beso, observo los ojos cerrados del niño, mientras el cuerpo temblaba.

— Date prisa, el agua caliente no dura mucho—

Zayn salio de la ducha, se vistió lo más rápido que pudo, al igual que Liam lo hizo. Tomo la mano del mayor de nuevo, comenzando a caminar por los húmedos pasillos de esa prisión, bajo la mirada pesada de reos y oficiales.

— No te quiero lejos—

El menor asintio caminando a la fila de la comida, se pregunta por qué el mayor no se forma, aún así camino, sintiendo como reos tras el, tocaban su trasero de manera asquerosa mientras hacía fila. Cuando llegó su turno solo colocó su charola en esa sucia mesa.

— ¡Hola! ¿Eres el nuevo verdad?— El hombre que servía la comida lo había saludado, este siendo amable. Frunció el ceño a su comportamiento sin embargo asintio.

— Soy Louis, si necesitas ayuda o algo así, yo estoy aqui—

El hombre mantenía una sonrisa tranquilizadora, con ojos azules totalmente brillosos y pómulos rojizos, alguien demasiado atractivo si se lo preguntan.

— gracias —

Camino de nuevo a la mesa donde se encontraba su verdugo, no quería alejarse de el, debido a el miedo y pánico de ser golpeado por otros. Cuando se sento miro su comida y luego la de Payne, notando que este comería estofado de cerdo y el solo atún con.... Quien sabe que sea la masa gelatinosa en su plato. Quería preguntar, pero recordó que no puede, Liam se lo había prohibido.

— Steven— escucho a su verdugo gruñir, entonces levanto la vista, observando a el mismo chico de cabello teñido que miro salir de la celda la noche de ayer.

— me contaron que tienes alguien nuevo— Exclamó subiendo a el regazo del hombre, este gruño en desacuerdo, debería estar concentrado, cuidando de el niño para su propio bienestar.

— ¡vaya los chismes vuelan!— Exclamó levantando sus brazos totalmente exagerados. Zain subió la mirada, observando a el sexy hombre hablar con ese flacucho.

— ¿no vas a presentarme?—

— No—

Gruño quitando las manos de su cuello.

— oye quería hablar contigo, ya sabes... Lo que no terminamos anoche...— hablo muy fuerte, llamando la atención de todos, incluso la del pequeño chico que se encontraba escuchando todo.

— No puedo hoy—

— ¿Por qué? Si te encanta lo que y...—

— No puedo Hoy, tengo cosas que hacer— gruño quitando por completo a el chico de su cuerpo, cayendo este a el suelo.

— ¡ahg! Aburrido— gruño colocandose de pie con molestia antes de marcharse, moviendo sus caderas exageradamente.

— ¿Que me miras?—

Zain subió sus hombros bajando la mirada a su comida, comenzando a comer su ensalada, no comería atún, es alérgico a este.

— Te comes todo si quieres dormir hoy en la celda— Gruño observando que el chico solo comía su ensalada.
Zain lo pensó unos segundos, no quería quedarse fuera, pero tampoco quería morir de alergia.

— Soy alérgico a el atún...— Murmuro apenas audible para el mayor, quien abrió sus ojos indignado.

— ¿Me estás jodiendo?—

Negó.

El mayor pareció pensarlo, hasta que tomo su propio plato y tenedor.

— jodida princesa, coloca tu puto plato— gruño vertiendo un poco de comida sobre este.

Zain sabe que nadie es amable en ese lugar, que si lo son debes pagar y sabe perfectamente con que debe hacerlo.

— Gracias Liam—

— Como sea, tragate eso sí quieres dormir en la celda—

Comió en silencio, tiene tantas preguntas las cuales no puede preguntar debido a lo dicho anteriormente por Liam.

— oye... Liam—

Llamo al sentir una terrible mirada, esas miradas hambrientas que hacían de su estómago revoltijos.

— ¿Que quieres?—

Inconscientemente se acerco más a el hombre.

— El hombre.... De la regadera... El me mira feo — Bajo la mirada al sentirse avergonzado.

— y ¿a mi que? No te está tocando, así que cierra la boca—

Zain soltó un fuerte suspiro, no quería estar ahí, es horrible, lo miran como si fuera un pedazo de carne, las mantas arden, la comida es una mierda y un loco lo besa cada que quiere.

Miro a dirección de la fuerte mirada, conectando con esta, un escalofrío recorrío todo su cuerpo, esos ojos eran vacíos, demostrando solo lujuria y hambre, hambre de probarlo. El hombre frente a el hizo señas con su mano derecha, simulando la masturbación masculina.

Con el miedo a el tope fue tomado del brazo con fuerza, antes de ser arrastrado con bruzquedad.

— ¡Auch! ¡Duele! ¡Duele!—

Comenzó a gritar sintiendo aquella mano hundirse en su suave piel, causando dolor al igual que ardor. Con pasos torpes subió las escaleras, mirando la ancha espalda de su verdugo.

— ¡¿Por qué mierda lo miras?! ¡Te ordene que no lo hicieras!—

Entonces fue lanzado con fuerza a el suelo cuando entraron a su celda. Su cuerpo comenzó a temblar sin piedad al mirar como aquel hombre se encontraba lleno de molestia.

— lo lamento..... Lo lamento —

Pidió antes de comenzar a retroceder, aún sobre el suelo.

— ¡¿Quieres que el te folle?! ¡Maldita perra! ¡Por qué puedo irte a entregar!—

— No, no, no... Quiero... Quiero estar aquí—

PROTEGIDO ( Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora