¿que hiciste?

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Liam bajaba cada vez más los besos hasta que aquellos fueron interrumpidos por una áspera tela.

—Quitare esto— tomo los bordes del suéter dispuesto a quitarlo, pero Zain lo detuvo tomando sus manos.

— No... No Liam—

Entonces el reo frunció el ceño, el queria volver a probar esa piel morena, morder esos muslos regordetes que tanto lo hacen salivar. Sentir a Zain, a su princesa hermosa.

— ¿Que? No, quiero probarte— intento de nuevo quitar la ropa, pero Zain negó, sin mirar a Liam.

El reo suspiro molesto, alejando sus manos, Zain no quiere y el no puede hacer nada, pero tampoco pueden tener sexo con ropa.

— ¿Para que mierda me calientas? — colocó cada brazo en los costados de la cabeza de Zain, mirando seriamente a el moreno.

— yo... Uhm...—

Al tartamudeo que recibió Liam en respuesta, su cabeza le hizo una mala jugada "Zain había tenido sexo con alguien más y estaba marcado" la furia creció en su pecho oscureciendo sus ojos y sus labios entre abrirse.

Con celos asesinos y músculos crecer, tiro del desgastado suéter, dejando desnudo el dorso de Zain...

— Yo... Puedo explicarlo—

—¿Que hiciste, Zain?—

Parpadeo una ves más, era real lo que miraba, ese cuerpo caneloso y chonchito ahora estaba ahí, totalmente delgado.

— No, no, no— Exclamó con rapidez. Quitó lo que resta del overol, observando esos muslos jugosos que tanto adora morder.

Miro de arriba abajo ese cuerpo caneloso, con falta de masa muscular y sin color.

— yo... Lo siento, lo siento tanto pero es...—

— ¡esos hijos de perra! ¡Dime quién mierda no te dió de comer! Le arrancaré la cabeza a el culpable. Creeme princesa, le arrancaré hasta el último diente— con furia al tope y sin despegar la vista de Zain... Lo abrazo, no le da asco, el no quiere a el moreno solo por su cuerpo.

— No Liam... No fueron ellos—

Entonces el reo se alejo, mirando que el rostro de Zain se encontraba pálido y con bolsas violetas bajo sus ojos.

— Yo perdí el apetito y el sueño. Me preocupe demasiado por ti, me dijieron que estabas muerto, dependo de ti, si estabas muerto... Yo también —

Liam se quedó estático, mirando todo ese cuerpo en mal estado.

— ¡Mierda Zain! ¿Eso significa que no fuiste con el médico?, ¡tenías que ir idiota! Has tenido mareos por culpa de la puta mala alimentación y luego decides dejarte morir— grito con molestia sin dejar de mirar ese cuerpo.
Zain comenzó a sollozar, sabía que Liam se molestaría, pero por su estúpida cabeza aún paso la idea de que el reo lo abrazara y dijera que todo estaría bien.

— Es que... Yo no puedo sin ti—sollozo limpiando las lágrimas de manera lenta y temblorosa.

— Si ya lo noté. Voy a castigarte, ¡mírate nada más!—exclamo mirando con ojos tristes esos muslos ahora flacuchos.

— ¡Se que me veo feo!— grito en desesperación cubriendo su cuerpo con sus manos.

Liam negó, tomando esas manos, quitando estás de el cuerpo pálido.

— No, no Zain. Tu nunca serás feo— Murmuro subiendo la mirada a los ojos cristalinos del moreno.

— Es que... ¡Mierda! ¿Sabes que si te mueres yo me volvería loco? Lo sabes ¿verdad idiota?—

Zain nego sollozando más fuerte.

— ya...estás loco—murmuro ganando esos ojos asesinos.

— No princesa, tu no sabes lo mucho que puedo enloquecer—

El cuerpo entero de Zain, tembló  dando inicio a el temor.

— Lo lamento... Pero es que si tú no estás conmigo... Ya no tiene sentido que este aqui— Sin dejar de llorar intento tomar las manos de Liam que se encontraban en cada costado de su cabeza, pero el reo negó, alejándose por completo, saliendo de la cama solo para mirarlo.

— vístete, nos iremos a la enfermería. A.HO.RA—

Zain se sintió tan mal, ver a Liam pasar sus ojos una y otra vez por su cuerpo lo llenaba de pensamientos negativos.

— Te doy asco ¿Verdad?—

Obtuvo como respuesta, una risa ronca.

— ¿Asco? No princesa, no es asco, me... Me preocupa cómo estás—

Zain sabe que no miente, Liam siempre se a preocupado por el, aún cuando no eran nada.

— ¿te importo de verdad?—

El reo lo observo unos segundos en silencio, antes de dar media vuelta, llendo por su chaqueta.

— Solo date prisa Zain—

•••

— La falta de alimento tiene demasiadas consecuencias Zain. No debiste dejar la alimentación "Sana"—

El moreno subió la mirada a el Doctor, se encontraba sobre la camilla, siendo revisado por este mientras Liam se encontraba en una esquina sin decir absolutamente nada, sabe que está molesto, que el reo jamás le perdonará el hecho de poner su salud en juego.

— Solo fue una semana—

El doctor hizo una mueca, una semana y Zain estuvo apunto de tener anemia.

— No tenemos vitaminas, pero debes seguir comiendo vegetales, tomar agua y por favor zain, debes dormir —

El moreno asintio a todo lo dicho por el doctor, quien salió un momento de la enfermería, dejando totalmente solos a Liam y Zain.

— ¿puedes perdonarme?— Murmuro Zain, mirando aquella oscura esquina, no podía ver a Liam debido a la luz tenue, pero sabe que está ahí.

— aún no entiendo por qué lo hiciste—

La ronca voz de la esquina lo hizo temblar, sabe que Liam es alguien intimidante.

— Yo no tenía... Energía Liam... Yo en verdad te amo —

Entonces el reo salió de su escondite, esa oscuridad que lo cubría lo dejo al descubierto. Uniforme naranja, brazos al descubierto, dejando esos músculos llenos de tinta, visibles, rostro sereno y esas botas militares.

— No quiero que por amarme termines siendo solo un saco de huesos— gruño comenzando a caminar, las fuertes pisadas hacían retumbar la enfermería. Al estar frente a Zain, tomo la suave barbilla con su dedo índice y pulgar, obligando así, a qué el moreno lo mirase.

— está no será la primera vez que alguien me llene de plomo. Princesa quiero que seas conciente de lo peligroso que es esto, que en cualquier momento puedo irme y jamás regresar—

Al terminar de hablar, Zain estallo en un llanto silencioso.

— Debes prometer, que si me lleva la puta huesuda. Tu no dejaras de ser esa princesa coqueta de la cual  me enamore —

lo prometo... Liam... Lo prometo—

PROTEGIDO ( Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora