Solo

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Zain había hecho exactamente lo mismo los próximos tres días, actuando "normal" sin ostigar a Liam, quien reacciona bien y sin ningún tipo de inconveniente.

Ahora se encontraba en la cocina, hablando con Louis acerca de sus regalos de navidad.

— Cada año, vine aquí un familiar de cada reo. Claro... Los que aún tienen familia—

Entonces Zain frunció el ceño mientras una nueva duda crece en su cabeza.

— ¿A venido alguien... De Liam?—

Louis solo negó en un suspiro.

— No, Payne siempre se encierra en el gimnasio justo ese día. Los reos que no tienen familia, son solo dejados en su celda—

Zain a notado que Liam pocas veces va a el gimnasio, regularmente está encerrado en la oficina con el Sargento Styles planeando asesinatos.

— Pero.... El no va mucho al gimnasio ¿Por qué ese sería su lugar para esconderse?—

Louis pareció pensarlo al igual que el.

— Payne es un adicto a el ejercicio, pero va pocas veces al gimnasio.... Desde que tú llegaste. Antes no podías sacarlo de ahí, de hecho llegó a entrenar una noche entera—

Zain se sorprendió, es tan molesto que Liam ya no tiene tiempo de ir al gimnasio por cuidar de el.

— Creo que el gimnasio es donde va cuando se siente solo, por qué desde que tú llegaste, ya no lo está mas—

Zain asintio a lo dicho por su amigo. Tal vez sea eso y no por qué es molesto... O ¿Si?.

— Eso tiene sentido. Los días que no llega a la celda, esta en el gimnasio —

El gimnasio es un luga importante para Liam, pero Zain no va a permitir que su protector vaya a ese lugar, ya no está solo.

— El día de navidad estaré con el, voy a preparar galletas de jengibre—

Sonrió orgulloso de su idea antes de que escucharan un par de toques en la barra de comida. Ambos miraron a esa dirección notando a Liam, con su rostro sereno y puños cubiertos con bandas.

— Oh, debo irme lou—

Al salir de la cocina, camino feliz a dónde se encontraba su protector, notando su estado, con sudor escurriendo de su frente, manos bendadas y ropa mal hecha.

— camina—

Tomo la gran mano antes de comenzar a caminar a un lado de el, se siente triste, no recibe un besito desde la mañana y ahora el se ve como si hubiera ido a...

—¿Fuiste al gimnasio?—

— Si—

Paso grueso a la confirmación, no debería ir ¿por qué Liam fue a ese lugar?

— ¿Fuiste por qué estás solo?—

Liam no contesto, solo se dirigió a su celda aún tomando la mano de Zain.

— No estás solo...—

— ¡Si lo estoy!—

Entonces el cuerpecillo fue lanzado a la celda con bruzquedad, antes de que la puerta fuera cerrada de igual forma.

— ¡oye! ¡¿Por qué estás molesto?!—

—¡¿Ahora te importa?!— Exclamó con tanta molestia que rompería mil huesos. Zain solo frunció el ceño.

— ¿Que? Claro que me importa, Liam, me importa lo que pase contigo —

Liam negó abriendo sus brazos con sarcasmo antes de gritar — ¡Me jodes ahora las pelotas!—

Zain negó, comenzando a sentir sus ojos picar, ¿Había hecho algo malo? El solo quería complacer a Liam, que no se molestase con el.

— ¡No se que putas te pasa! ¡Te has portado como la mierda! ¡Y no me gusta!— Exclamó bastante cabreado. Sintió un sentimiento incómodo al no recibir más mimos, palabras lindas y esa mierda cursi por parte de zain, algo desagradable que no quiere volver a sentir.

— ¿Que? No, no, solo hago lo que tú querias— dijo entre lágrimas, no quiere seguir así, no quiere que Liam esté molesto con el.

—¡¿Lo que yo quiero?!—

— Dijiste.... Que no te gustaba lo meloso que era... Mi voz... Mis mimos... Mi manera de comportarme contigo.... Así que solo hice lo que querias— Murmuro entre sollozos, no logro controlar sus lágrimas, había sentido horrible el desprecio de Liam.

— No... Yo.... ¡Mierda! No Zain, yo.. no estoy acostumbrado a esa mierda cursi, pero tú... Eres un maldito caramelo, vienes y estás conmigo...— intento explicar, fallando en el intento. Es tan difícil explicar lo que le pasa.

Así que solo soltó un suspiro, acercandose a Zain, mirando ese rostro rojizo debido a las lágrimas.

— Ya no cambies.... Ya no lo hagas, por qué tú mierda cursi es.... Algo cotidiano, algo que necesito para..—

— No sentirte solo—

Murmuro Zain, recibiendo solo un leve asentimiento, entonces lloro más lanzandose a el cuerpo de Liam, abrazando con fuerza ese dorso musculoso.

— No estarás solo... No, si yo estoy contigo—

El resto del día Zain se encargo de besar a Liam de todas las formas posibles, demostrando lo importante que es para el.

— No quiero que vuelvas a el gimnasio — Murmuro frotando su nariz en la mejilla de Liam.

— Puedes ir conmigo —

Entonces Zain dió un brinco en el regazo de Liam, con una gran sonrisa.

— ¡Si! ¡Quiero verte entrenar!—

El "gimnasio"  se trata de una habitación de concreto, con dos maltratados sacos de boxeo, cubetas de plástico llenas de concreto con un tubo de metal, simulando pesas.

— Podemos follar ahí—

— Podemos hacerlo—

Liam había hablado con Zain, acerca de sus mimos, palabras lindas y esas cosas. No le molestan, solo lo desesperan cuando es constante, el moreno prometió tener distancia, no hacerlo muy seguido, pero no dejar de hacerlo. Los dos se sienten cómodos recibiendo pequeñas muestras de amor, aún que solo sean por parte de Zain.

El moreno está seguro que pronto recibirá besitos de Liam.

Mientras espera aquello.

El se encargará de llenar de amor a ese hombre musculoso y peligroso que solo gruñe y lanza golpes.

— ¿puedo darte un besito?

— Quieres que te abra el culo ¿verdad?—

PROTEGIDO ( Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora