Avengers OneShots II

Celos de hermanos (Pietro y Wanda)

Prólogo: Eres la hermana menor de los Maximoff, y ambos son muy sobreprotectores contigo.

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Tu relación con Bucky se había mantenido en secreto a la perfección por los últimos seis meses. Y el hecho de que Wanda no pudiera leer las mentes de sus propios hermanos, era un alivio porque aún no te sentías preparada para decirles.

Ser la hermana menor de los Maximoff tenía sus ventajas, como también sus desventajas. Ambos eran muy sobreprotectores contigo, más aún después de que dejaron a Ultron y se fueron a vivir a la Torre cuando ya Pietro se había recuperado.

Intentaste salir con gente y tener citas, pero los dos de alguna u otra forma terminaban arruinándolas o espantando a las personas con quienes salías. Ya después de un tiempo te rendiste, y es ahí cuando Bucky y tú se empezaron a acercar.

Él siempre se sintió atraído hacia ti, pero nunca quiso decir nada por miedo a que tal vez no sintieras lo mismo de vuelta. Y para su sorpresa, resultó ser que sí.

Así empezaron su relación, y ya llevaban seis meses saliendo a escondidas de todos, excepto de Nat que lo descubrió sola, además de que es tu mejor amiga. Y por supuesto Steve.

Un día, estabas tranquila en tu habitación, sentada en tu cama con la espalda apoyada en el respaldo tras de ti, leyendo un libro que Bucky te había regalado. Cuando tu puerta se abrió, y tus hermanos entraron por ella, cerrándola tras de ellos y los dos se sentaron frente a ti en la cama.

–T/N T/S/N Maximoff. ¿Me puedes explicar qué hacías anoche en la habitación de Barnes?–Te preguntó Pietro, completamente serio.

Pietro era el más celoso en cuanto a ustedes, además, odiaba pensar que tal vez podría venir alguien y lastimarlas. Ustedes también eran celosas con él, pero Pietro les ganaba a las dos.

–¿Disculpa?–Preguntaste sorprendida, dejando el libro a un lado.

–Anoche te vi saliendo de la habitación de Bucky muy tarde. ¿Hay algo que te gustaría compartir con nosotros, linda?–Te dijo Wanda más calmada que Pietro, ofreciéndote una tierna sonrisa.–Somos tus hermanos, sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea.–

Parecía el típico interrogatorio con el policía bueno y el policía malo.

–¿Acaso estás saliendo con él? ¿Es eso? ¿Están saliendo?–Pietro parecía que en cualquier momento salía corriendo a asesinar al pobre soldado que en ese momento se encontraba en una misión.

–Ch-chicos... yo—

–T/N... solo dinos la verdad, te prometo que no nos vamos a enojar.–Wanda tomó tu mano en la della, dándole un gentil apretón.

Lanzaste una rápida mirada a Pietro que tenía el ceño fruncido, y después volvió al rostro de Wanda.

–Pietro, prométele que no te vas a enojar.–Se volteó hacia el otro, con expresión seria sin quitar su mano de la tuya.

–¡Pero si no estoy enojado! ¡Estoy calmado y no me voy a molestar! Solo quiero saber con quien mi hermanita—Wanda arqueó una ceja, viéndolo seriamente. Pietro soltó un suspiro, y tomó tu otra mano en la de él.–Bien... no me voy a enojar.

–B-bueno yo... B-bucky y yo sí estamos saliendo...–Murmuraste viendo hacia abajo, quitando tus manos de las suyas.

–¡JA! ¡LO SABÍA!–Pietro se levantó abruptamente de la cama, para luego volver a sentarse.–Lo siento.

–¿Hace cuanto que están juntos, linda?–Te preguntó Wanda con dulzura.

Tu solo desviaste la mirada, jugando nerviosa con tus manos y sin querer verles a los ojos.

–T/N, ¿cuánto tiempo? ¿es mucho?–Ahora Pietro estaba realmente intrigado.

–Seis meses...–Murmuraste sin levantar la vista.

–¡¿SEIS MESES?! ¡¿LLEVAS ESCONDIENDO ESTO DE NOSOTROS POR SEIS MESES?!–Preguntó Pietro indignado al oír tu respuesta.

–¡Es que tenía miedo no lo aprobaran! Durante mucho tiempo intenté conocer gente y tener citas, pero ustedes constantemente las estaban arruinando y al final me terminaba quedando sola. Pero cuando Bucky y yo nos comenzamos a acercar, realmente me sentí bien... y no quería que las cosas con él se arruinaran...–Seguías jugando con tus manos, mientras los hermanos compartieron una rápida mirada de preocupación, para después acercarse a ti.

Pietro pasó su brazo derecho por tu hombros para atraerte hacia él y abrazarte, dejando un beso en tu cabeza. Mientras Wanda se acurrucaba a tu lado, también abrazándote.

–Lo siento tanto, linda... perdóname por hacerte creer que si nos contabas, íbamos a sabotear tu felicidad. Jamás haríamos eso. Sólo queremos protegerte, pero ahora veo que no lo hicimos bien...–Wanda te abrazó con fuerza.

–Lo único que queremos, es que seas feliz. Y si Barnes es quien te puede dar eso, entonces está bien.–Pietro dejó un tierno beso en tu cabeza, abrazándolas a ambas.–Aunque de todas maneras me gustaría tener una conversación con él.

–A mi también. Pero te prometo que va a ser tranquilo y nada malo va a pasar.

–Mientras no hagan que me deje... pues entonces está bien.–Reíste ligeramente, abrazándolos de vuelta.