Un día en casa (Steve Rogers)

2.8K 188 6
                                    

Prólogo: Ayudas a Steve a acostumbrarse a su nueva vida después de ser descongelado, y termina enamorándose de ti.

AngieH50485
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○

Steve y tú se conocieron un día mientras él paseaba por Broocklyn, no mucho después de salir del hielo.

Había ido recorrer la ciudad en la que había crecido, sin embargo al estar todo tan cambiado, se terminó perdiendo y no sabía cómo volver.

Tu lo habías notado hacía un buen rato, pero no querías incomodarlo y que pensara que era una fan loca y acosadora, hasta que te decidiste por acercarte y ofrecerle ayuda.

Al principio se le veía algo tenso, pero luego comenzó a mostrarse más amigable e incluso tímido y vergonzoso.

Ese día le invitaste a tomar un café cerca de donde estaban y le hablaste un poco de los descubrimientos de los últimos años.

Después de charlar un rato y ayudarle a tomar un taxi que lo llevara de vuelta la Torre, acordaron en volver a verse la semana siguiente en ese mismo café.

Así fue por un tiempo hasta que Steve compró un teléfono y intercambiaron números.

Poco a poco se fueron haciendo amigos, mientras le ayudaba a adaptarse a la nueva sociedad. Estando contigo se sentía más tranquilo y como si realmente perteneciera ahí, no se sentía extraño. Por lo mismo pasaba más tiempo contigo en tu departamento o salía contigo que en la Torre cuando no había misiones.

Y como algo natural, comenzó a sentir cosas por ti. Solo que no sabía cómo decirte ni tampoco quería incomodarte.

—————

Era tu día libre, y como Steve y tú no habían acordado en verse ni tampoco habías hablado con él, te diste una ducha rápida y luego te volviste a poner tu pijama para quedarte así todo el día.

Ordenaste (lo que tu quieras) para comer y luego te sentaste en el sofá a ver una serie durante todo el día.

Cuando ibas por el quinto capítulo de la primera temporada, alguien llamó a la puerta.

Dejaste todo a un lado y abriste tal y como estabas en esos momentos.

Una playera holgada con diseños del escudo de Steve, unos shorts cortos que quedaban debajo de tu playera, una coleta desordenada y tus anteojos para ver bien la televisión.

–¡Steve!–Exclamaste al abrir y verlo ahí, comenzando a arrepentirte por no haberte puesto algo antes encima para cubrir tu ropa.

–Hola T/N. Necesito hablar contigo.–Dijo pasando por tu lado para entrar en el departamento con un ramo de tus flores favoritas y una caja de tus chocolates preferidos en sus manos.

–Claro... si...–Cerraste la peirta y te voletaste hacia él.

–T/N yo me enamoré de ti.–Te dijo sin darse vueltas, lo cual te sorprendió y dejó sin palabras.–Mientras venía para acá no podía dejar de pensar en cómo es que te iba a decir todo esto porque no quiero arruinarlo, pero no resultó como quería así que lo voy a hacer sin más.

Me enamoré de ti. Ya no puedo verte solo como a una amiga porque lo que siento por ti es mucho como para llamarte así. Tu me haces sentir especial, me haces sentir como si realmente pertenezco aquí.

Desde que me descongelaron me he sentido extraño, fuera de lugar, como un bicho raro. Pero contigo es distinto. Tu me haces sentir bien— n-no de una forma inapropiada... p-pero me siento tranquilo estando contigo, me siento feliz, en paz...

Y-y si no sientes lo mismo de vuelta, está bien, lo entiendo. Sólo quería que lo supieras... y-y además te traje esto.–Te entregó las flores y los chocolates, para después jugar con sus manos.–S-sé que es algo anticuado... pero de todas formas... creí que sería un lindo gesto...

Una gran sonrisa se formó en tu rostro, mientras él trataba de evitar tu mirada a toda costa.

–Yo también siento lo mismo por ti, Steve...–Le dijiste con las mejillas sonrojadas.

–¿Enserio?

–Sí...–Reíste asintiendo con la cabeza mientras él te veía con una gran sonrisa.–Aunque pudiste haberme avisado que vendrías para así cambiarme de ropa.

–¡O-oh! Lo siento... perdón... a-aunque te ves hermosa... siempre te ves muy preciosa.–Te dijo con una sonrisa.

–¿Por qué no te quedas y vemos algo juntos?–Le preguntaste acercándote para dejar las cosas sobre el mesón de la cocina y luego dejar ambas manos en su cintura.

–Me encantaría...–Puso ambas manos en tus mejillas, y poco a poco se acercaron hasta besarse suavemente, ambos sonriendo.

Avengers OneShots IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora