Quédate aquí (Reed Richards)

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Prólogo: Reed se despide de su familia antes de tener que ir a lidiar con la bruja y los viajeros de otro universo.

AuroraFer8654
Advertencia: final triste.
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–¿Estás seguro de que no quieres que vaya contigo? Puedo llamar a la niñera y estará aquí tan pronto como se lo pida.–Le dijiste mientras le veías cambiarse a su traje.

–De verdad te lo agradezco, linda. Pero prefiero que te quedes aquí con los niños. Así puedes mantenerlos seguros en caso de que éste tema de los viajeros interdimensionales y la bruja aparezcan.–Se acercó a ti y puso sus manos en tus mejillas.

–¿Pero y si te llega a pasar algo a ti?–Le preguntaste con el ceño fruncido y las lágrimas amenazando por salir.

Reed soltó un pesado suspiro, limpiando las lágrimas que llegaron a sus pulgares, sin remover sus manos de tu rostro mientras dejabas las tuyas alrededor de sus muñecas de una forma cariñosa.

–Entonces voy a necesitar que seas fuerte por nuestros hijos. Franklin y Valeria te van a necesitar.–Te dijo con los ojos llorosos.–Pero sabes que haré todo lo posible por volver con ustedes.–Juntó su frente con la tuya, dejando que las lágrimas corrieran con libertad por su cara.

–Déjame acompañarte...–Le suplicaste alejándote un poco para verle a los ojos.

–Por favor no lo hagas... te necesito aquí. Necesito saber que van a estar a salvo ustedes tres. Y que vas a proteger a nuestros hijos. Todo va a salir bien, ya lo vas a ver.–Acarició tu rostro mientras te observaba como si quisiera memorizar cada detalle de ti.

–Bien... pero tienes que volver, Reed Richards. Tienes que hacerlo.

–Está bien.–Se acercó y besó tus labios, para luego alejarse de ti e ir a la habitación donde estaban sus hijos durmiendo.

Reed le dejó un beso a cada uno, y Valeria se medio despertó para darle un abrazo, mientras tú observabas desde la puerta.

Se fue a su oficina y usó su teletransporte para irse con los demás Iluminati.

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Ya habían pasado dos días desde que Reed se había ido, y nadie sabía nada.

En las noticias no había información acerca de lo ocurrido, ni tampoco nadie te había llamado para informarte si Reed estaba bien.

Estabas en la cocina terminando de limpiar un poco después de que tus hijos se habían ido a la escuela, cuando llamaron a la puerta.

Una extraña sensación te recorrió el cuerpo, haciendo que se te apretara el estómago.

Tragaste el nudo que tenías en la garganta y te acercaste lentamente a la puerta.

La abriste y te encontraste con Mordo esperando allí.

Levantó la vista y te quedó viendo por unos segundos, como si estuviera tratando de descifrar lo que decir.

–No sobrevivió... ¿verdad?–Le preguntaste en voz baja.

–No... lo siento mucho. Reed falleció a manos de la bruja del otro universo.–Te dijo con voz temblorosa, agachando la cabeza.–Todos los Iluminati murieron. Fui el único que salió de ahí con vida.–

Las lágrimas comenzaron a correr por tus mejillas, mientras dejabas ir un pequeño sollozo.

–Gracias por decírmelo. Y me alegra que estés bien.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, viéndole a los ojos.

–T/N, puedes contar conmigo para lo que sea, cuando sea. Siempre estaré aquí para ti y tus hijos. Lo prometo.–Te aseguró sin quitarte la vista de encima.–Siempre consideré a Reed un amigo, y también a ti.

–Lo sé... gracias, Mordo.–Le sonreíste entre lágrimas, para luego cerrar la puerta mientras él se iba.

Una vez cerraste y estuviste sola, apoyaste la espalda en la puerta y comenzaste a sollozar con fuerza, deslizándote hasta llegar al suelo donde empezaste a llorar desconsolada, abrazando tus piernas y dejándolas en tu pecho.

Avengers OneShots IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora