Avengers OneShots II

Cielo, mar y tierra (Loki Laufeyson)

Prólogo: Loki te ayuda a darte cuenta que mereces a alguien mucho mejor en lugar de llorar por quien no te merece.
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–¿Qué haces aquí fuera sola, midgardiana?–Te preguntó Loki saliendo al balcón del piso de fiestas de la Torre.

–Solo necesitaba tomar un poco de aire, es todo.–Le respondiste llevando el cigarro a tu boca para inhalar y luego botar el humo, tomando un sorbo de tu vaso de whisky, apoyada en la pequeña muralla que servía de baranda.

Loki se te acercó y tomó el cigarro de tu mano, apagándolo en la baranda y dando vuelta el contenido de tu vaso hacia fuera del balcón, para después dejarlo frente a ti.

–Estaba tomando eso. Y el cigarro lo estaba usando.–Le dijiste con seriedad, viendo hacia el cigarro apagado para luego levantar la vista hacia él.

Loki podía ver tu rostro pálido y con los ojos rojos, tus labios rotos después de que tu misma arranacaras la piel de estos como mecanismo para aliviar tu ansiedad. Algo que el dios había notado que hacías siempre que te encontrabas nerviosa, tensa o ansiosa. O simplemente porque no te sentías bien.

Tony había organizado una fiesta como siempre lo hacía, y Loki había sido obligado a ir por su hermano. Sin embargo su única razón para quedarse ahí y no irse, puede, o no puede ser que estuviera a la única persona que toleraba en todo el universo. Osea tu.

–¿Qué te sucede, sanguijuela? No es usual en ti que no disfrutes de una buena fiesta de Tony Stark.–Te dijo apoyando ambos codos en la baranda viendo hacia afuera, al igual que tú.

–No me sentía bien, es todo.–Le respondiste bajando la mirada mientras jugabas con tus manos.

–¿Tiene que ver tal vez con cierto velocista rubio y coqueto?–Te preguntó con cuidado, volteando su cabeza hacia ti.

–¿Sería muy patético si digo que si?

–Tal vez.–Te respondió a modo de broma intentando hacerte reír, pero al ver que no funcionó, tomó una actitud más seria.–No deberías estar así por un hombre, ni por nadie. Si él no se da cuenta de lo que se está perdiendo, entonces créeme, mi querida, que es un completo y sin igual idiota.

–Gracias... pero aun así... no puedo quitarme de la cabeza la imagen de él rodeado de todas esas hermosas y perfectas chicas con cuerpos fabulosos, vestidos apretados y... y mejores que yo.–Murmuraste bajando cada vez más la voz, pasando una mano por tú rostro.

–Nadie es mejor que tú, querida mía. Y ya debes dejar de humillarte ante ese ser despreciable porque déjame decirte que es bastante patético y da vergüenza ajena. Ya hiciste lo que pudiste para captar su atención, y si él no es lo suficientemente inteligente como para abrir los ojos y verte, entonces debes olvidarte de él.–Te dijo volteado hacia ti, viéndote a los ojos.–Deja de desperdiciar tu tiempo en alguien que no lo merece.

No puedes conformarte con algo tan poco, ni mucho menos llorar por ningún hombre o mujer. Y si debo repetirtelo hasta que lo entiendas, entonces ten por seguro de que lo voy a hacer. No te conformes con mínimas muestras de interés. Conformate con alguien que te demuestre su interés día y noche por ti, que bese el suelo por donde caminas y te trate como la reina, la diosa que eres.

Una persona realmente enamorada de ti y que se preocupa por tu bienestar y todo de ti, va a mover cielo, mar y tierra por tan solo verte sonreír. En lugar de llevarte al cielo, esa persona te lo va a traer para que no tengas que esforzarte. Una persona que realmente te ama, te va a valorar, querer, amar y respetar por quien tu eres, y jamás, pero JAMÁS, te va a hacer llorar o dudar de ti misma.

Debes entender eso, T/N. Estoy seguro de que hay alguien ahí fuera dispuesto a darte todo eso y mucho más, porque es lo que te mereces.–Te dijo totalmente serio y sin quitar la vista de ti, para luego darse media vuelta y caminar hacia la salida, dejándote sin palabras en el balcón.–Y yo estoy dispuesto a darlo todo por ti, reina mía...–Susurró para sí mismo, mientras caminaba fuera de ahí.