Prólogo: Druig y tu se encuentra después de un largo tiempo separados.
Antbordo
Advertencia: Masturbación, fingering, choking kink (ahorcar), praise kink (elogios), spitting kink (escupir), lectora dominante, Druig sumiso, semi-public sex (en un callejón), smut.
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●Habían pasado siglos desde la última vez que viste a Druig. Literalmente.
Habías sido una bruja con la que tuvo algo en el pasado, pero que luego perdieron contacto una vez él se fue y se separó de los demás Eternos.
Algo especial que compartían, pero a la vez extraño, es que cada vez que él intentaba controlar tu mente, no lo lograba, pero podías sentir como intentaba entrar. Así sabías que estaba cerca.
Ibas caminando tranquila por la calle. Tu café/té en mano mientras te dirigías a ver a tus amigas, cuando sentiste esa sensación tan especial y única. Esa sensación en tu mente que no sentías hacía siglos.
Te detuviste a mitad de camino, y te volteaste hacia la izquierda donde viste a Druig en la otra mitad de la acera en un callejón oscuro, sus ojos brillando sin despegar la mirada de ti.
Cruzaste la calle y caminaste hacia el callejón hasta el fondo de éste donde lo encontraste apoyado en una pared esperándote.
–Siendo honesta, jamás creí que volvería a verte.–Le dijiste con voz neutra, escondiendo las miles de emociones y pensamientos que corrían a mil por hora en tu cabeza.
–Y yo siéndote honesto, jamás dejé de pensar en ti. Ni un solo día.–Levantó la cabeza y te quedó viendo a los ojos, ya los suyos en su color normal.
–¿A qué viniste?
–A recuperarte, mi bella y hermosa T/N. Llevo siglos pensando en volver a ti, dónde realmente pertenezco.–Se acercó a ti y tomó tu mano libre para acariciarla con la suya, estudiando tu rostro con detenimiento como si tratara de memorizar cada detalle.–Sé que piensas que me fui y te dejé, y de porqué volver ahora. Pero es que simplemente ya no aguantaba.–Llevó su otra mano para acariciar tu rostro.
–¿Y porqué debería de creerte?–Le preguntaste viéndole a los ojos.
–Porque jamás he sido capaz de mentirte, ni mucho menos de manipularte. Puedes ver en mi mente y no pondría resistencia a ello. Así que hazlo.–Sus ojos se encontraron con los tuyos.
Tus ojos se tornaron de color (el que tu quieras), sin apartar tu vista de la suya.
Después de un par de segundos, acortaste la distancia y besaste sus labios con pasión y desesperación, dejando caer tu vaso con tu café/té, llevando ambas manos para desordenar su cabello a la vez que él dejaba las suyas en tu cintura para pegarte más a él.
Le hiciste retroceder vasta la pared tras él, dejando su espalda en ella y posicionando tus manos una junto a su cabeza y la otra en su cuello, ejerciendo un poco de presión.
Forzaste con tu mano para que abriera la boca y pudieras introducir tu lengua en ella, a la vez que pegabas tu cuerpo más al suyo, levantando tu pierna derecha para dejarla alrededor de su cadera mientras él la sujetaba. Creando fricción entre ambos.
–Más te vale que no me arrepienta de esto.–Le dijiste entre fuertes respiraciones a centímetros de su rostro.
–Créeme, mi hermosa T/N. Voy a hacer que valga la pena cada segundo.–Volvió a besar tus labios, dejando tu pierna en el suelo y te dio la vuelta para dejarte pegada contra la pared.–Dime qué es lo que quieres.–Susurró viéndote a los ojos, dejando ambas de tus manos sobre tu cabeza y la otra en tú cintura.
–Tú sabes lo que me gusta. ¿Así que por qué no eres obediente y comienzas?–Soltaste tus manos y tomaste la suya derecha para llevarla por debajo de tu vestido.
Hizo tus bragas a un lado, y comenzó a masajear tu clítoris, mientras dejabas caer la cabeza hacia atrás y apretabas su muñeca con tu mano, y la otra la metías por sus pantalones para acariciarlo por encima de su bóxer.
–Extrañé esto...–Murmuró juntando su frente con la tuya, sintiendo como se ponía más duro cada vez.
–Yo también...–Gemiste en voz baja, desabrochando sus pantalones con ambas manos, y bajándolos en el proceso para liberar su gran erección. Comenzando a masajearla con tu mano, moviéndola lentamente, después un poco más rápido y torciendo tu muñeca de la forma en la que sabías le gustaba.
Druig por su parte masajeaba tu clítoris con su pulgar, a la vez que insertaba primero un dedo para que te fueras acostumbrando a la sensación, llevando su otra mano libre para apretar uno de tus pechos.
–¿No te da miedo que nos vean?–Te preguntó escondiendo su rostro en tú cuello, mordiéndote para silenciar sus gemidos.
–¿Cuándo he dejado yo que los demás nos vean?–Hiciste que te viera a los ojos, respirando agitada y el color de ellos cambiando al de tus poderes.
–Eres simplemente maravillosa.–Rió agitado, quitando las manos de ambos de donde estaban, para después quitar tus bragas y dejarlas en su bolsillo, tomándote para dejar tus piernas alrededor de su cintura y entrar en ti de una sola vez, pegándote contra la pared.
Al sentirlo dentro de ti de una forma tan repentina, soltaste un gran gemido, enterrando tus manos en sus hombros.
Druig comenzó a moverse y embestirte primero lento y con suavidad, como si tuviera miedo de lastimarte o algo.
–No estoy hecha de cristal. Así que mejor comienza a moverte más rápido y fuerte.–Llevaste tu mano a su cuello para apretar con un poco de fuerza.
–Tus deseos son mis órdenes, mi bella diosa.–Salió casi por completo de ti, y luego te embistió con fuerza, haciéndote soltar un gran gemido.
Druig comenzó a moverse tal y como se lo pediste, a la vez que atraías sus labios a los tuyos y se besaban con desesperación y a la vez de una forma desordenada, dientes, lengua, saliva y todo incluido.
Escupiste en su boca y él lo tragó de inmediato, volviendo a besarte mientras apretaba tu trasero con fuerza dejando sus manos marcadas en él.
–Sigue así...–Gemiste en su oído, para después besar y morder su cuello con fuerza, dejando marcas a tu paso mientras él gemía sin realmente guardarse nada.
Apoyó su mano junto a tu cabeza para sujetarse, sus movimientos volviéndose algo desordenados al estar tan ebrio por todas las sensaciones que estaba experimentando.
–He-ermosa...–Fue lo único que pudo decir, sin realmente poder formar una frase coherente.
–Hazlo.–Tomaste su rostro con ambas manos, y volviste a besarlo, con tus piernas haciendo que se pegara aún más a ti.
El orgasmo arrasó con él, llenándote por completa sin dejar de moverse y llevando su mano que estaba en la pared para estimular tu clítoris, haciendo que también te corrieras a su alrededor, gimiendo su nombre y mordiendo su labio, sacándole un poco de sangre.
Druig te siguió embistiendo un poco más lento por un par de segundos, hasta asegurarse de que sus orgasmos ya habían pasado, para luego quedarse quieto pero sin salir de dentro tuyo, bajando tu pierna izquierda pero dejando la otra alrededor de su cintura.
Acariciaste su cuello con ambas manos, para después besarlo con suavidad.
–No quiero volver alejarme de ti...–Susurró acariciando tu mejilla con su mano derecha, dejando su frente pegada a la tuya.
–No tienes porqué hacerlo.–Respondiste con una sonrisa, acariciando donde tenías las manos, para después besarlo una vez más.
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Avengers OneShots II
Hayran KurguSegundo libro de oneshots de los Avengers. Contiene: -Oneshots -Imaginas -"ABC's of sex with..." -"Alphabet headcanon random with..." -...es el/la tipo de... -(***) en el título significa smut *Éste libro contiene material sexual explícito, temas se...