Avengers OneShots II

Todo estará bien (Steve Rogers)

Prólogo: Eres la novia de Steve y desapareces durante el blip.

AngieH50485
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●

–¡¿T/N?! ¡T/N POR FAVOR RESPONDE!–Exclamó Steve entrando desesperado por la puerta de la casa que compartía contigo, buscando en el primer piso lo más rápido que podía con aún su traje puesto, la sangre ya seca en su rostro y su escudo en mano.–Mierda.–Dijo con los dientes apretados.

Subió lo más rápido que pudo las escaleras, revisando cada habitación en busca de ti.

–¡T/N por favor...!–Dijo con la voz temblorosa, llegando a su habitación y buscando por todos lados, hasta que vio un poco de polvo en el suelo junto a tu lado de la cama, el mismo polvo en el que Bucky se había convertido.–No...

Steve comenzó a sollozar, cayendo en sus rodillas y recogiendo el anillo de compromiso que te había dado hace tan solo un par de días atrás.

No solo había perdido a sus mejores amigos cuando Thanos chasqueó los dedos, sino que también había perdido a su prometida y el amor de su vida.

Steve comenzó a darle golpes al suelo entre la impotencia y desesperación que sentía, quitándose el escudo y lanzándolo a otro lado, donde quedó incrustado en la pared.

Ni si quiera se movió de su lugar cuando escuchó pasos junto a él.

–Oh, Steve...–Dijo Nat al darse cuenta del estado en que estaba su amigo.

Se acercó a él y lo abrazó, sentándose en la cama mientras acariciaba su espalda y trataba de consolarlo, tragando el nudo que se formó en su garganta a la vez que lágrimas corrían por sus propias mejillas.

—————————
5 AÑOS DESPUÉS...

Habían encontrado una nueva forma de traerlos a todos de vuelta, pero eso había costado las vidas de Nat y Tony.

Steve tenía la esperanza de que habías vuelto, tal y cómo la familia de Clint lo había hecho. Y así fue.

Recibió una llamada tuya segundos después que Clint, sin embargo Thanos atacó el lugar. Después de eso, lo derrotaron.

Al día siguiente fue el funeral de Tony, y Steve aún no podía ir contigo.

Cuando fue a devolver las gemas, se le presentó la oportunidad de volver con Peggy. Incluso de tener aquel baile que se debían y vivir su vida con ella, pero no lo hizo. Devolvió todas y cada una de las gemas, incluyendo el martillo de Thor, y regresó en los cinco segundos que Bruce había calculado.

–Creí que no regresarías... o al menos no de inmediato.–Le dijo Bucky mientras Steve bajaba los escalones de la plataforma, haciendo desaparecer el casco que tenía puesto.

–No puedo dejar a mi futura esposa ni a mi hermano así sin más.–Le respondió con una sonrisa, acercándose para abrazarlo.–Siempre estaré a tu lado, amigo... hasta el final de la línea.

Bucky dejó ir una pequeña risa, alejándose para verle a la cara.–Debes ir con ella, debe estar preocupada y ansiosa por verte. No te preocupes que no perderemos el contacto.–Le ofreció una reconfortante sonrisa.

–Sí... pero antes debo hacer algo.–Tomó su escudo y se acercó a Sam.

Steve le cedió el escudo a Sam para así poder tener una vida tranquila contigo. No quería tener que pasar otra vez por ninguna cosa que implicara separarle de ti una vez más. Cinco años ya habían sido una completa tortura. Quería poder descansar y estar a tu lado.

(.....)

Su corazón latía con fuerza, hasta el punto en que realmente pensó podría salirse de su pecho.

Estaba fuera de la puerta de entrada de su casa, así que estiró su temblorosa mano e insertó la llave en la cerradura. Pero ni si quiera alcanzó a girarla cuando la puerta se abrió y te rebeló a ti con los ojos llorosos.

–Steve...–Susurraste comenzando a llorar y con una gran sonrisa.

–Querida...–Dejó ir un suspiro aliviado, acercándose a ti para abrazarte y tomarte en sus brazos, acariciando tú cabeza y escondiendo su rostro en tú cuello mientras lágrimas caían de sus propios ojos.

Enrollaste tus piernas en su cintura y Steve te sujetó, cerrando la puerta tras de sí.

Alejaste tu rostro y pusiste tus manos en sus mejillas antes de estrellar sus labios, ambos llorando de felicidad y a la vez de alivio por estar juntos una vez más.

–Te extrañé tanto... de verdad creí que te había perdido...–Volvió a abrazarte con fuerza, dejando ir un pequeño sollozo en tu hombro.

–Está bien... todo está bien ahora.–Le aseguraste acariciando su cabeza y dejando besos en ella, ninguno de los dos queriendo que aquel abrazo terminara, pero felices de estar juntos otra vez.