Polos opuestos (Kate Bishop)

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Prólogo: Ni Kate ni tu saben cómo confesarle sus sentimientos a la otra, así que Yelena y Peter toman cartas en el asunto (eres hija de Loki).

jul_barnes23
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Ya era tiempo de que los Vengadores se retiraran, así que estaban entrenando a quienes tomarían sus lugares dentro de la iniciativa. Loki no era exactamente parte de ellos, si no que más bien cómo un consultor, y que de vez en cuando ayudaba en las misiones. Así que tu tomarías su lugar.

Ahí conociste a los demás. En especial a Kate Bishop, la siguiente Hawkeye cómo le gustaba llamarse.

Kate era muy alegre, siempre entusiasta, intentaba acercarse a ti e integrarte con los demás, pero tú eras completamente opuesta a ella. Cerrada, tímida, y te costaba confiar en la gente por malas experiencias pasadas. Y a pesar de eso, Kate seguía intentando.

Eventualmente, consiguió convertirse en tu amiga, o eso es lo que le gustaba creer. Ya no te ibas cuando estabas leyendo en el sofá y llegaba ella, ahora al menos le respondías cuando te hablaba, y ya no parecías molesta cada vez que ella estaba en la habitación.

Y cómo dicen por ahí, los opuestos se atraen. Por lo que ambas terminaron enamorándose de la otra. Pero las dos tenían miedo de confesarlo. Tu tenías miedo a ser rechazada cómo te ocurrió alguna vez en el pasado, y Kate temía no ser suficiente para ti. Al fin y al cabo, eras princesa de Asgard.

Esto no pasaba desapercibido ni por Yelena ni por Peter, que intentaban hacer todo lo posible para juntarlas, pero se estaba volviendo cada vez más complicado.

Un día tuviste que irte a Asgard junto con tu papá, y Yelena y Peter aprovecharon esa oportunidad para hablar con Kate y armar un plan para que pudiera confesarte sus sentimientos. Porque así cómo iban, ninguna de las dos tomaría el primer paso por sí sola.

–¿Estás segura de que va a funcionar?–Le preguntó Kate preocupada a Yelena.

Estaban las dos en un piso abandonado de la Torre en un laboratorio que ya nadie usaba.

Había un gran ventanal con vista a toda la ciudad, y junto a él en el suelo, acomodaron una manta con varios almohadones y pequeños cojines de la habitación de Kate para que fuera más cómodo. Habían algunas velas, y ordenaron tu comida rápida favorita para que disfrutaran.

–¿Quieres calmarte un poco, Kate Bishop? Ya te dije que Peter y yo tenemos todo bajo control.–Se puso de pie después de acomodar las cosas en la manta.

–¡Lo sé! ¡Y lo siento! Pero es que ya no puedo más de los nervios.–Se quejó visiblemente ansiosa, jugando con el ramo de tus flores favoritas que tenía en sus manos.

–Peter acaba de enviarme un mensaje. T/N acaba de llegar a la Tierra y ya viene de camino, así que ahora sigues tu sola. ¡Suerte!–Le dijo mientras comenzaba a caminar hacia la puerta, dejándola en la habitación.

–¡PERO NO ME DEJES SOLA!

Kate comenzó a caminar de un lado a otro en círculos, mordiendo sus uñas nerviosa y sin soltar el ramo.

La puerta se abrió en un momento, y Kate se detuvo y se quedó viendo hacia ella mientras pasabas y veías confundida el lugar.

–¿Kate? ¿Estás bien? Peter dijo que debía venir a verte.–Le dijiste jugando con las mangas de tu vestido Asgardiano que aún llevabas puesto.

Ella se quedó viéndote por un par de segundos, hasta que reaccionó y se te acercó con cuidado.

–Sí... todo está bien. De hecho, todo está perfecto ahora que estás aquí. Ten.–Te dijo con una sonrisa, entregándote las flores.

–¿S-son para mi?–Las tomaste en tus manos, levantando la vista para verla sorprendida. Nunca antes nadie había hecho algo así por ti.

–Así es. Todo aquí es para ti... quería sorprenderte...–Te dijo con una sonrisa nerviosa, jugando también con sus manos.

–¿Pero por qué? ¿Qué tengo de especial que—

–¡¿Qué tienes de especial?! ¡Pues todo!–Exclamó acercándose a ti, tomando tus manos en las suyas, mientras aún tenías el ramo de flores.

"Es ahora o nunca". Se dijo para si misma mentalmente.

–T/N... créeme que no soy muy buena con las palabras, pero voy a hacer mi mayor esfuerzo por no arruinar las cosas.–Inhaló y soltó un pequeño suspiro, bajando la mirada para después levantarla y verte fijamente a los ojos.–Te quiero mucho, T/N. Más que a una amiga. Desde que te conocí, todo cambió. Te volviste la persona más importante en mi vida.

Cada momento que podía estar contigo, lo aprovechaba al máximo. Pero me daba miedo que tal vez no fuera suficiente para ti. Quiero decir... ¡eres una princesa! ¡y literalmente una diosa! ¿Cómo se supone que vaya a competir contra eso?–La sonrisa no se borraba de su rostro, y no dejaba ir tus manos.

Soltaste una pequeña risita nerviosa, tus mejillas tornándose de un ligero color rosado a la vez que agachabas la cabeza, para después volver a verla.

Hiciste desaparecer el ramo con tu magia, y tomaste su mano izquierda en la tuya derecha, entrelazándolas mientras que la otra la ponías en su mejilla.

Te acercaste lentamente y te detuviste a centímetros de sus labios, viéndola a los ojos para después besarla con mucha suavidad.

Kate sonrió y apretó tu mano, llevando la otra para dejarla sobre la tuya que estaba en su mejilla.

Te alejaste ligeramente para verla a los ojos, pasando un mechón de cabello tras su oreja. Ambas ligeramente sonrojadas.

–Yo también tenía miedo de que me rechazaras, o que tal vez no sintieras lo mismo. Incluso que tal vez creyeras que era una rara... ya sabes lo que dice la gente de mi por ser hija del gran Loki.–Reíste ligeramente, acariciando su mejilla.

–A mi no me importa la otra gente mientras te tenga a ti.–Te dijo con una gran sonrisa, llevando ambas manos a tus mejillas para volver acercarse y besarte. Las dos sonriendo en la boca de la otra.

Avengers OneShots IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora