Avengers OneShots II

Los gemelos, la arquera, el perro y un florero (Kate Bishop)

Prólogo: Kate y tus hijos hacen un pequeño desastre mientras no estás.

Capitulo de último momento, no me resistí a no publicarlo. Espero les guste 😄💖

Advertencia: en éste o.s tienes gemelos (una niña y un niño), madre joven, padres para nada comprensivos y atentos, abandono por parte del padre de los niños.
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Acababas de llegar de hacer las compras, y Kate se había quedado cuidando a tus hijos mientras ibas.

Y con lo primero que te encontraste cuando entraste por la puerta y llegaste a la sala de estar, fue un florero roto en el suelo, y a Kate y tus gemelos ambos viéndote con los ojos bien abiertos y el pánico evidente en ellos, y Lucky sentado en una esquina como si quisiera que la tierra lo tragara.

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Habías sido mamá bastante joven. Y ahora tus gemelos, Chris y Sammy tenían cuatro años.

No fue para nada fácil, pero tus abuelos te habían ayudado en todo y te llevaron a vivir con ellos una vez tus padres te echaron de su casa cuando se enteraron de tu embarazo, y ni hablar del padre de tus hijos. Desapareció tan pronto como le diste la noticia.

Conociste a Kate un año antes durante el cumpleaños número tres de los gemelos.

Los habías llevado al parque a por un helado ya que no podías permitirte comprar grandes cosas, tampoco querías pedirle más ayuda a tus abuelos de la que ya te habían brindado, además de que te habías ido a vivir sola hacía poco tiempo y querías demostrarles de que ya podías hacerte cargo de tus hijos por ti misma. Aunque en tu trabajo no te pagaban demasiado.

Los niños vieron a Kate jugando con Lucky, y Sammy quien era la menos tímida se le acercó y le preguntó si ella y su hermano podían unirse. Y Kate aceptó encantada.

Desde el principio, Kate y tú tuvieron mucha química cuando se conocieron en ese momento en el parque. Y cuando se enteró de que era el cumpleaños de los gemelos, les invitó a comer una pizza cerca de ahí, también secretamente con la esperanza de poder pasar más tiempo contigo.

Después de eso intercambiaron números y comenzaron a verse mucho más.

Tiempo después comenzaron a salir, y ya llevaban cinco meses juntas. Chris y Sammy eran los más felices por ello, y tus abuelos la habían recibido con los brazos abiertos.

Desde que habías comenzado a salir con ella, las cosas estaban empezando a mejorar. Conseguiste un trabajo que realmente te gustaba y mejor pagado, lograste rentar un departamento lo suficientemente grande para tus hijos y tu, y obviamente Kate y Lucky que se quedaban casi todo el tiempo con ustedes. Y en general las cosas estaban bien. Se sentía increíble que al fin las cosas comenzaran a resultar de una buena forma.

Esa era la primera Navidad que pasarían juntas, y estaban emocionadas. Y puede, o no puede ser que a Kate se le hubiera pasado la mano comprando regalos para ti, Lucky, tus abuelos, y por supuesto sus dos gemelos favoritos en el mundo.

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–Okey. ¿Quién rompió el florero que estaba sobre la mesa?–Preguntaste de brazos cruzados y mirada seria, observando a tus cuatro sospechosos que estaban frente a ti, todos mirándote con rostros inocentes.

–¡Kate!–Exclamaron ambos de tus hijos al mismo tiempo, apuntando hacia arriba a Kate que estaba en medio de ellos, incluso Lucky ladró viendo en su dirección.

Kate tomó aire ofendida y sorprendida, viéndolos a los dos.

–¡Son unos traidores! ¡Los tres!–Dijo viendo a tus gemelos y a su mascota.–Está bien, si, yo rompí el florero intentando hacer el truco de Clint con la moneda. Pero ellos se comieron las galletas que preparaste en la mañana, y Lucky se comió el último trozo de pizza.–Dijo cruzándose de brazos, mientras tus hijos la veían ofendidos y Lucky ladraba ofendido también.

Tu solo trataste de contener la risa mientras rodabas los ojos.

–Bien, si así son las cosas... entonces ninguno de ustedes va a tener postre hoy después de la cena. Y no más golosinas para Lucky.–Te diste media vuelta y caminaste hacia la cocina.

Kate, Chris y Sammy abrieron los ojos preocupados y te salieron persiguiendo, con Lucky detrás.

–¡Linda no! ¡Espera por favor!

–¡Mamá no nos hagas esto!

–¡Queremos postre! ¡por favor no nos quites eso!–Exclamaron mientras te seguían, y Lucky ladraba.