Avengers OneShots II

Gajos de naranja (Scott Lang)

Prólogo: Scott y tu se conocen durante la pelea en el aeropuerto siendo tu del Team Iron Man, y tiempo después ya están juntos y vas a conocer por primera vez a su hija.

Miertera
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Scott estaba tirado en el suelo del aeropuerto después de haber peleado para que Steve pudiera huir con Bucky y así evitar firmar los acuerdos de Sokovia.

–Por casualidad... ¿alguien tiene gajos de naranja?–Preguntó quitando su máscara mientras se sentaba.

Tu te acercaste cojeando a su lado y te sentaste en el suelo junto a él, comenzando a pelar una naranja con tu navaja.

–¿Te encuentras bien?–Le preguntaste dándole un gajo de naranja.

–Más o menos... ¿y tu?–Te preguntó comiendo el trozo que le diste, mientras tú hacías lo mismo con otro.

–Creo que hay algo roto dentro de mi, y otra cosa se desgarró en mi pierna, pero más allá de eso estoy bien.–Le dijiste dándole la mitad de la naranja y tu te quedaste con la otra.–Fue increíble lo que hiciste. Nunca había visto algo así antes.

–Honestamente ésta fue la primera vez que lo hice.–Te dijo llevando otro gajo de naranja a su boca, y tu asentiste con la cabeza.

Ambos se quedaron sentados en silencio viendo hacia el suelo, comiendo sus naranjas y sin decir una sola palabra.

Una vez terminaron, sacaste un pañuelo de papel para ti y otro para Scott y así limpiar sus manos.

–¿Puedo hacerte una pregunta?–Te dijo limpiando sus manos.

–Claro.

–¿Por qué me diste la mitad de tu naranja? ¿No se supone que eres del equipo de Stark?

–Sí... pero la mitad del equipo desapareció, y la verdad es que ya ni si quiera sé si hay equipo.–Le dijiste encongiéndote de hombros.–T/N T/A, mucho gusto.–Le saludaste extendiendo tu mano hacia él.

–Scott Lang, gracias por la mitad de tu naranja.–Te dijo con una sonrisa, estrechando tu mano y haciéndote reír ligeramente antes de soltarla.–Tienes una hermosa sonrisa, y tienes hoyuelos... son hermosos.

–Gracias...–Reíste nerviosa.

Ambos escucharon las sirenas de la policía acercarse con grandes camionetas que aparcaron ahí, y varios hombres armados se bajaron junto a Ross con ellos.

–Señor Lang, póngase de pie con las manos donde pueda verlas. Queda detenido por violar los acuerdos de Sokovia y hacer uso ilegal de su traje y tecnología Pym.–Dijo Ross acercándose a él con un hombre a su lado mientras otros iban donde Clint y Wanda.

Scott soltó un suspiro y se puso de pie con ambas manos arriba, y tu te pusiste de pie a su lado.

–Lamento que me tenga que ir así...–Te dijo apenado mientras esposaban sus manos y ponían algo en ellas para que no pudiera apretar el botón de su traje.

–No te preocupes... ¿tal vez cuando salgas de prisión podríamos ir a una cita? Salir juntos y conocernos mejor, podríamos incluso compartir otra naranja.–Le dijiste con una sonrisa.

–Eso me encantaría.–Te dijo con una sonrisa, antes de que lo alejaran de ahí.

–Lamento interrumpir su coqueteo, Agente T/A. Pero no verá al Señor Lamg en mucho tiempo.–Te dijo Ross.

–No estaba hablando con usted, Señor. Así que si me disculpa, tengo asuntos que atender.–Le dijiste antes de darte media vuelta, mientras él rodaba los ojos.

DIEZ MESES DESPUÉS

Subiste las escaleras de la casa y tocaste el timbre llevando una bolsa en tu mano, y pronto Scott abrió recibiéndote con una gran sonrisa.

–¡Linda! ¡Que bueno que llegas! Estaba terminando de preparar el almuerzo. Ven, pasa.–Te dijo con una sonrisa, inclinándose para tomar la bolsa y luego tu mano con cuidando de no salir de la casa, acercándote para besar tus labios.

–Es bueno verte a ti también, ¿cómo estás?–Le preguntaste mientras le seguías hasta la cocina y te sentaste en uno de los taburetes de la isla.

–Mucho mejor ahora que estás aquí. Así no me aburro tanto estando solo.–Te dijo con una sonrisa sacando las cosas que trajiste que él te había pedido.

–Asumo que Cassie aún no llega...–Le dijiste bajando la vista hacia tus manos, jugando con ellas nerviosa.

Scott levantó la vista hacia ti y notó tu nerviosismo, así que se acercó a ti para voltear tu taburete y así poder verte a los ojos, sujetando tus manos en las suyas.

–Hey... ella te va a amar tanto como yo lo hago. Estoy seguro de que van a ser grandes amigas.–Te dijo con una sonrisa.

–Aún así, Scott. Es tu hija... es importante para mi agradarle, ¿qué pasa si no cree que estoy a la altura para salir con su papá?–Le dijiste nerviosa viéndole a los ojos.

–Esas son tonterías, ¡claro que le vas a agradar! ¡Ella fue quien me pidió conocerte!

–¿E-enserio?

–¡Sí! Me dijo que estaba emocionada de conocerte porque siendo honestos, siempre le hablo de ti.–Te dijo con una sonrisa, contagiándote a ti también.–Estoy seguro de que ambas se van a llevar muy bien.

–Eres el mejor. No sabes lo agradecida que estoy de haberte conocido ese día en el aeropuerto, a pesar de las circunstancias en las que fue.–Le dijiste con una sonrisa abrazada a su cintura y apoyando tu barbilla en su pecho.

–A mi también me alegra haberte conocido ese día.–Te dijo con una sonrisa dejando un beso en tu nariz, para después abrazarte.–¿Sabes? A Cassie le haría gracia escuchar esa anécdota, de cuando nos conocimos gracias esa naranja.

–Es la mejor que tenemos, sobre todo porque todas nuestras citas han sido aquí en tu casa ya que no puedes salir.–Reíste ligeramente alejándote un poco para verle a la cara.

–Te prometo que apenas pueda salir y el arresto domiciliaro termine, te voy a llevar a comer al mejor lugar que conozca, y vamos a ir a tantas citas y voy a pasar tanto tiempo en tu casa a tu lado que te vas a aburrir de mi.–Te dijo con una sonrisa acariciando tus mejillas.

–Eso nunca.–Le dijiste con una sonrisa antes de que se acercara para dejar un tierno beso en tus labios, sonriendo en tu boca.