Mahd Wy'ry (Druig)

1.6K 129 5
                                    

Prólogo: Los Eternos descubren un secreto tuyo.

Advertencia: Spoilers de la película "Eternals".
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○

Gilgamesh había muerto por culpa de un Deviante, y afortunadamente había logrado ayudar a Thena durante una de sus crisis antes de morir. De no ser así, ella los habría asesinado a todos.

El problema ahora era que ninguno de ellos, a excepción de Druig, sabía que tu también padecías Mahd Wy'ry. Esa enfermedad que mezcla los recuerdos de sus vidas anteriores con esa.

Ya los habías atacados a todos y los habías vencido uno a uno, solo quedaban Thena y tu. Probablemente las más fuertes del equipo, e Ikaris. Ambos estaban frente a frente contigo, aunque Thena era la única que no quería pelear.

–Ninguno de nosotros puede contenerla. No nos queda más opción que—. Iba diciendo Ikaris, cuando Thena notó a Druig viéndote preocupado y levantándose del suelo para acercarse a ti.

–Silencio Ikaris. Nadie más va a morir hoy. Si Gilgamesh pudo ayudarme, entonces él podrá ayudarla a ella.–Le dijo viendo a Druig acercarse a ti.

–T/N debes escucharme. Ya hemos pasado por esto, puedo ayudarte.–Te dijo con voz suave, con las manos donde podías verlas.

–Todos vamos a morir.–Le dijiste con los dientes apretados y tus ojos brillando, mientras que los demás observaban.

–¡¿Qué es lo que está haciendo?! ¡Lo va a matar!–Exclamó Kingo desde el suelo.

–Thena...–Dijo Ikaris con los dientes apretados.

–Silencio todos.

–Déjame ayudarte, mi hermosa T/N.–Te dijo suavemente, provocando que los demás le vieran confundido, pero Thena solo sonrió ligeramente.

Sus palabras te hicieron enojar e invocaste tu arma para correr a él.

–¡DRUIG ALÉJATE DE ELLA!–Le gritó Ikaris mientras sus ojos brillaban.

Druig te tomó de la mano y esquivó tu arma, haciendo que la lanzaras hacia otro lado, y como si estuvieran bailando se posicionó detrás de ti en un ligero movimiento, sujetando tus brazos cruzados frente a ti.

–¡TODOS USTEDES VÁYANSE DE AQUÍ!–Les gritó mientras te sujetaba con toda su fuerza, y tú intentabas liberarte.

–¡No vamos a dejarte aquí, Druig!–Exclamó Sersi mientras Ikaris le ayudaba a ponerse de pie, pero ella intentaba acercarse a ustedes.

–¡SERSI SOLO VETE! Déjenme esto a mi...–La última parte sonó más a modo de súplica.

–¡¿Por qué no sólo usas tus poderes en ella para controlar su mente y ya?!–Gritó Kingo, mientras Karun se le acercaba para ayudarle a levantarse.

–Ya mejor vámonos, Señor.–Le dijo su asistente mientras corrían lejos de ahí con Sprite.

–Vámonos de aquí. Druig tiene otro tipo de control sobre ella.–Les dijo Thena completamente seria.

Ikaris le quedó viendo con el ceño fruncido para después volver a donde estabas tratando de liberarte de Druig, antes de tomar a Sersi en sus brazos y volar lejos de ahí.

Una vez todos estuvieron lejos, Druig te soltó y rápidamente te diste vuelta para golpearle en el rostro y hacerle caer al suelo.

Tomaste tu arma y te acercaste a él que estaba arrodillado ante ti con expresión abatida.

–No voy a pelear contra ti, reina mía. Sabes que no puedo. Te amo demasiado como para lastimarte.–Te dijo suavemente.

Te quedaste frente a él, apuntándole con tu arma afilada viéndole directamente a los ojos y respirando agitada.

La única que alguna vez supo acerca de tu problema además de Druig, fue Ajak. Ella les ofreció lo mismo que a Thena un día que los visitó, pero ambos se negaron.

No querías perder tus memorias junto a Druig. No podías. Y a pesar de que él pensara que fuera egoísta, Druig tampoco quería que lo olvidaras.

Sinceramente llevaba ayudándote por mucho tiempo. Incluso mucho antes de lo que Thena llevaba con aquella enfermedad, pero a él no le importaba en lo absoluto. No le importaba ayudar a la mujer que amaba si eso significaba que así podías conservar tus memorias. No le importaba salir lastimado, no si ese era el precio que debía pagar para estar a tu lado.

Él era el único que podía ayudarte.

Y lo iba a hacer.

–Amor mio... sé que estás ahí. Por favor... vuelve conmigo... vuelve a mi...–Te suplicó poniéndose de pie y tomando tú mano en la suya, mientras fruncías el ceño y tus ojos volvían a la normalidad y tu arma desaparecía.

Pestañeaste un par de veces antes de voltear a ver hacia todos lados el desastre que habías hecho.

–No puede ser...

–T/N mírame.

–No puede ser...–Dijiste soltando un sollozo, mientras que Druig posó ambas manos en tus mejillas y te forzó a verle.

–Reina mía no pienses en eso. ¿Está bien? No heriste a nadie. Todo está bien.–Te susurró dejando un beso en tu frente, para después acercarse y abrazarte, mientras llorabas en su pecho.–Vamos a estar bien...

Avengers OneShots IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora