Avengers OneShots II

DR. STEPHEN STRANGE

Stephen es el tipo de hombre enamorado que no quiere admitir sus sentimientos por ti, pero que definitivamente haría una pequeña escena de celos, tratando de ocultarlos y fallando epicamente.
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Wong, Stephen, América y tú estaban sentados en la gran mesa del Sanctum, cenando un día por la noche.

América era cercana a Stephen, y tú también. Además de que eras también una hechicera de las artes místicas y mano derecha de Wong desde hacía muchísimo tiempo.

–Tengo algo que decirles.–Dijiste emocionado con una sonrisa.

–Adelante, te escuchamos.–Dijo Wong llevando un trozo de carne a su boca.

–Bueno... puede, o no puede ser que haya comenzado a ver a alguien.–Les dijiste tratando se ocultar tu emoción.

Stephen llevaba un trozo de carne a su boca, pero se detuvo a medio camino y frunció el ceño.

–¿Disculpa? ¿Qué?

–¡Estoy muy feliz por ti, T/N! ¡Eso es increíble!–Dijo América con una gran sonrisa y verdaderamente emocionada y feliz por ti.

–Eso es bueno, me alegro, T/N. Te mereces ser feliz.–Te dijo Wong algo más serio, pero jurabas haber visto una pequeña sonrisa formarse en sus labios.

–Okey, esperen un segundo.–Dijo dejando su tendor y cuchillo apoyados en el plato, para dirigirse hacia ti.–¿Esto es algún tipo de alucinación? ¿Es un juego? ¿Otra de tus bromas? ¿O realmente estás saliendo con alguien?

América y tú compartieron una mirada sorprendidas, mientras Wong intentaba aguantar la risa y no perder la compostura.

–Bueno, primero que todo, yo no hago bromas. Segundo, no es ni un juego o alucinación. Y tercero, no dije que estuviera "saliendo" como tal con alguien. Solo nos conocimos... comenzamos a hablar y así... nada más.–La última parte la dijiste con una sonrisa tímida, a la vez que tus mejillas se teñían de un ligero color rosa.

–Parece ser que ésta persona es muy especial para ti...–Te dijo América con un tono de voz y sonrisa juguetonas, dándote una pequeña patada por debajo de la mesa para molestarte y jugar un rato.

Tu solo reíste ligeramente mientras tu rostro se tornaba de un suave color rojo, mientras Wong comía y observaba la situación conteniendo su risa, sobre todo al ver la cara de indignación de Stepehen y la forma en que trataba de ocultar sus muy evidentes celos.