Estrés del trabajo (Bruce Banner)***

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Prólogo: Bruce llega estrenado a casa, así que decides ayudarlo.

CURY_YURI

Advertencia: Oral-smut (hombre resiviendo).
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Desde el primer momento en que escuchaste a Bruce entrar por la puerta de su pequeño departamento, supiste de inmediato que algo le pasaba.

Por lo general cuando llegaba, tu siempre estabas en la cocina preparando la cena ya que tu terminabas antes de trabajar. Así que Bruce llegaba, te abrazaba por la espalda mientras cocinabas, bailaban en la cocina, etc.

Pero ese no era el caso.

El departamento era un espacio bastante abierto, a excepción del pasillo donde se encontraba el baño y su habitación. Pero por lo demás, lo único que separaba la cocina de la sala de estar y el pequeño comedor, era la isla en medio.

Bruce entró y se sentó en el sillón donde quedaba frente a la isla, mientras tú limpiabas las cosas ahí.

–¿Mal día?–Dejaste todo y te acercaste a él para abrazarlo por detrás y besar su mejilla.

Bruce posó sus manos en tus brazos y dejó un beso en ellos.

–Sí... Tony está insoportable ahora que Steve está lejos en una misión, mucho papeleo que no me deja terminar mí propio trabajo, reuniones, nuevos agentes que no me dejan tranquilo... y para variar, Yelena, Kate y Peter se la pasan jugando y haciendo travesuras. No los culpo, pero aún así es molesto que vayan al laboratorio, es peligroso.–Te explicó con voz cansada.

–¿No hubo alerta de código verde?–Le dejaste un beso en la mejilla, para enderezarte y masajear sus hombros.

Bruce soltó un gemido de satisfacción, dejando caer los hombros mientras tú masajeabas la zona, metiendo tus manos por su camisa.

–Por suerte no... y hablando de código verde, Jen nos invitó a su casa éste fin de semana.–Dejó caer la cabeza hacia atrás y te quedó viendo hacia arriba.

–Nos serviría para así despejarnos un poco del trabajo.–Besaste sus labios y caminaste alrededor del sillón para sentarte junto a él.

–¡Lo siento, querida! No te pregunté cómo estuvo tu día. ¿Mucho trabajo?–Se giró en dirección hacia ti para verte.

–Estuvo normal, pero no hablemos de eso ahora. Déjame ayudarte.–Le dijiste con una sonrisa coqueta, acercándote para besarlo con pasión, mientras deslizabas tu mano izquierda hacia sus pantalones, donde comenzaste a pasar tu mano por su miembro por encima.

Gimió en tu boca, dejando una mano en tu cadera, mientras que la otra la llevaba a tu mejilla.

Con tu mano en su pantalón lo desabrochaste, para después meterla y masajearlo por debajo de su bóxer.

Llevaste tu otra mano a su cabello y jalaste de él, a la vez que introducías tu lengua en su boca.

Bruce intentó desabrochar tu blusa para quitartela, pero apartaste sus manos de ti y te arrodillaste ante él, bajando sus pantalones y ropa interior con ambas manos, sin romper el contacto visual.

–Te dije que me dejaras ayudarte. Hoy no se trata de mí, si no de ti.–Le hablaste con voz coqueta igual que tú sonrisa, y besaste la punta de su erecto miembro.

–Q-querida... yo... t-tu también...–No podía formar una frase coherente al tener tu mano masajeando su miembro, mientras sus propias manos apretaban con fuerza el borde del sillón.

–Más tarde pensaremos en eso, por ahora usted solo disfrute, Doctor Banner.–Metiste su longitud por completo en tu boca, y tus manos las dejaste en sus muslos, apretando con ligereza.

Bruce comenzó a gemir al instante, llevando una mano a tu cabello para jalar de él, haciéndote gemir alrededor suyo, lo cual le envió vibraciones por todo el cuerpo.

Movías tu cabeza a lo largo de su longitud al ritmo que sabías le gustaba. Mientras él no podía pensar en nada más que tú boca trabajando en él para darle ese tan deseado orgasmo.

Lo sacaste de tu boca para masajearlo en tu mano, viéndolo con una sonrisa.

–¿Así le gusta? ¿Se está sintiendo mejor, Doctor Banner?–Le preguntaste moviendo tu mano con más velocidad.

–P-por favor... no t-te detengas, q-querida...–Dijo entre fuertes respiraciones y gemidos.

–Puedo sentir que está cerca, Doctor...–Besaste su punta, sin dejar de verlo a los ojos.

Volviste a meterlo en tu boca, dejando tus manos en sus muslos y moviendo tu cabeza alrededor de él, sin dejar de brindarle placer.

No pasó mucho tiempo hasta que Bruce se corrió en tu boca, mientras tragabas su cálida semilla y sin querer desperdiciar ni una sola gota.

Una vez ya había botado todo lo que tenía, no dejabas de moverte. Así que gentilmente te jaló del cabello para alejarte y sentarte en su regazo.

Besó tus labios con desesperación, pasando su lengua y saboreándose a él mismo en el proceso.

Sus manos las dejó en tus caderas, mientras que las tuyas jalaban de su cabello.

Tu boca estaba cansada, así que no podías seguirle el ritmo durante el beso.

Una vez te quedaste sin aire, te alejaste un poco para estar a centímetros de su rostro, ahora llevando tus manos para acariciar sus mejillas.

–¿Cómo se siente ahora, Doctor?–Le preguntaste respirando agitada.

–Mucho mejor gracias a ti, querida.–Rió ligeramente, subiendo sus manos por tus brazos para acariciarlos.–Pero sería una pena dejarte así... no me gusta cuando tu no disfrutas...–Pasó un mechón de tu cabello tras tu oreja, viéndote con admiración y un brillo en los ojos.

–¿Entonces qué estamos esperando? La comida podemos calentarla después...–Le dijiste con una gran sonrisa, dejándole un beso en los labios, para después ponerte de pie y ayudarle a subirse los pantalones. Ambos prácticamente corriendo a su habitación.

Avengers OneShots IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora