La medicina (Steve Rogers)

2.5K 150 5
                                    

Prólogo: Steve te conoce en el hospital cuando tienes cáncer y quiere buscar una forma de salvarte.

JudidOrlando
Advertencia: cáncer de ovario, un poco de drama y final feliz.
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○

Era muy común para Steve ir a los hospitales con algunos Vengadores, o él solo a ver a los niños enfermos, darles ánimos, jugar o hablar con ellos y demás.

Pero un día te vio sentada en el pasillo junto a un niño que estaba en silla de ruedas mientras le ayudabas con una tarea.

Tenías una intravenosa puesta y llevabas a tu lado una bolsa que colgaba de un fierro largo.

Le tomó un par de días el ganar el valor necesario para acercarse a ti, pero lo consiguió, y rápidamente se volvieron bastante amigos.

Steve se enteró de que tenías cáncer de ovario que tuviste suerte de ser detectado a tiempo, pero se estaba esparciendo rápido. También le contaste que antes eras maestra de primaria y que a veces tus alumnos iban a visitarte, incluso algunos que fueron tus alumnos de pequeños y ya habían crecido.

El Capitán comenzó a visitarte casi todos los días que habían visitas disponibles, incluso vestido de civil y siempre te llevaba flores y obsequios. Tu habitación estaba llena de ramos de flores de tus favortias, y a todas las enfermeras y/o doctores les gustaba ir porque se sentían en calma ahí.

Para ser sincero, Steve se enamoró de ti, pero tenía miedo que el cáncer te arrebatara de su lado antes de tiempo tal y como perdió a Peggy. Y no quería arriesgarse a pasar por ese dolor otra vez.

Por eso mismo habló con Bruce y Tony para que por favor encontraran una forma de salvarte. Así que te trasladaron al área médica de la Torre donde conociste a los demás Vengadores, y el billonario y su amigo comenzaron a buscar alguna forma de salvarte.

—————

Steve había ido a visitarte un día a tu habitación donde estabas en tu cama recostada. Ya habías perdido el cabello y estabas cada vez más débil, y Bruce y Tony aún no terminaban el medicamento que diseñaron.

En un momento cerraste los ojos y tu corazón dejó de latir y Steve comenzó a entrar en pánico.

Bruce entró en la habitación y Bucky sacó a Steve de ahí mientras Banner y Cho intentaban revivirte, cuando Tony llegó corriendo y entró en la habitación con una jeringa en la mano.

–¡¿Qué haces?! ¡Aún no lo hemos probado!–Dijo Bruce haciendo compresiones en tu pecho.

–Lo sé, pero está listo. Solo tenemos que esperar a que funcione. Bruce no podemos dejar que la chica muera.–Le dijo viéndole seriamente.

–Es la única alternativa que tenemos ahora mismo.–Le dijo la Doctora Cho con las paletas eléctricas en su mano.

–Okey bien.–Dijo alejándose para que Tony lo inyectara directamente en tu corazón.

–Dale una descarga.–Le dijo Tony a Cho, e hizo lo que pidió.

Cho dio una descarga en ti que diste un pequeño salto en la camilla, y los tres se quedaron viendo al monitor de tu corazón por unos segundos.

–Vamos T/N... no te vayas... Steve te necesita...–Murmuró Tony tomando tú mano en la suya.

Pronto tu corazón comenzó a latir otra vez, y Bruce soltó un suspiro de alivio al igual que Cho, y Tony soltó una gran carcajada.

–¡Lo hicimos! ¡Creamos la cura contra el cáncer!–Exclamó con una gran sonrisa.

–Aún no sabemos eso. Debemos mantenernos atentos a cualquier efecto secundario y cómo va evolucionando.–Dijo Bruce acomodando tu ropa que debieron abrir para las descargas.

–Yo opino lo mismo.–Dijo Cho dejando las cosas a un lado.

–Ay le quitan lo divertido a la vida.–Rodó los ojos dejando la jeringa a un lado.

Steve entró en la habitación asustado, viendo a los tres que estaban a tu alrededor.

–¿Cómo está? Por favor díganme que sigue viva.–Les dijo con voz temblorosa.

–Por ahora. Logramos estabilizarla con la medicina que Tony y yo sintetizamos pero nos mantendremos atentos a cualquier efecto secundario y a su evolución.–Le dijo Bruce con una pequeña sonrisa.

–No la cagues, Steve. Ya pídele una cita.–Le dijo Tony dándole una palmada en el hombro, para luego salir con Cho y Bruce.

Steve soltó un gran suspiro y se acercó a tu lado para tomar tú mano y quedarse ahí.

—————

Pasaron algunos días hasta que por fin despertaste, y Steve estuvo a tu lado en todo momento.

A medida que iban pasando los meses, Tony y Bruce iban haciendo varias pruebas para asegurarse que ibas mejorando, hasta que te permitieron volver a tu casa al ver que habías hecho un gran avance y ya no tenías secuelas. Pero de todas formas debías ir de vez en cuando a chequearte.

Pudiste recuperar tu trabajo en la escuela, y literalmente todos los alumnos de todos las clases estaban felices de que volvieras, e incluso planearon una fiesta de bienvenida.

Mientras tanto, Steve quería invitarte a una cita pero no sabía cómo hacerlo.

—————

Un día fue a recogerte a la escuela como usualmente lo hacía, y como siempre todos los niños estaban fascinados con ver al Capitán América ahí.

–Gracias por traerme, Steve. Pero enserio, no es necesario que lo hagas todos los días de todas las semanas. Puedo perfectamente tomar el autobús.–Le dijiste riendo ligeramente bajándote de su motocicleta y entregándole su casco.

–Lo sé, pero así puedo pasar más tiempo contigo.–Te dijo tomando el casco en sus manos, y levantando la vista para verte con una sonrisa.

–Steve ya puedes quedarte tranquilo que no me voy a ir a ningún lugar.–Le dijiste posando tu mano encima de la suya.

–No puedes culparme, tengo mis razones.–Te dijo acariciando tú mano.–T/N yo... hay algo que he querido preguntarte desde hace mucho tiempo y—

–Me encantaría ir a una cita contigo.–Le dijiste con una sonrisa.

–¿C-cómo...?

–Tony nunca puede cerrar la boca.–Le dijiste con una pequeña risita, provocando que rodara los ojos y agachara la vista avergonzado.–¿Qué te parece mañana a las siete? Puede ser aquí en mi casa, podría cocinar algo y luego ver alguna película...

–Me encantaría. Aunque preferiría yo cocinar para ti.–Te dijo con una sonrisa, jugando con tu mano.

–Bien, entonces aquí te espero. No vemos mañana.–Le dijiste acercándote para dejar un beso justo en la parte donde termnaba su boca, y luego darte la vuelta para entrar en tu casa.

Steve soltó un pequeña risa avergonzado y se puso su casco, para luego encender su motocicleta e irse de vuelta a la Torre.

Avengers OneShots IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora