Avengers OneShots II

Ansiosas (Natasha Romanoff)

Prólogo: Estás embarazada y Nat no puede estar más feliz con ello.

olimpia1020
Advertencia: Embarazo.
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Ambas siempre han hablado sobre tener una familia, incluso antes de casarse. Y después de ello, querían esperar aunque fueran dos años para poder tener su casa o departamento propio y estar estables para intentar la inseminación en ti ya que Nat no podía.

Las dos primeras veces, salió negativo. Pero la tercera fue la vencida, y quedaste embarazada de un niño.

Nat estaba por las nubes de emocionada con el nuevo integrante de la familia. Siempre se imaginó teniendo la suya propia, consintiendo a sus hijos, días de familia en el parque, navidades, cumpleaños, etc. Y cuando le diste la noticia de que todo eso podría ser posible, la sonrisa más grande que jamás hayas visto se formó en su rostro.

A partir de ese momento, Nat comenzó a comprar ropa, juguetes, libros de maternidad, y mil cosas más para su bebé. Aún incluso sin saber si sería niño o niña.

Clint estaba más que feliz de ser el padrino, y a Wanda casi le dio algo al saber que sería la madrina. Mientras que Pietro comenzó a quejarse porque él también quería ser el padrino.

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Era tarde por la noche cuando Nat llegó de aquella misión, así que te saludó y se metió en la cama contigo, recostándose de lado para quedar a la altura de tu vientre y así hablar con su pequeño Clint Junior, mientras acariciaba tu panza.

–Mi pequeño niño... no te imaginas lo emocionadas que estamos tu mamá T/N y yo de que nazcas... hemos esperado tanto por ti, que no hayamos la hora de por fin tenerte en nuestros brazos... tu tía Yelena te tiene muchos obsequios, y tus abuelos Melina y Alexei están muy emocionados. Y aunque tu abuelo Nick no lo quiera aceptar, también está muy ansioso de conocerte.–Susurró con una gran sonrisa, de vez en cuando dejando besos en tú vientre.

–¿Abuelo Nick?–Reíste ligeramente, viéndola hacia abajo mientras tenías tu mano en su cabeza y la otra en tú panza.

–Sí... Wanda leyó su mente y me pidió que guardara el secreto, así que no digas nada.

–De aquí no saldrá una sola palabra.

–Bueno mi pequeño, ahora me voy a dormir porque estoy muy cansada, así que mañana te leeré un cuento, ¿te parece?–La sonrisa no se borraba de su rostro, menos aún cuando le sintió patear justo donde estaba su mano.–Jamás me voy a cansar de esto...–Besó tu panza y se acomodó contigo, dejando tu espalda en su pecho, su mano en tú vientre y a la vez que besaba con suavidad tu hombro.

–Lo sé... yo tampoco, aunque ya quiero conocerlo.

–Yo también... los amo mucho, a ti y a nuestro pequeño Clint Junior.–Besó tu mejilla, para después cerrar los ojos con la sonrisa aún visible en su rostro.