Nacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron.
Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...
Goblins y orcos esbirros pertenecientes a la tribu Orc Kus Khan corrían de un lado a otro llevando distintos cadáveres, armas, armaduras, materiales, pergaminos, libros, todo lo que pudieran cargar para ser almacenado en los túneles de contrabando.
Tarl: - Necesitamos aumentar nuestra mano de obra-.
Llamó a sus jinetes de lobo y les dio algunos "Rocíos de sangre".
Tarl: - Los barrios pobres no fueron evacuados, busquen en esos lugares a los enanos adictos, ellos seguramente harán lo que sea por tener más de esta porquería-.
Los jinetes de lobos tenían permitido dar un poco de estos hongos con la intención de incitar a los enanos a trabajar para ellos.
Los barrios de escasos recursos tenían altas temperaturas ya que se encontraban muy cercanos a las fuentes de lava en las profundidades del reino, la mayoría de los que vivían en estos lugares eran herreros que trabajaban gran parte del día fabricando armas por un mísero salario.
Al haber pobreza, escasez y pocas atención por parte de las autoridades en estos lugares, por consecuencia estas zonas se llenaron de delincuentes .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Zonas bajas del reino Kilmor
Caso contrario en la cima del reino se encontraban los enanos con mejor estatus económico ya sean comerciantes, familiares nobles, dueños de industrias, etc.
Estos vivían alegremente sobre los demás, claramente todos ellos fueron rápidamente evacuados a un lugar más seguro cuando se abrieron las puertas de roca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Zona alta del reino Kilmor.
La horda de bestias llegó justo a la zona alta del reino, las hermosas y cuidadas esculturas fueron destruidas.
Los caros y elegantes hogares fueron destrozados, en búsqueda de los enanos, hasta que se encontraron con la segunda defensa de Kilmor.
El ejército de bestias profanaba sus pulcras y santas tierras, por lo que el rostro de Mirlos Kilmor se arrugaba con desprecio.
Los altos mando de la milicia enana discutían de su actual problema, habían sido desplegados a su segunda defensa.
El problema era que en sus segundo punto defensivo no tenían suficientes recursos para aguantar un largo asedio, los alimentos, las municiones, herramientas de reparación, el equipo médico, todo estaba muy limitado.
