Nacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron.
Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...
2K de vistas en "Reencarne en un Orco (Re)" vamos "¡Por el honogro!" dirían los orcos de Warcraft 3 XD.
Entre los camerinos del teatro se podía ver a Gazul correr a todos lados preguntando si habían visto a su gatuno amigo.
Después de varios minutos pudo encontrarlo en el último lugar que se imaginaría, Garritas Esponjosas se encontraba acurrucado en la calva de Tarl.
Tarl por su parte lucía su nueva y sedosa cabellera, a la chica goblin casi le da un ataque de tanto reír.
Tuvieron que quitarle el gato de la cabeza ya que ni los enanos ni las bestias podían actuar seriamente viendo al orco con un peluquín gatuno super esponjoso.
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El grupo del protagonista se encontraba en la zona baja de Kilmor, deberían subir y recoger la pequeña runa.
Corriendo entre las casas de los enanos y sus calles, Tarl se fue acercando cada vez más a su objetivo.
El sonido del metal chocando, gritos y gruñidos provenían de todos lados, era una carnicería.
Algunas flechas perdidas de parte de los enanos ballesteros cruzaban muy peligrosamente cerca de la cabeza del orco.
Inmediatamente el líder Tarl se recostó en el suelo para cubrirse entre las paredes de una de las casas.
Tarl: - Hijos de sus enanas madres, casi me clavan una flecha en la frente-.
Por un callejón salieron un grupo de enanos lanceros.
Lanceros: - ¡Carguen!-.
Apuntaron con sus lanzas al grupo del protagonista, iniciando una pequeña lucha entre los goblins y enanos.
Un enano cazador brincó desde el techo de una de las casas e intentó decapitar a Tarl, pero con rápidos reflejos pudo batear en el aire al enano con su mazo de ciénega.
En ese momento una flecha atravesó el hombro del orco, un enano ballestero lo tenía justo en la mira para otro disparo, lastimosamente se enfocó tanto en matar a Tarl que un troll se pudo acercar a él y matarlo.
Estar en medio de una guerra era muy caótico y estresante.
Los goblins martilladores aplastaron a los enanos lanceros, con sus pesados martillos derribaban las paredes que le estorbaban al líder, debían llegar rápido a la runa y salir corriendo.
A lo lejos grandes llamaradas surgieron, muchas bestias corrían rodeadas de llamas completamente chamuscados.
El rey Mirlos Kilmor había sacado a la batalla uno de los tesoros de su reino, el "Martillo Núcleo de Volcán", con un solo toque incendiaba a sus enemigos.
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