Nacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron.
Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...
*Nota: Esta historia es un Remake de la historia "Reencarne en un orco" perteneciente al usuario Sr_Kodex de quien tengo permiso, puede pasar a leer alguna de sus historias son muy buenas.
Tarl: -Lo último que recuerdo fue mi carne arder y respirar pesadamente, ¿un accidente? tal vez, después de eso una infinita oscuridad-.
Súbitamente apareció en una habitación sumamente blanca y pulcra, 6 almas se encontraban frente a la diosa de la reencarnación.
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*Giz, diosa de la reencarnación, diosa mediana.
Giz: - Ustedes son los afortunados héroes que salvarán el mundo, acérquense para bendecirlos-.
Sonrió ligeramente la hermosa diosa de piel blanca como la leche, su vertido crepuscular les recordaba a las almas al lugar donde se encontraban hasta hace apenas unos segundos atrás.
Ella con elegancia se levantó de su asiento y fue tomando cada una de las almas entre sus manos.
Las bendiciones eran títulos los cuales les ayudarían a lo largo de sus aventuras.
Al primero le regaló "Adamantita" la cual lo vuelve resistente a los ataques físicos.
Al segundo lo bendijo con "Zero" volviéndose indetectable por periodos de tiempo.
Al tercer afortunado le tocó "Refinación de maná" permitiéndole un gasto mínimo de maná en sus habilidades.
Al cuarto se le otorgó "Gungnir" todos sus ataques se volverán ineludibles.
Al quinto recibió de obsequio "Angelical" todas las personas confiaran inmediatamente el/ella y le ofrecerán su ayuda incondicional.
Los 5 héroes partieron al mundo reencarnando en distintas especies poderosas, con buenas familias y en reinos muy desarrollados.
La diosa de la reencarnación Giz miró hacia abajo a Tarl, la sexta y ultima alma, con una sonrisa perversa lo tomó entre sus manos.
Giz: - Tu eres el más afortunado de todos, seguro no lo sabes pero no puedo reencarnar a 5 héroes a la vez en un mismo planeta, debo de equilibrar el mundo y tú serás ese sacrificio-.
Tarl sin poder moverse de las poderosas manos de la diosa recibió su título "Maldición heroica".
En la mente del protagonista aparece una nota blanca con letras doradas.
"Maldición Heroica: Eres un simple sacrificio para Giz, por cada título ganado por los héroes obtendrá una maldición nueva".
Giz: - No borrare todas tus memorias, igual y morirás seguramente en unos días jajajaja-.
Con desdén arrojó el alma al nuevo mundo.
Su alma entró en el cadáver de un orco que acababa de salir de la placenta, con un cuerpo muy delgado y pequeño en comparación a los demás, se podría decir que nació muerto entre barro formado por la tierra, la apestosa suciedad y la sangre pútrida.
Aun así entre todos los nacidos ese horrendo bebé era quien tenía la mirada más feroz de todos, rugió débilmente con enojo, mientras los demás lloraban por comida.
*Nota: Parte final. Yo les invito a comentar cualquier duda, aporte, crítica, teorías, comentario gracioso, etc, que tenga de la historia, esto me ayuda a mejorar en mis narraciones, los únicos comentarios no válidos son los comentarios de odio mencionando a otros usuarios.
Nombre: Tarl Gastrell.
Especie: Orco esbirro (Bebé)
Nivel: 1
Categoría: Novato
Títulos:
Maldición Heroica: Eres un simple sacrificio, por cada título ganado por los héroes obtendrá una maldición nueva.
Maldición Heroica:
Papel: Recibes el doble de daño de los ataques físicos.
Bengala: Cada cierto tiempo atraes la atención de todos los de tu alrededor.
Ineficiencia: Consumes una excesiva cantidad de maná al usar magia común.
Impreciso: Tus ataques tienen muy poca probabilidad de acertar.
Adefesio: Las personas instintivamente desconfían de ti y te odiaran.
