Parte 4.2. Con uñas y dientes.

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La chica goblin tomó fuerte entre sus brazos a su gato y gritó.

Gazul: - ¡Cargan y disparan ya!-.

Los goblins que se encontraban aun asustados por la visión del enorme cíclope acercándose por fin despertaron y acataron las órdenes de su superior.

El gran proyectil casi daba en la espalda del enemigo, pero este cíclope no se mantenía quieto.

Inmediatamente volvieron a cargar, pero debían ser más certeros ya que las municiones escaseaban.

Los orcos esbirros querían lazarlo con sogas pero el cíclope primate simplemente los arrastraba cuando se movía.

Los goblins martilladores golpeaban los dedos de los pies del enemigo con la intención de inmovilizarlo, pero era demasiado resistente.

El líder orco seguía esquivando los ataques, corría en distintas direcciones para no ser aplastado.

La balista volvió a disparar dando esta vez en la espalda de la enorme criatura, lastimosamente las piel junto a los músculos de la bestia no permitieron que el proyectil lo hiriera de gravedad.

Tarl chasqueó la lengua, el cansancio ya estaba afectándolo, pronto dejaría de ser capaz de esquivar.

Gazul: - ¡Carguen de nuevo!-.

Goblin: - Es la última munición jefa-.

Pensó en el problema que tenían, las frustrantes defensas de su enemigo eran altas, Garritas Esponjosas ronroneó entre sus brazos, eso la calmó.

Gazul: - ¡Muevan la ballestota contra el cíclope, vamos a dispararle justo frente a su cara!-.

Los goblins se quedaron en su mismo lugar, ellos no querían acercarse a esa cosa, ellos deseaban huir lejos, la chica goblin se molesta ya que no quería ver a su líder morir, abofeteó al goblin más cercano, el golpe le dolió más a ella que a su víctima.

Gazul: - ¡Vamos a protegernos los unos a los otros con uñas y dientes, así que muevan la maldita ballestota!-.

Gritó mientras su amigo gatuno amenazaba a los goblins de arrancarles los ojos si no obedecía a su amiga.

Goblins: - ¡Con uñas y dientes!-.

Comenzaron a empujar la balista contra el enemigo.

El líder orco observó a los goblins y comprendió que ellos planeaban disparar al cíclope a quemarropa.

Tarl: - ¡ Asqueroso gorila voy a sacarte el ojo y me lo comeré con chile, limón y sal!-.

Sujeto una de las sogas que colgaban del cíclope con una mano mientras con la otra portaba la "hacha hueso", comenzó a correr en círculos, no tenía la intención de derribarlo, él quería columpiarse.

Su enemigo quería aplastarlo, pero Tarl brincaba y con apoyo de la cuerda se movilizaba velozmente a otra dirección.

Con impulso el líder orco se dejó caer contra el proyectil que tenía incrustado su enemigo en la espalda, con la velocidad alcanzada por columpiarse y la fuerza de su brazo golpeó con la parte sin filo del hacha al proyectil.

El hacha hueso en el impacto dio un extra de daño contundente y el proyectil se incrustó aún más, el cíclope grito de dolor.

El primate ahora si estaba completamente concentrado únicamente en Tarl, solo quedaba esperar que no notara a los goblins.

Orcos esbirros socorrieron a los goblins para empujar "La ballestota", con su fuerza fue más sencillo moverla.

Gazul iba sobre el arma constantemente calibrando para asestar un golpe crítico en el ojo amarillento del colosal.

Reencarne en un Orco (Re)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora