Nacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron.
Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...
*Nota: Ya que en ocasiones no puedo representar de la mejor manera los sentimientos de los personajes, me apoyare con imágenes las cuales solo representan el estado de animo o facciones faciales. Espero y nos ayude a todos :)
El hediondo olor de la sangre corrupta del Pecado de la Envidia, esto junto a todas las negativas emociones que pasaban entre los Elfos llamó la atención a los otros Pecados.
El primero en llegar al llamado fue el Pecado de la Ira, quien tiene una buena relación con Avaricia y Envidia pues sus habilidades creaban odio que es equivalente a la ira.
Ira: - El delicioso aroma del miedo y odio revolotea entre estas patéticas criaturas -.
Envidia: - Toma a cuantos quiera, vamos a festejar -.
Sonreía desagradablemente.
Ira: - ¿Envidia compartiendo?, debes desear ver una carnicería entonces -.
El Demonio comenzó a inundar los débiles e inseguros corazones de los Elfos, repentinamente uno de estos tomó su espada y apuñaló a su compañero más cercano, este pequeño acto se convirtió rápidamente en un enorme conflicto.
Ira: -¡ Vamos, enseñen quien es digno de mi título!
Gritaba mientras esparcía entre las criaturas la enloquecida violencia.
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Dentro del Jardin Gastrell, la mesa donde se colocaron los bocadillos se encontraba actualmente partida por recibir una poderosa patada de Roja, quien no tomó de buena manera la pobre ayuda de Gazul.
Gaal: - ¡No requiero su ayuda en unos meses, lo requiero ahora!-.
Cada día que perdían en el viaje, en hablar y llegar a un acuerdo, era otro día más en el que su nación era destrozada.
Tarl y la guardia especial Goblin de Gazul rápidamente se prepararon para lo peros, sin embargo la joven Goblin Cacique no se notaba preocupada, pues casi al instante uno de los Elfos que acompañaba a Roja le comento sobre lo que sucedía afuera de las murallas.
Gaal: -¡Maldición!, esos idiotas -.
Con gran velocidad salió del jardín, dando grandes saltos llegó a las murallas rápidamente, observando una gran masacre orquestada por sus mismos súbditos.
El olor metálico de la sangre derramada se extendía por todo el bosque, extremidades cercenadas adornaban los árboles, la muralla se encontraba adornada de Elfos agónicos clavados contra las paredes al ver que intentaron escapar con los Orcos.
Algunos Ursus de la mazmorra cercana habían salido de su área atraídos por el delicioso aroma de la carne expuesta, con voracidad consumen a los Elfos heridos que entre gritos pedían auxilio a sus congéneres, solo para recibir viles miradas
Gaal: - ¡Son unos malditos estúpidos!-.
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