Parte 14.12. Primera y Última palabra.

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Varios de los No-Muertos de Tarl llegaron hasta la ubicación indicada por su creador, entre 4 árboles retorcidos de manera antinatural encontraron prisionera a Yuzari, sus indicaciones eran solo rescatarla, por lo que solo se mantuvieron a su alrededor protegiéndola.

Aun lastimada por el golpe de aquel demonio, se levantó del suelo pues aún se mantenía decidida de combatir hasta el final, lucharía hasta encontrarse con Bomper ya sea en esta vida o después de esta.

Por suerte para ella el bosque había regresado a la normalidad después de que Gazul destrozara aquel conjuro del Rey Demonio, además por el gran tamaño de la Emperatriz fue sencillo ubicarlos.

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Bardanael: - ¿Tenemos al menos alguna posibilidad? -.

Pregunto entre dientes al Orco junto a él.

Tarl: - Una muy pequeña, mírala bien -.

El Rey Demonio observó a la criatura, no entendía qué tenía que ver ¿alguna debilidad?, esa cosa estaba fuera de toda lógica era una divinidad.

Bardanael: - Espera, no desprende la misma energía que un dios -.

El Orco asintió, Gazul robaba energía divina de los Dioses menores, sin embargo, aun así ella no era una divinidad, por lo que aún tenía debilidades como cualquier otro ser común.

Claro el problema era encontrar su punto débil antes de que los evaporara con sus aterradores poderes.

Tarl: - Siento algo extraño dentro de ella, solo es una posibilidad que este sea su debilidad -.

El demonio solo asintió, pues personalmente él no tenía ninguna idea de cómo vencerla, creó un enorme conjuro, el cielo despejado comenzó a oscurecerse al mismo tiempo que desde un punto distinto al sol vislumbraba otro objeto.

El demonio solo asintió, pues personalmente él no tenía ninguna idea de cómo vencerla, creó un enorme conjuro, el cielo despejado comenzó a oscurecerse al mismo tiempo que desde un punto distinto al sol vislumbraba otro objeto

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*Gran Meteoro.

El maná alrededor del Demonio disminuyó en gran medida, aquel desastre cósmico era de mayor tamaño que la mismísima Gazul.

Bardanael: - ¡Trágalo puta! -.

Aquello hizo voltear el rostro de la criatura hacia el cielo, moviendo su mano izquierda la tierra retumbó creando un poderoso terremoto, de la tierra comenzó a salir una gigantesca mano formado por el bosque de Ork Kus Khan.

Aquello hizo voltear el rostro de la criatura hacia el cielo, moviendo su mano izquierda la tierra retumbó creando un poderoso terremoto, de la tierra comenzó a salir una gigantesca mano formado por el bosque de Ork Kus Khan

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*Mano de Gea.

Todo un brazo se formó de la tierra tomando aquel enorme meteorito, el impacto entre estas dos titánicas habilidades formó una poderosa onda de choque una ola de aire a alta presión con temperaturas que derriten la roca se expandió en todas direcciones, después de eso miles de trozos de enorme rocas llovieron por decenas de kilómetros

Tarl usando como sacrificios algunos demonios del Rey creó nuevamente varios "Tornados Siniestros", buscando disminuir el daño colateral de aquel choque, pero manteniendo todo el desastre cerca de Gazul.

Aquella habilidad tomó toda la energía calorífica del impacto volviéndose un tornado de llamas.

Aquella habilidad tomó toda la energía calorífica del impacto volviéndose un tornado de llamas

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*Tornado Siniestro de fuego.

Pero como se esperaba, esto no era suficiente para detenerla, sus defensas físicas y mágicas eran monstruosas, por lo mismo todo esto solo era una distracción.

Usando distintas habilidades para potenciar su físico y con apoyo de Bardanael, Tarl salto dentro de todo ese caos para combatir contra ella cuerpo a cuerpo.

Pero con su mano derecha repelió al Orco, aquel simple manotazo rompió múltiples huesos de Tarl mandándolo a volar, sin embargo, eso era lo que buscaba, en el momento en que ambas tocaron el cuerpo uno del otro nuestro protagonista usó todas sus habilidades de contacto contra la criatura.

Necesitaba obtener toda la información posible de ese nuevo cuerpo, aún tenía dudas de que era aquella cosa que lo llamaba desde el centro de la criatura.

Lamentablemente al lugar donde fuera arrojado era algo aleatorio, Tal miró con preocupación al lugar donde se estrellara, pues era el peor lugar posible, acercándose a una lata velocidad se encontraba esperándolo aquellas extensiones de carne que absorben a cualquier criatura

Es un impacto inminente, el orco se estrelló con aquella masa de carne, hundiéndose en ella, parecía estar dentro de un lago con agua super densa, incapaz de moverse incluso con sus altas estadísticas, ¿este era su fin?

Aquel montón de carne se movió alrededor de él, empujándolo fuera, de nuevo a la superficie, Tarl antes de ser expulsado de aquella abreacción pudo escuchar dentro un pequeño "Da-da", el corazón muerto del orco se llenó de una gran tristeza pues esas serian las primeras y últimas palabras que escucharía de su hijo menor, quien lo había reconocido como su padre.

Tarl: - Gracias por existir -.

Colocó su mano sobre la masa de carne, ahora podía conseguir información de él, observó toda la crueldad de Gazul, las perversiones hachas a su hijo, el pacto con los dioses.

Al instante toda la masa de carne explotó en millones de trozos manchando de sangre todo el lugar, algunos huesos se podían ver regados por el suelo.

Gazul: - Desobedecer mis ordenes se pagan con sangre estúpido hijo -.

Aquella criatura había destrozado por completó a la aberrante masa de carne, asesinando a su hijo frente a los ojos del orco, la criatura que nació para beneficio de ambos, el bebé que amó a sus padres sin importar lo sucedido.

El cuerpo encorvado y viejo de Tarl sufrió cambios regresando a un cuerpo más joven, sus grandes músculos deseaban romper su vestimenta, mientras sus grandes dientes y protuberancias óseas daban una aterradora apariencia.

Esto era parte del título capital "Demonio Iracundo", pero al estar encerrado dentro de Gazul el cuerpo de Tarl sólo se mejoró como Orco dejando de lado su estado demoníaco y locura.

Tras aquella criatura reconocida como Gazul, el Rey Demonio yacía en el suelo con una gran herida en el abdomen, por su parte Tarl se encontraba en su mejor momento.

Sin embargo, ¿sería eso suficiente?, ¿Tarl había encontrado el punto débil de su antigua compañera?



Nota: Parte final. Como siempre sus dudas, comentarios, aportaciones son bien recibidas ya que me ayudan a mejorar la narraciones y poder entregarles unas historias más entretenidas, interesantes o intuitivas.

Reencarne en un Orco (Re)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora