Los martilladores goblins intentaron aplastar a los desollados, sin embargo era muy complicado dañarlos ya que solo eran pieles.
Los desollados se doblaban y reducían enormemente el daño de los golpes contundentes.
Incluso las flechas no eran tan efectivas ya que no tienen órganos que dañar, simplemente pasaban a través de ellos.
Balok: - ¡No sean tan tontos, usen sus sus cuchillas!-.
El albino arrojó su hacha contra un enano.
Balok: - ¡Pásame una espada!-.
El enano asustado arrojó una espada e inmediatamente comenzó a afilar el hacha.
De un golpe podían partir a su enemigo, el problema era que tenían que estar constantemente afilando sus armas para dañar a sus enemigos.
Desde la distancia el emperador les advirtió.
Tarl: - ¡No sean ineficientes contra los no-muertos, intenten matar mínimo a dos de un golpe, recuerden que en desgaste ellos siempre vencerán, Balok te dejo a cargo!-.
Se fue corriendo entre los árboles.
Balok: -¡Si como sea!-.
De un tajo partió por la mitad a cuatro desollados, subiendo a nivel 8.
Balok: - Más niveles para mi jeje-.
Un enano le arrojó de nuevo su hacha afilada y el cerdo albino saltó sin miedo dentro de la horda de desollados, bufando fuertemente, enseñando el verdadero poder del jamón.
La piel putrefacta dividida por el hacha del salvaje orco esbirro comenzó a aparecer por todo el suelo, entre los árboles y sobre las rocas.
Mientras tanto en su grupo, la piel de los no-muertos se envolvía violentamente entre el cuerpo de los seres vivos, soltando un tipo de ácido que corroe la piel.
Algunos pobres hobgoblins junto a los orcos esbirros sintieron el ardor del ácido y la gran presión que ejercen los desollados cuando se envolvían en las extremidades.
La perturbadora forma en que se movían y su enorme flexibilidad hacía a estos enemigos muy problemáticos, eso además de los enormes números que siguen llegando.
Era un flujo incontrolable de no-muertos, esto hacía dudar si solo eran pieles humanas o de otras especies, ya que eran incontables los enemigos.
Cada vez el cargamento se veía aún más amenazado, era una realidad que Balok era un monstruo entre los orcos esbirros, pero sus súbditos no eran tan habilidosos como él.
Algunos de los animales de carga se estaban poniendo muy nerviosos ante la presencia de los no-muertos, estas bestias pateaban y comenzaban a salirse de la formación.
El Jefe de Demolición se encontraba muy entretenido hasta que comenzó a escuchar muy seguido el lamento de sus guerreros.
Al voltear observó como su escuadrón pronto terminaría de colapsar y todos serían arrollados por el interminable flujo de no-muertos.
Balok: - ¡Comienzan a moverse, ustedes no tienen mi aguante, no ven que no se terminan!-.
Giró su hacha y espada, cada movimiento de sus armas significaba la caída de 6 enemigos al mismo tiempo.
Su grupo comenzó a irse dejándolo atrás, estaba bien ya que una vez los viera a una distancia razonable iría tras ellos, mientras servirá de cebo.
Balok: - Que suerte que al menos no son no-muertos infecciosos-.
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Reencarne en un Orco (Re)
FantasyNacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron. Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...