Parte 14.8. La Capital.

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El cráneo blanco del Grandioso se mantenía a una distancia de al menos 30 centímetros del rostro de Tarl, aun con solo cuencas negras el viejo Orco podía sentir su penetrante mirada.

Tarl: - No necesito ocultarme nada, la verdad es que hasta hace apenas unas horas atrás se encontraba conmigo, después de un combate contra un demonio nos separamos, mantengo algunos No-Muertos buscándola en el bosque -.

Su cráneo blanco volteo levemente hacia dentro de la capital, para después voltear completamente hacia el bosque, dando un gran suspiro antes de hablar con el emperador.

Bomper: - Eso es terrible, pero primero debemos terminar con esta pesadilla -.

Apuntó con su dedo al centro de la capital.

Bomper: - Dentro se encuentra el objeto que mantiene el infierno en la tierra, aquel maldito artefacto que dejó en ruinas todo, lamentablemente es tan duro que me fue imposible destrozarlo con mi nivel actual -.

Dibujo en el suelo un círculo representando el objeto, mientras a los alrededores colocaba distintos edificios que Tarl reconocía con facilidad, este objeto debía encontrarse entre su hogar y el edificio de administración.

El viejo orco chasqueó su lengua, recordando su imperio antes de la catástrofe, recordando a sus habitantes paseando por sus calles, a su familia.

Tarl: - Cuéntanos un poco más -.

El Grandioso asistió con la cabeza.

Bomper: - Esa cosa fue dejada por un demonio de gran tamaño, este comenzó a expulsar una gran cantidad de maná convirtiendo la tierra en este infernal lugar, cuando volví como No-Muerto intenté destrozarlo, pero simplemente mis golpes o habilidades no le dejaron ningún rasguño -.

El zombi cabra golpeó el suelo deshaciendo el dibujo.

Bomper: - Juntos seremos capaces de romperlo y vengar a nuestros compañeros, aunque intentar esto llamará la atención de todos los demonios que defenderán aquella cosa -.

Observó al ejército detrás de Tarl.

Bomper: - Presiento que una vez caiga muchos de los demonios desaparecerán junto a esta -.

Se levantó caminando un poco indicando la dirección.

Tarl: - Vamos, mientras me gustaría saber un poco más de la invasión -.

Mientras avanzaba Bomper contaba los sucesos del ataque demoníaco, Tarl por su parte escuchaba detenidamente estos sucesos asistiendo constantemente.

Observando su entorno, las marcas de los combates y cadáveres.

Bomper: - Aquí estamos -.

La hermosa capital la cual fue elogiada por los orgullosos Elfos ahora no era más que un montón de ruinas y grandes cúmulos de horrendas bolas de carne, todos vieron con horror lo sucedido,

Tarl: - ¿Qué rayos es esto? -.

La masa de carne sobre los edificios y caminos, palpitaba constantemente como si tuviera vida propia, lentamente seguían expandiéndose, absorbiendo todo a su paso

La masa de carne sobre los edificios y caminos, palpitaba constantemente como si tuviera vida propia, lentamente seguían expandiéndose, absorbiendo todo a su paso

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Reencarne en un Orco (Re)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora