Nacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron.
Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...
El momento llegó, el equipo de caballería con 105 unidades atacó por el este, el equipo de demolición con 120 unidades arrasó por el lado oeste. Sin demora los orsus pardos se dirigieron a enfrentar a los invasores.
Por su parte el ejército central dirigido por Gazul con 584 unidades recorría el centro del bosque dirigiéndose directamente a la mazmorra.
Fue cuestión de tiempo y de matar algunos orsus para ver el claro, la entrada a la mazmorra, era justo como había dicho Siljka.
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*Ruinas de la fortaleza de los Orsus, mazmorra del bosque.
Tarl: - Es enorme este lugar-.
Entre las ruinas se podía ver unas escaleras de roca, era la entrada a la mazmorra subterránea.
El emperador orco bajó por las escaleras, tras de él lo seguían los goblins asesinos y otros súbditos que tomarían las habitaciones, un mensaje le fue enviado.
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Sus apestosos patas llenas de lodo han logrado pisar las Ruinas de la fortaleza de los Orsus.
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Tarl: - ¡Rayos!, ya había sido explorada anteriormente, ahora no habrá botín especial-.
Maldijo entre dientes.
Debían controlar los cuartos de la mazmorra ya que los esbirros al morir entraban en enfriamiento y reaparecen dentro de la mazmorra, si no les ponen atención quedarían rodeados de enemigos.
Los pasillos, las escaleras y los cuartos dentro de una mazmorra se modificaban para que sus esbirros pudieran pasar con sencillez a través de ellas.
Tarl: - Todo es tan grande, se que los osos en comparación a un humano son grandes, pero espero no encontrar uno más grande que yo-.
Actualmente llevaba bloqueados la maldición "Aura de Degradación" y "Impreciso".
Los orsus pardos que corrían contra Tarl eran golpeados por sus puños desnudos, un solo golpe era suficiente para romperles el cráneo, después el alto orco sorbia el cerebro de los osos , las pobres bestias aun pataleaba mientras perdían su materia gris.
Dolk: - Que aterrador es el emperador-.
Seguramente solo Tarl y los cíclopes podrían hacer eso usando solo sus puños, por otra parte aunque sus adversarios eran nivel 1 estos no eran para nada débiles.
Los chorros de sangre de sus enemigos eran vorazmente consumidos por el anillo rúnico que portaba el emperador orco.
Tarl: - Es como comer almejas, muy delicioso jeje-.
De esta forma su título "Demonio Glotón" tenía la oportunidad de robar estadísticas o títulos.
Con bastante sencillez avanzaban dentro de la mazmorra, claro esto se debía a que la mazmorra no tenía unidades muy fuertes por el desbordamiento y que la mayoría de sus esbirros se encontraban en el bosque.
