Nacido maldito con la asquerosa apariencia de un orco de bajo nivel, acaso los dioses lo abandonaron.
Pero no son momentos de lamentos, es tiempo de consumir, evolucionar y con sus manos llenas de sangre cambiar el brutal destino que se le fue sente...
Jinete de lobo: - No podemos jefe, la mazmorra desapareció cuando entró el Líder-.
Gazul: - Seguramente se necesite cumplir ciertos requisitos para poder entrar, puede relacionarse al día, hora, la cantidad de personas, las especies, etc-.
Zaiku: - ¡Mierda, no tenemos tiempo para averiguar los requisitos, solo podemos esperar que llegue pronto, los demás preparen sus armas, coloquen todas las trampas posibles, demostremos de lo que está hecho la tribu Orc Kus Khan!-.
Las tropas enemigas avanzaban lentamente destrozando a las tribus que se interponen en su camino.
Ni hombres lagartos, hombres bestias, goblins, orcos esbirros, no-muertos estaban a salvo de estos aterradores enemigos.
El hombre que comandaba esa expedición en el bosque es conocido como el "Negro".
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*Evaristo Dicare, el "Negro", uno de los 5 heroes, hijo del Santo Pontífice líder de la religion más grande, poderos e influyente entre las especies reconocidas como personas.
Evaristo: - ¡En nombre de lo santo y justo, debemos erradicar la maldad que asola este bosque, no dejen a ningún monstruo vivo, cualquier persona relacionada con ellos también es un hereje, todos deben ser enviados de regreso al averno!-.
Todas las personas lo reconocen como un poderoso enviado de dios, esto se debía principalmente por su título "Angelical" que provoca que todas las personas confíen en él y presten su ayuda inmediatamente.
Soldados: - ¡Por su santidad!-.
Gritaron orgullosamente al poder ayudar a tan importante y majestuosa persona.
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El protagonista junto a su escuadrón avanzaba lentamente por el segundo piso de la mazmorra.
La combinación de los dos esbirros "Pequeño Ent" y "Remolacha cazadora" era muy molesta, ya que se complementan muy bien.
Por suerte consiguieron llegar hasta el tercer piso, los goblins fueron los más perjudicados al ser los de menor nivel del grupo, algunos ya habían caído frente a los enemigos de nivel 3.
El tercer piso era una gran habitación, el suelo era lodoso, había pequeñas lagunas, hierbas altas crecían por doquier, no había mucho espacio por donde caminar.
Tarl: - ¡Cuidado donde pisan y manténganse atentos!-.
Esto era algo malo, el cuarto era enorme, mas sin embargo no se podía ver ningún enemigo.
Tarl: - ¡Esta habitación debe ser del jefe o subjefe de la mazmorra, cualquiera sea el caso será un poderoso adversario!-.
En ese instante algo salió rápidamente de la ciénega y se llevó a un orco esbirro, los goblins gritaron y corrieron.
