Capítulo 5

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Capitulón... nos vemos al final!!!!


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Dormí el resto de la tarde y soñé con ella, con su piel bajo mis dedos y sus movimientos contra mi cuerpo, mi imaginación hizo algunos ajustes y nos encontrábamos solos y a punto de pasar de nivel.

La excitación no se me pasaba a pesar de haber tomado medidas.

Me desperté con la sorpresa de mi amigo dejándose notar.

Revoleé los ojos y puse música, esperando que bajara por sí solo, no iba a darle más atención de lo que ya había tenido.

Tampoco era un púber para estar con el rabo en la mano todo el día.

Pensé en llamar a Luci y dejarla solucionar el asunto pero no tenía ganas de hacer el cuento previo, así que solo dejé el mensaje en visto.

Caminé a la sala y me tiré en el sofá, Valeria miraba una serie española de atracos y gente vestida de rojo, y se mordía las uñas, mientras sonaban disparos y algo de sangre saltaba por el aire.

-¿Está buena?.-

Pregunté cuando terminó el capítulo.

-Uff... no tienes idea. La mejor que he visto hasta el momento. ¿Quieres verla?.-

-¿Por cual capítulo vas?.-

-Cinco. Pero si quieres puedo esperarte y la seguimos juntos.-

La miré un momento dudando, pero no noté ninguna segunda intención así que me relajé y asentí con una sonrisa.

No estaba acostumbrado a relaciones de amistad con chicas, siempre terminábamos enrollados y jadeando, pero Valeria se mostraba indiferente y descubrí que era bueno. Agradable.

Además, lo último que podía hacer era meterme con ella, mi madre me haría pisar las pelotas por un tren de carga.

-La comenzaré en un rato y te avisaré.-

-Genial.-

Dijo poniéndose de pie y desapareciendo escaleras arriba.

Mi madre y su juguete estaban en la cocina hacía rato, preparando no sé qué comida exótica que llevaba tiempo.

Mi vanidosa madre jugaba a cocinar para sentirse por un momento parte del mundo real, pero sus anillos de piedras caras aguardaban bien cerca para volver a sus manos, cuando ella decidiera que ya no era solo un ser humano.

Miré la televisión al azar hasta que el sonido del timbre interrumpió mis planes, miré alrededor esperando que alguien respondiera pero nadie dejó de hacer sus cosas, resoplé con fastidio y me levanté del sofá.

Abrí la puerta y mi sorpresa fue gratificante.

La chica que había saltado a mis brazos en el instituto estaba frente a mi, y el desconcierto en su rostro era un poema.

Me miraba con las mejillas comenzando a llenarse de color y sonreí, mientras recargaba el peso de mi cuerpo en el marco de la puerta.

-Hola.-

La saludé educadamente y tardó en responder, mientras se movía con incomodidad sin despegar sus ojos de mi.

-Hola, estoy buscando a Ulises, mi novio.-

Me moví imitando sus movimientos, burlándome de ella, y crucé mis brazos sobre el pecho, sabía que esa posición me hacía ver fuerte y dejaba resaltar el resultado de tanto ejercicio..

Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora