-¿Entonces no dormirás con nadie más?.-Sonó casi escandalizada y fue gracioso.
-Llevo casi 4 años sin tener sexo y no me he muerto.-
Se quedó helada y la sonrisa se borró de sus labios.
-No has vuelto a acostarte con nadie desde...-
-Desde la noche que me despedí de ti. No.-
Intentaba que aquello tuviera lógica, la vi hacer el esfuerzo por entender.
-No puedo creerlo.-
-Pero soy joven, tengo apenas 21 años y confío en que en algún momento encontraré a alguien con quién vivir el amor.-
-Ah, ¿y así de fácil dejarás de luchar por mi?.-
Me miró a los ojos y en mi estómago algo aleteó poniéndome nervioso. Tragué saliva y tuve que humedecer mis labios.
-¿Quieres que luche por tí?.-
La certeza de que nuestra historia pertenecía al pasado casi se disolvía, pero no quise ilusionarme.
La duda cruzó su rostro y mi ilusión se disparó.
Ella estaba dudando.
No pude evitar sonreír y me sentí eufórico, pero debía contenerme.
-Ahora seré yo quien te cuente una historia.-Acomodó sus piernas preparándose para lo que seguía, y yo aproveche a dejar los restos de nuestro desayuno en el suelo.- Cuando te fuiste, desapareciste, mi vida cambió. Yo cambié.- Me puse lo más cómodo posible en el banco porque sabía que lo que iba a escuchar iba a doler.- En el momento que tu hermano me dijo que no volverías, te juro que hasta pude escuchar a mi corazón romperse, no puedo explicar lo que sentí. Fue tan repentino, tan inesperado que mi cerebro se apagó y me desmayé, no sé si lo sabías.-Negué con la cabeza y algunas lágrimas se acumularon en mis ojos.- Cuando me desperté el mundo ya se había convertido en un lugar horrible, sin color, sin luz. Bastian me tenía en sus brazos y me destrozó verle el rostro y recordar lo que estaba sucediendo. Me sentí vacía, como nunca antes, como nunca después. Respirar resultaba insoportable y no quería hacerlo. Había vivido lo mejor del mundo, había sido feliz, había amado con toda mi alma y todo se había esfumado, desaparecido.-
-Lo siento.-
Alzó su mano y me detuvo.
-Déjame liberarme de todo lo que llevo guardado y nunca hablé con nadie, necesito que sepas lo que sentí. Tuve que aprender a fingir que estaba bien porque mis padres y todos a mi alrededor tenian terror de lo que pudiera ser capaz de hacer, tuve que guardar mi dolor en un cajón y demostrar que el mundo seguía girando cuando dentro mío todo era negro. No tienes idea de lo fulminante que fue todo aquello en mí, estaba furiosa contigo, tanto que llegué a odiarte. Odié que no tuvieras la consideración de dejarme prepararme para ese momento, que no me dieras la opción de hacerme a la idea. Me hubieses ahorrado mucho sufrimiento. Esa noche lloré sin parar hasta quedarme dormida y volví a despertarme llorando, Bastian estuvo ahí, ¿no te lo contó?.-
Negué, nuevamente, con la cabeza. No podía hablar.
-Ese día mis emociones llegaron al límite y luego de algunas semanas de agonía, de alguna manera se apagaron, dejé de sentir. Comencé a ver la vida como una película, armé un plan a futuro y lo llevé a cabo al pie de la letra, estudié, trabajé, ahorré dinero y comencé a hacer cosas que debía hacer a mi edad. Construí una vida en la cual todo era seguridad y sin sorpresas, Laura estaba preocupada por mí, lo notaba, pero se mantuvo en silencio. En un momento llegué a creer que era posible morir de tristeza. No es fácil explicarlo con palabras.-
-Yo te entiendo.-
-¿Piensas que existe la posibilidad de que yo quisiera volver a sentirme así de vulnerable?. Logré avanzar y salir de aquel pozo horrible y ¿creés que estaría dispuesta a correr el riesgo de volver a pasar por eso?. No, Gabriel, no quiero que luches por mí, porque yo no voy a cambiar lo que soy.-
Mis esperanzas se diluyeron, pero fui capaz de entenderla, la había destrozado a tal punto que su corazón formó una coraza impenetrable.
Sonreí y su guardia se bajó.
-Tienes razón, no puedes retroceder todo lo que has avanzado tú sola. Estoy orgulloso de ti y agradecido de que me hayas amado así. Yo sigo amándote de la misma manera, y no creo que vaya a dejar de hacerlo jamás.- Negó con la cabeza y tragó saliva arrugando la frente, mis palabras le hacían daño, acaricié su rostro y lo apoyó en mi mano cerrando los ojos.- Estoy locamente enamorado de ti y haría cualquier cosa por que volvieras a mí, pero ahora entendí que la mejor manera de demostrarte mi amor es dejarte ir. Que sigas con tu camino y me dejes atrás. No llores, mi amor, sino no podré alejarme. No llores porque no podré irme.- Abrió los ojos y las lágrimas cayeron unas tras otras. Tomé su mano con mi mano libre y entrelazó sus dedos con los míos con fuerza.- No llores más, por favor. Estoy dándote lo que me pides.-
-No quiero que te vayas, no quiero.-
-¿Pero entonces qué quieres?.-
Se acercó abruptamente y pasó sus brazos por mis hombros, abrazándome, tomé su cintura y la acerqué a mi cuerpo al punto que tuvo que subir sus piernas sobre las mías, casi a horcajadas, ya no había distancia alguna entre nuestros cuerpos, me mantuve apretado a ella y respiré el olor de su piel, no llevaba perfumes ni jabones, nada, era su propio olor el que entraba a mi sistema, dejándome atontado.
-Qué quieres, mi amor, dimelo.-
-No quiero que te alejes de mi.-
-Me mareas, Azul.-
-Hagas lo que hagas no te alejes. Por favor.-
-¿Quieres que seamos amigos?. Porque no sé si seré capaz.-
Me miró a los ojos y los suyos estaban colorados.
-¿Tenemos que poner título a todo lo que hagamos?. Te quiero cerca, me haces bien.-
Pensé durante un instante que debía ponerme de pie y alejarme para nunca volver, ella estaba actuando de forma egoísta y con pretensiones que no podía cumplir, al menos no de la manera en la que ella lo planteaba, pero su mirada, sus mejillas coloradas y húmedas por las lágrimas me hicieron desistir de imponer mis propios deseos.
Haría cualquier cosa por verla feliz y si a cambio me tocaba sufrir un poco, podría tolerarlo.
-No voy a irme a ningún lado, aquí estaré.-
Me rodeó con sus brazos y supe que iba a sufrir.
Sentí una vibración en mis pantalones y ella se removió sorprendida.
-Es mi móvil.-
Busqué en mi bolsillo y atendí.
-Si, ¿ya está listo?, ahora vamos para allá.-
Corté la llamada y acaricié su rostro, ella sonrió y me recordó a mi Azul.
-El coche está listo. ¿Vamos?.-
Negó apenas con la cabeza con una sonrisa en sus labios y me besó.
No pude evitar responderle con mis emociones expuestas, estaba demasiado cerca de tragarme mis promesas y dejarla hacer conmigo a su antojo. Después de todo, quizás era suficiente con que yo sintiera por los dos.
El viaje de vuelta fue larguísimo, nos detuvimos en cada estación de servicio a besarnos y nunca parecía suficiente.
Hasta que llegó el momento de despedirnos en la puerta de mi casa.
-¿Cuándo nos veremos otra vez?.-
-No lo sé, tengo examenes los próximos meses así que será difícil.-
-Podría visitarte.-
-¿Harías eso?.-
La besé en respuesta y mordí su labio inferior antes de alejarme.
-Haría cualquier cosa por tí.-
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La vida les debe mucho a este par. ¿Qué opinan?
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Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)
RomanceLlegó el momento de conocer la historia de Gabriel. (Secuela de "Soñándote despierta") Azul irrumpirá en su vida convirtiéndose en un problema más, de los miles que ya tiene. Toda su realidad se encuentra de cabeza luego de un hecho poco claro y gra...