Capítulo 53

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Era feliz, por primera vez en mi vida podía decirme a mí mismo, que aquello era la felicidad.

Azul amaneció en mis brazos y le canté para despertarla, como había hecho aquella primera mañana juntos. Ella sonrió al verme y se movió, abrazándome y subiendo su pierna sobre las mías.

-Buenos dias, hermoso.-

Dijo ronroneante.

-Buenos días, piernas. ¿Cómo te sientes?.-

-Muy bien, dormí como un bebé, tu cama es cómoda.-

-Me alegro de oír eso, porque vas a pasar muchas noches aquí.-

-¿Ah, si? ¿Voy a tener que poner mi cepillo de dientes junto al tuyo?.-

-Deberías. Y también traer algunas prendas para no extrañarte cuando te hayas ido.-

-Gabriel.-

Protestó, revoleando los ojos.

-Vas a volver a la universidad.-

-¿Me has despertado para arruinarme el día?.-

Le di un beso en la frente y busqué sus ojos.

-En algún momento tenemos que volver a la realidad, pero ahora todo es diferente. ¿No lo ves?. Tengo ganas de ver al futuro, de hacer cosas, de proyectar. Tengo ganas de empezar a vivir, siento que llevo años en pausa.-

Ella sonrió y besó mi cuello, acurrucándose.

-¿No podemos empezar a vivir mañana?.-

Rei cuando mordió mi oreja, haciéndome cosquillas.

-No quiero esperar un solo día más.-

Se quejó y la besé con ternura, sintiéndome en medio de la más maravillosa y empalagosa película de romance. Y feliz de estarlo.

-Gabriel, aguarda, tendríamos que haber avisado de que estabamos viniendo.-

-¿De qué hablas?, tengo que verla. Ya lo he aplazado demasiado tiempo.-

-El médico dijo que debías guardar reposo, podrías haberla llamado y venir otro día.-

Azul se dedicó todo el viaje al hospital, donde estaba ingresada Sabrina, a intentar persuadirme de llegar allí.

Era lógico que quisiera cuidarme, pero aquello ya comenzaba a sonar exagerado.

-Azul, hace más de dos meses que no la veo, necesito ver con mis propios ojos su mejoría.-

-O sea que no confías en los médicos con los que has hablado.-

Me detuve en medio de la calle y me dediqué a verle el rostro.

-¿Cual es el problema en querer venir a verla?.-

Se detuvo y tragó saliva.

-No dije que haya problema al respecto, es solo que creo que deberías llamar antes para avisar.-

-¿Para avisar qué?.-

-Que estás viniendo.-

Su respuesta ponía más dudas que certezas en mi cabeza, aquello sonaba ridículo.

-¿Y por qué tendría que avisar?.-

-Para que ella esté preparada para verte, hubiese avisado yo, pero mi celular sigue sin batería.-

Había olvidado su cargador en casa de sus padres y no quiso dejarme para ir a buscarlo, había preferido prescindir de él.

Me puse en marcha nuevamente y ya quedaban pocos metros para llegar a la recepción, cuando ella insistió una vez más.

Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora