Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)

Capítulo 52

Los siguientes tres días Azul me visitó y las cosas se ponían calientes cuando nos quedabamos solos por más de dos minutos, tuvimos que disimular varias veces y la gente solía negar con la cabeza cuando nos veía.

Necesitábamos imperativamente estar solos al menos una hora para poder volver a razonar como personas normales.

En la actualidad sólo mandaban las hormonas.

La doctora encargada de mi rehabilitación había solicitado que algún allegado presenciara las últimas sesiones para luego seguir con los ejercicios en la casa y Azul se ofreció con muchas ganas. Sonreí al verla alzar la mano rápidamente, mientras observaba a Bastian con cara de pocos amigos, intimidándolo. Él solo alzó los hombros y revoleó los ojos.

-Como si me muriera de ganas de moverle las piernas a mi hermano...-

-Idiota...-

Exclamó ella.

La penúltima mañana en el hospital llegó más temprano que de costumbre, abrió la puerta de golpe y lanzó su bolso en la silla.

-¿Llego a tiempo?.-

-La doctora estará aquí en una hora recién.-

-Uf, menos mal, he corrido muchísimo. Tenía miedo de llegar tarde.-

Dejó un beso en mis labios y otro en mi mejilla.

-Hola, amor.-

-¿Has dormido bien?.-

-Si, muy.-

-Te extrañe.-

-Y yo.-

Volvió a besarme y se sentó a comer los restos de mi desayuno.

-¿Otra vez saliste sin desayunar?.-

-Repito, tenía miedo de llegar tarde.-

-Eres imposible. Escucha, he estado pensando en algo anoche.-

-Ajam...-

Dijo con la boca llena de galletas saladas.

-Hace más de un mes que no estás presente en tus clases de la universidad.-

-No-quero-blar-deso.-

Dijo con la boca llena.

-¿Qué?.-

Tragó y volvió a hablar.

-Que no quiero hablar de eso.-

-No puedes dejar tus estudios así, estás tirando el semestre a la basura.-

-No voy a volver, por ahora.-

-Azul, yo estoy bien. Voy a recuperarme y estaremos juntos, pero tienes que seguir con tu vida.-

-No, tú necesitas que alguien te ayude con los ejercicios y seré yo.-

-Puede hacerlo Bastian, además, la doctora es una exagerada, no necesito ayuda.-

-Ella pidió que alguien te ayude y eso haré.-

-Ok, cuando mi pierna esté recuperada volverás a la universidad.-

Me miró y parecía triste.

-¿Por qué sientes apuro de que me vaya? ¿Ha cambiado algo?.-

La acerqué a mi y dejé un beso cargado de sentimiento en sus labios.

-Nada ha cambiado, te amo con locura. Pero no quiero anclarte aquí y que tires tus proyectos a la basura.-

-Tú eres mi proyecto.-