Capítulo 19

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CAPITULO FUERTECITO! TOMENCE UN MOMENTO DE TRANQUILIDAD PARA LEERLO PORQUE SERAN MUCHAS EMOCIONES.

Mi amado Gabriel hoy nos romperá el corazón. Te desafío a no llorar. 😥

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Mi cabeza se sentía a punto de estallar, el dolor no había cedido del todo a pesar del líquido asqueroso que me había dado Lucia aquella mañana, y sumado a lo recientemente acontecido me sentía al borde del vómito.

Cuando puse la llave en la puerta de la casa de Ulises escuché un fuerte sollozo y un grito ahogado, la sangre se heló bajo mi piel y un profundo temor se apoderó de mí.

Algo andaba mal, algo andaba realmente mal.

Crucé la puerta y vi a mi madre sentada en el sofá de la sala reclinada sobre los brazos de Carlos que acariciaba su cabello, mientras ella lloraba sin consuelo.

Quise hacer algo, pero mis pies estaban clavados en el suelo, mi mente supo que iba a recibir malas noticias, pero no me sentía preparado.

Tragué como pude y la garganta me dolió.

Mi madre alzó la cabeza al cerrarse la puerta detrás de mí y sus ojos fríos como la nieve casi me traspasaron.

-Tú...-

Se liberó de los brazos de su pareja y me encaró como una fiera.

Lo siguiente que recuerdo es el ardor en mi mejilla izquierda, había recibido un golpe duro pero no me dolía.

-Detente, por favor.-

Casi rogó Carlos tomándola de los hombros y alejándola de mi.

Quería preguntar, quería entender, pero al mismo tiempo no quería saber. Saber significa enfrentar y actuar en consecuencia, pero no estaba listo para actuar, ni para saber.

-Tu hermano tuvo un paro cardiaco hoy y no saben si va a salir adelante, Gabriel. Además de que los estudios sobre la reacción de su cerebro dieron como resultado que hay muy poca actividad-

Me explicó el hombre con excesiva precaución y mis oídos dejaron de oír.

No podía ser cierto, no podía ser.

Bastian tenía que salir adelante, tenía que volver.

Otro golpe me hizo perder el equilibrio y caí de espaldas chocando la columna contra la pared antes de tocar el suelo.

Era curioso que mi cuerpo no reaccionara al dolor, estaba anestesiado.

-TÚ DEBERÍAS ESTAR EN ESA CAMA, NO ÉL. TE ODIO GABRIEL, TE ODIO.-

Carlos la cubrió con sus brazos y la levantó del suelo justo a tiempo para evitar que ella pudiera golpearme otra vez. Se resistió y recibió golpes también, pero la alejó de mí llevándola al piso de arriba. Podía oírla desde su habitación despotricando sobre mí y todo lo mierda que era.

Carlos no lo negaba, solo se dedicaba a intentar calmarla.

Mi piel se sintió fría y tardé mucho tiempo en ponerme de pie.

Quería correr, pero correr de mi mismo, salir de mi. Liberarme de aquella culpa, de la repugnancia que sentía. Pero no tenía donde ir.

No había nadie en el mundo a quien acudir, y un fuerte sentimiento reflotó en mi mente.

Camine de espaldas algunos pasos y abrí la puerta nuevamente, alguien intentó detenerme tomándome de un brazo, pero no lo consiguió, mis oídos estaban sellados y solo podía oír un sonido agudo pitando con fuerza.

Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora