Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)

Capítulo 48

La lujuria entre nosotros hacía palpitar mi zona más sensible, mi cuerpo daba señales irrefutables de que habíamos llegado demasiado lejos como para detenerme. Mi mente se había hecho a un lado para dejar libertad a mi instinto más primitivo.

Me tomó un momento recobrar la compostura pero lo conseguí, a pesar del mareo.

Tomamos asiento y me llené la boca con dos vasos de agua, necesitaba refrescarme entera.

-Te ves exageradamente atractiva así de excitada.-

Lo fulminé con la mirada, me removí incómoda por el estado de mi entrepierna, llevándome el flan a la boca. Tenía pensado tragar todo lo que había solo para aliviar la frustración.

-Te gusta hacerme sufrir.-

-Si el resultado es verte así, sí, me encanta.-

-Ya terminé el postre.-

Me sentía molesta y empecé a idear una manera de vengarme de él. Devolverle el revés.

Sonrió de lado y luego se puso serio, parecía nervioso.

Se puso de pie y caminó hasta un rincón donde había un micrófono con su respectivo pie.

Lo ubicó en el centro de la pista y se quedó allí mirándome muy serio.

-No sé si conoces la canción que elegí para este momento, espero que si. Es "Creo en ti" de Reik.- Asentí con la cabeza y sonreí, había elegido una de mis favoritas.- Me alegro. Esta canción la escuché la tarde que intenté terminar con todo arrojándome al río. Estaba destrozado, roto. Y lo único que me daba un poco de oxígeno eras tú. Ese día la radio me regaló este mensaje y supe que de alguna manera el universo estaba diciéndome que me aferrara a ti. No sé qué hubiese sucedido si no lo hubiera oído en ese momento. Cuando sumergí la cabeza apareciste tú en mi mente y la letra volvió a sonar en mi cabeza. Tomé el coraje de nadar lejos de mi muerte. Esa noche fui a tu casa directamente y tú te enojaste creyendo que había estado con otra mujer.-

-Me acuerdo.-

-¿Quieres venir aquí y cantarla para mi?.-

Una lágrima se formó en mis ojos y me acerqué a él. Tendió en mi mano un papel doblado que llevaba en el pantalón con la letra de la canción.

Lo miré y mis manos secaron mis lágrimas antes de fundirnos en un abrazo muy sentido.

Sonaron unos acordes y se hizo a un lado, volviendo a tomar asiento. Se puso cómodo y me miró fijo. La ansiedad y los nervios se mezclaron dentro mío.

Quería cantar pero hacía muchos años que había dejado de hacerlo.

Tomé el micrófono con ambas manos y me lancé al vacío por él.

Nunca le había prestado especial atención a la letra hasta aquel momento y se sintió como un golpe bajo. Había tanto de nosotros y sobre todo de él en ella, que no tardé mucho en tener mis ojos húmedos.

Él no logró contenerse tampoco y antes de llegar al estribillo vi una lágrima brillar mientras resbalaba por su rostro.

Habíamos sufrido tanto que merecíamos ser felices en la misma proporción.

Cante la última estrofa y él se puso de pie aplaudiendo con ganas, en su rostro se podía identificar lo orgulloso que se sentía.

-Gracias.-

Dije con timidez, no fui consciente de haberlo hecho bien, pero hice lo mejor que pude.

-Has estado increíble.-