Capítulo 11

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-Piernas.-

Se giró sorprendida y me miró de frente, la belleza de su rostro me tomó por sorpresa, sabía que era bella, sin dudas lo era, pero el maquillaje, más el peinado prolijamente lacio la convirtieron en alguien que quitaba el aliento, al menos así me sentí yo.

Quise decir algo más, pero las palabras se trabaron en mis labios y me costó reaccionar.

Sus ojos curiosos me miraban fijamente y solo pude sonreír.

-¿Qué has dicho?.-

Su voz apenas fue audible entre la música, tuve que acercarme más para oírla, y fue lo mejor que pude hacer, su aliento golpeó mi rostro y reconocí que había bebido gaseosa de naranja.

Sentí la súbita necesidad de probarlo de sus labios.

-Te llamé piernas. Tienes las más sexis que vi en mi vida. -

Observé su reacción, pareció ponerse nerviosa o sentirse incómoda.

-Gracias.-

-Y mira que he visto muchísimas, así que deberías sentirte orgullosa de las tuyas. -

-Lo estoy. Me lo han dicho muchísimas veces. -

Dijo con seguridad y sentí celos de los que llegaron antes que yo.

-No tengo dudas. -

Mis ojos se desviaron apenas cuando ella bajó la mirada y vi algo que me heló la sangre.

Ulises nos miraba desde las sombras que creaba el balcón interno, donde minutos antes había estado besuqueandome con aquellas chicas. Me paralicé y toda mi seguridad se fue a la mierda.

Estaba coqueteando con su novia delante de sus ojos, y las palabras de Valeria llenaron mi cerebro en ese mismo momento.

¿Qué mierda estaba haciendo?

Un golpe fuerte me trajo de vuelta y sentí unas manos tomar mis brazos. Una chica se balanceaba intentando evitar perder el equilibrio, la ayudé a mantenerse de pie, y vi su sonrisa hacerse enorme cuando la miré de cerca, de pronto descubrí que tenía frente a mis ojos la oportunidad perfecta para enderezar el desastre que estuve a punto de cometer, y me agarré de aquella oportunidad con uñas y dientes.

Sonreí abiertamente y mis labios se movieron dejando salir el sonido con intención de que Azul lo oyera.

-Deberías tener cuidado, esas piernas son dignas de admirar.-

Dije de forma coqueta y la chica frente a mi casi se derritió en mis brazos, no despegué los ojos de ella, aunque sentía la mirada de Azul acribillándome como filosos cuchillos.

Puse todo mi empeño en no mirarla y pareció entender que yo no seguiría flirteando con ella.

La sentí pasar por mi lado a velocidad y la chica que no se alejaba de mi lado me miró batiendo sus pestañas de forma sugerente.

No me movió ni un pelo su intento de coquetería, pero igualmente sonreí como si lo hiciera.

Mis ojos buscaron a Ulises y lo vi recargando su peso en la pared y con la mirada puesta en el camino que trazaba su novia atravesando la pista atestada de gente. Ella caminó con seguridad y rapidez y desapareció luego de un momento.

Me puse en marcha, deshaciendo mis pasos para llegar a él, y a mitad de camino sentí unos dedos fríos cerrarse en torno a los míos, giré con dificultad por la cantidad de gente y vi que se trataba de la chica que había chocado conmigo. Me miraba como un perro callejero necesitado de afecto. Respiré profundo y seguí andando con ella a cuestas.

Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora