Capítulo 12

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Mi habitación seguía sin incendiarse al dia siguiente, y aquello era un buen indicio aunque la tensión era casi palpable, Ulises no me dirigía la palabra y aunque sinceramente me importaba un carajo, el hecho de tener que convivir con alguien que te clava puñales con la mirada, no era algo que pudiera considerarse agradable.

Pensé en meterme en su habitación para intentar calmar las cosas, pero Valeria lo vio como una idea de mierda y por eso, desistí.

El domingo Marcel me envió una foto a modo de invitación, sonreí tentado por la colorada que alzaba su camiseta dejando ver unos pechos generosos, con unos pezones rosados y en punta.

Sentí la reacción en mi entrepierna, que todavía sufría por no haber tenido acción la noche anterior.

Respondí de forma escueta, y me puse en marcha.

El barrio era un auténtico basurero, nunca había estado en un lugar así, y aunque fui consciente de que nada bueno podría conseguir allí, seguí andando hasta estar frente a la puerta de mi nuevo "amigo".

Marcel yacía sentado en el frente de su casa, junto a dos chicos que se llevaban a la boca las latas de cerveza que tenían en las manos.

-Ey, gracias por la invitación.-

Se movió para que su puño chocara contra el mío.

-Has venido, ¡qué bien! Creí por un momento que te habíamos perdido.-

Me senté frente a él, en el suelo.

-¿Y por qué pensaste eso?.-

-Por la fiesta del sábado, es muy distinto a esto.-Mostró a su alrededor con ambas manos, sin soltar la lata.-Creí que quizás habías descubierto que somos unos perdedores.-

Reí despreocupadamente y me acomodé junto a una pared, apoyando la espalda.

-De eso me habia dado cuenta antes de esa fiesta, Marcel.-

Me golpeó con su pie y rió también.

Uno de los chicos se puso de pie y desapareció sin pronunciar palabra, y me quedé viéndolo. Parecía un poco mayor que nosotros, y demasiado delgado para la altura de su cuerpo, su espalda lucía demasiado débil para mantenerlo erguido, lo que hacía que pareciera un poco jorobado.

-¿Cómo van tus cosas en el instituto?. Vi el video de Azul saltando sobre ti. Tienes suerte, eh...-

Sonreí y di un trago a la lata que tomé del six-pack que me ofreció.

-¿Tú crees?, vivir con el novio de la chica no puede considerarse suerte.-

-Es ciertoooo...-Alargó la palabra mientras abría grandes los ojos y me miraba fijo.-Ulises, ¿verdad?.-

-El mismo.-

Revoleé los ojos.

-¿Cómo ha reaccionado?.-

-Bastante mal pero no puedo juzgarlo.-

Sinceramente no podía.

-¿Pero entre ustedes pasa algo? con Azul, digo.-

-Nada. Apenas la conozco, creo que me confundió con alguien y por eso saltó sobre mí.-

Marcel me miró de reojo como esperando que dijera la verdad.

-Si...-

-Es en serio, no la conozco.-

-Lo que digas.-No me creyó.-¿Y de dónde eres?.-

-De una ciudad a 200 km de aquí.-

-¿Y qué te llevó a tomar distancia?.-

Mi realidad me cacheteó de pronto y la imagen de mi hermano en aquella cama de hospital me dolió en el alma.

Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora