Capítulo 31

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El trabajo estaba demandando demasiado tiempo y durante varios días me mantuve alejado de casi todo, empezaba a entender el ritmo del bufete y hasta a disfrutarlo, claramente no hacia el trabajo de los profesionales, pero me estaba sintiendo muy cómodo.

La secretaria, Alicia, continuaba acercándose cada vez que yo aparecía por allí, y su sonrisa se hacía cada día más amena y casi automática al verme.

Se sentía bien aquello de recibir atención femenina, extrañaba muchísimo el contacto y ni hablar de la intimidad, pero mi decisión se mantendrá firme, casi tanto como mi pene por las mañanas.

-¿Tienes planes mañana por la noche?, es el cumpleaños de Tomas de finanzas y ha organizado una salida al boliche que abrió en el centro. Cada uno paga sus gastos.-

Alicia habló sin pausa y mirando alrededor con nerviosismo.

Me dio ternura su comportamiento casi infantil y sonreí.

-Mañana no tengo planes así que creo que podría darme una vuelta por allí.-

Ella sonrió satisfecha con mi respuesta y se acomodó el cabello de un lado del hombro al otro. Sus pestañas espesas y coquetas se movieron mientras sonreía de lado mostrando unos dientes muy blancos.

-Excelente, entonces quizás nos veamos allí.-

-Si, asi parece.-

Alicia era bella y parecía dulce, sobre todo cuando tomaba coraje para hablar, se notaba que era algo que le costaba trabajo.

Mis técnicas de seducción, que tanto usaba en el pasado, habían pasado a estar casi dormidas. Era algo que no hacía ya, y me encontraba muy lejos de volver a usar.

Pero realmente quería ser feliz, lo necesitaba.

-Gabriel, la cena esta lista.-

Informó Sabrina al tiempo que abría la puerta de mi cuarto.

-Voy.-

Me senté a la mesa y observé mi plato, ella sabía que odiaba las salchichas y sin embargo, allí estaban. Dos fu..ing salchichas con un puré mal pisado.

-Sabrina...-

Usé mi mirada asesina y me mantuve en silencio.

-El supermercado cerró temprano y no tuve tiempo de comprar otra cosa.-

Se justificó ignorando mi mirada y comenzando a comer.

-¿El supermercado cerró temprano?.-

-Bueno, he llegado tarde hoy a casa, y no pude comprar.-

Su mirada fija en su plato mientras masticaba con rapidez.

-¿Y dónde has ido, si es que puedo saberlo?.-

Tragó saliva y evitó con esfuerzo verme a la cara. Algo ocultaba.

-Tengo una amiga y salí con ella.-

-¿Y por qué tengo la sensación de que hay algo que no estás diciéndome?.-

Sus ojos se clavaron en los míos de golpe y se mantuvo seria.

-Porque no tengo por qué contarte todo, así como tú no confías en mí para contarme tus cosas.-

Su reclamo me sorprendió y me cerró el estómago.

-¿De qué estás hablando?.-

Tiró el repasador que tenía en las manos con fuerza en la mesa y se puso de pie.

-Hace semanas que no hablamos de otra cosa que no sea mi tratamiento y lo que tenemos que hacer en la casa o lo que vamos a comer. Llegas, te encierras en tu cuarto y si no hablas con Azul, ves televisión, o simulas hacerlo mientras en realidad miras el techo durante horas. Estás raro y lejano, ya casi no me siento cómoda contigo.-

Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora