Abrí los ojos y lo que vi me dejó muda.Una mesa redonda con blanco mantel y vajilla con ribetes dorados, junto a dos sillas ubicadas enfrentadas en medio de una pista de baile con suelos de madera y una gran pelota de pequeños espejos a la altura del techo, apareció frente a mí.
Bajé la mirada al sentir que mi equilibrio se debilitaba, y comprobé que llevaba tacones altos y un vestido largo hasta el suelo de color azul oscuro, que envolvía mi cuerpo dejando a la vista gran parte de mis pechos.
Mi cabello recogido por completo y podía sentir que llevaba maquillaje.
El gran salón estaba vacío, pero escuchaba música de fondo.
Una puerta se cerró detrás de mí y me giré, provocando que la falda de mi vestido volara.
Gabriel se detuvo junto a la puerta, dejando caer el peso de su cuerpo en el marco, y se mantuvo en silencio mientras sus ojos me recorrían de pies a cabeza. Sonrió sutilmente y se llevó la mano a la boca, jugueteando con su labio inferior.
Llevaba una camisa blanca abierta hasta el nacimiento de su pecho y unos pantalones oscuros, no resultaba sencillo estar segura del color exacto, pero no era lo importante, su cabello húmedo caía sobre los lados de su rostro, rozando sus mejillas. Sus ojos muy abiertos y la sonrisa se tornó más amplia, encantadora. Una incipiente barba asomaba dándole un aspecto sexy y descuidado.
Era irresistiblemente atractivo y por un instante olvidé respirar.
-Hola.-
Solo pude sonreír y en mi estómago aleteaban cientos de mariposas que llevaban años dormidas.
-¿Qué es todo esto?.-
Caminó hacia mí y se detuvo cuando estuvo lo suficientemente cerca.
-Estás hermosa.-
Sonreí como una idiota y mis manos comenzaron a transpirar.
Él tomó una de las sillas y la separó de la mesa haciendo un ademán de que me sentara.
Lo hice y se ubicó en la otra silla, frente a mi.
-No entiendo nada, ¿tú has preparado esto?.-
-Si, lo hice para nosotros, para que tengamos este tiempo juntos y podamos disfrutar.-
Las mariposas se pusieron furiosas en mi estomago y sentí mis mejillas arder.
-Me encanta.-
-Tus mejillas... están rojas. Deberías controlarte si no quieres que tire todo lo que hay en la mesa y te haga mía ahora mismo.-
Me quedé helada y una sensación recorrió mi cuerpo llegando a mi zona más íntima.
-¿Qué?.-
Pregunté atontada.
Un hombre vestido de traje se acercó a nosotros y sirvió vino en nuestras copas, intenté ser amable pero parecía no vernos, volví la mirada a Gabriel y la intensidad de sus ojos me tomó con la guardia baja.
El mozo nos dejó solos luego de servirnos la cena.
-Lasagna.-
-Pensé que podría gustarte.-
-Me encanta la Lasagna.-
Se mantuvo serio un momento y luego se mordió el labio inferior con algo de fuerza.
-No tienes idea del esfuerzo que estoy haciendo.-
Sonreí por la manera que lo dijo y me sentí nerviosa.
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Suéñame despierta.(Completa ✔️) (2)
RomansaLlegó el momento de conocer la historia de Gabriel. (Secuela de "Soñándote despierta") Azul irrumpirá en su vida convirtiéndose en un problema más, de los miles que ya tiene. Toda su realidad se encuentra de cabeza luego de un hecho poco claro y gra...