Kate nunca creyó en el amor, o al menos no pensaba que fuera algo posible para ella. Pero todo cambió en el instante en que vio a Yelena por primera vez; desde ese momento, su mundo dio un giro inesperado. Esos encuentros de una noche que solía tene...
Peter comenzó a ser memoria de todas las veces que había visto juntas a Wanda y Natasha. Usualmente era de lo más común verlas a ellas juntas o en compañía de Yelena. Más aparte, Wanda siempre tenía una amplia sonrisa cuando estaba con Natasha y viceversa. Si a eso Peter le sumaba la seguridad con la que Wanda decía que podía encargarse de que Natasha no golpeara más a Kate, y lo que casi revelaba Pietro; eso quiere decir que ambas eran pareja.
—¿De qué hablábamos? —dijo Wanda para tratar de cambiar de tema. Se veía algo nerviosa.
—¿Acaso Pietro iba a decir que...—musita Peter, pero Wanda lo interrumpe.
—No, el no iba a decir nada.
—Sí, yo no iba a decir nada—agrega Pietro con algo de temor. Con la reacción de ambos fue como Peter supo que su teoría estaba en lo cierto; Wanda y Natasha eran novias.
—Sí, claro—musitó Peter con sarcasmo—. Es muy obvio, no se como no lo vi antes—añadió emocionado. Se le había desbloqueado otro shipp.
Kate, por otro lado, no entendía nada de lo que estaba pasando.
—Peter, no sé de que hablas—dijo Wanda en tono convincente, pero aún así Peter no le creyó.
—Yo tampoco estoy entendiendo—agrego Kate, verdaderamente perdida en el tema de la conversación.
—Nada... no es nada—contestó Peter todavía muy contento por el nuevo shipp que había descubierto.
Nadie notó que Carol y Yelena iban llegando de nuevo a donde estaban. No fue hasta que Carol hablo que se dieron cuenta.
—¡Volvimos!
—¡Por fin volvimos! —exclamó Yelena dramáticamente. Para ella fue demasiado el tiempo que estuvo con los amigos de su hermana.
Una sonrisa boba se poso en el rostro de Kate al ver nuevamente a Yelena. No era que Kate fuera una persona que se considerara muy romántica, pero ella podía jurar sin ningún problema que jamás se cansaría de ver a Yelena.
—Hola, Lena—saludó Pietro—. Buenas noches, Capitana Danvers—añadió con tono formal. Wanda giró los ojos al escucharlo.
—Ya te había dicho que solo me dijeras Carol, Pietro—le recordó.
—No podría tratarla así, Capitana. La admiró mucho como para hacerlo—contestó, nuevamente con ese tono formal.
—Deja de ser tan adulador que no te queda.—Wanda le dijo, haciendo reír al grupo de jóvenes e inclusive a Carol. Pietro la volteo a ver con mala cara—. ¿Qué? ¿Algo que quieras decirme, hermanito?
—No.—Pietro musitó con los labios apretados.
—¡Yelena, que bueno que volviste! —dice Peter para cambiar de tema al sentir el ambiente un tanto pesado—. Kate, ¿verdad que es bueno que volviera?
—Sí, es genial tenerte de vuelta—contestó Kate, sonriéndole ampliamente a Yelena. Está le sonrió de vuelta.
—Te dije que volvería y lo hice—dijo brindándole una mirada coqueta.— Jamás te quedaría mal, Kate Bishop.
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