Capítulo 23 - Anya Maximoff IV

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Todo había salido bien. Anya y Pietro se encargaron de conseguir medicamentos, ropa, alimentos y otros artículos que la gente podría necesitar. Regresaron a tiempo y con ayuda de Wanda comenzaron a repartir todo lo que habían conseguido. 

Hablando con las personas se dieron cuenta de que otras cosas necesitaban e hicieron nota mental para conseguirles todo eso para el día siguiente. Wanda no estaba muy convencida, pero acepto a regañadientes a que sus trillizos siguieran con su plan de Robin Hood.

Terminando de entregar todo, se fueron al refugio que Wanda había conseguido. Era una simple bodega, pero sería suficiente. Habían dormido en peores lugares.

La mañana siguiente fue muy movida para "The Triplets Maximoff", pero satisfactoria. Habían ayudado a demasiada gentes y eso les daba toda la felicidad que necesitaban en ese momento. Pietro y Anya estaban repartiendo todo lo que habían conseguido ese día. Para pelear entre sí 24/7, se organizaban bastante bien para todo eso. 

—En este lado fórmense quienes vienen por alimentos—dijo Anya en voz alta para que la escucharan todas las personas que habían ido a la plaza donde estaban.

—Y de este lado quienes vengan por medicamentos, ropa y otros artículos—dijo Pietro de la misma forma. 

Anya terminó más rápido de entregar todos los alimentos, así  que fue ayudarle a Pietro ya que el estaba rodeado de mucha gente. 

—¿Estás son las correctas? —le preguntó Pietro a un señor mayor mientras le entregaba una caja de medicamento. 

—Sí—le respondió el señor. Se veía asombrado porque Pietro le había conseguido el medicamento para dolor de artritis que tanto llevaba anhelando tener, pero que por falta de dinero o seguro no podía tener.

—El Doctor las resurtirá sin necesidad de seguro. Le hice una visita a domicilio, así que no tiene que preocuparse más—agrego Pietro amablemente. El señor lo veía con los ojos llorosos, estaba realmente agradecido. Le agradeció incontables veces antes de retirarse. 

Anya veía con orgullo a su hermano, aunque no lo admitiera en voz alta; Anya admiraba mucho a su hermano mayor, no sólo a Wanda. A los dos los admiraba por igual.

La fila siguió avanzando con mucha mayor agilidad, ahora mucho más porque entre los dos iban atendiendo a toda la gente que tenían a su alrededor.

—Esto es para tu hermano—musitó Pietro amablemente a una joven castaña. Tal vez demasiado amable, de acuerdo con sus hermanas. 

—Gracias—murmuró sonriente la joven mientras tomaba en sus manos el balón que Pietro le entregaba. 

—Y esto...—Pietro sacaba un hermoso vestido de entre las cosas—No es para tu hermano...—dijo esto ultimo un tanto coqueto. La joven se sonrojo levemente. 

Pero dicha acción no paso desapercibida por sus hermanas.

—Claro, porque un vestido es justamente lo que se necesita en estos tiempos—murmuró Anya con sarcasmo tras rodar los ojos.

—Claro, porque un vestido es justamente lo que se necesita en estos tiempos—murmuró Anya con sarcasmo tras rodar los ojos

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