Capítulo 1

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30 de octubre de 2022 (actualidad)

He decidido escribir aquí mis pensamientos a manera de un diario, desde hace mucho se me cruzó por la mente la idea, pero mis manos comenzaron a debilitarse al escribir, sin embargo, necesito algún remedio para poder desahogar todo lo que mi mente siente, y es una forma de hacerlo sin lastimarme, o eso creo. De igual manera nadie leerá esto, bueno, nadie excepto Paul.

¿Por dónde empezar? Mi vida es un caos, aunque intento camuflarlo con sonrisas y pretendiendo que todo va bien, cuando la realidad es que la gran mayor parte del tiempo no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo. O cómo me siento, mejor dicho, el por qué.

Desde que tengo uso de razón he tenido la sensación de que me falta algo, como si no fuera del todo feliz, como si tuviese bloqueada una parte que no me permite sentir emoción realmente.

La mayor parte de mi vida me he sentido triste o nervioso, con algunos episodios en los que tenía unos casi incontrolables arranques de ira, o momentos en los que me sentía lo más cercano a un dios (todo lo que pienso o digo es lo mejor del mundo y que los demás no pueden ni podrán hacer las cosas ni la mitad de bien que yo).

He caído tantas veces que ya me da vergüenza pedir ayuda.

Porque la verdad es que siento que no estoy siendo agradecido con lo que tengo, es decir, tengo salud, una familia un poco disfuncional, pero igual tengo la suerte de tenerlos a mi lado, estudios, tengo una buena vida dentro de lo posible, pero no me siento completamente feliz, y no es que haya algún problema con mi entorno, el problema soy yo.

Lo intento, de verdad que lo hago, pero no puedo controlar mi mente, cada vez me cuesta más. Es como si retrocediera en el tiempo y vuelvo a tener 15 años, y eso me asusta, porque fue la época en la que peor me sentí.

Me he vuelto a comer las uñas hasta el punto que comienzan a sangrar los dedos, otra vez tengo problemas para dormir, o estoy más de 18 horas durmiendo o simplemente no lo hago, igual con la comida, tengo los labios hechos mierda, hay veces en las que ni siquiera quiero bañarme, hay días en los que lloro hasta el cansancio, otros en los que estoy en pausa.

Sin sentir absolutamente nada, como un puto robot.

Es como si creyera que todo es un sueño y en algún punto despertaré y volveré a ser un adolescente o estaré en otra etapa de mi vida.

O que quizá pueda tener otra oportunidad, para hacer las cosas de otra forma.

Me asusta la persona que veo en el espejo, porque no la conozco. No sé quién soy, sólo sé que soy un desastre. Doy problemas y probablemente no tengo arreglo. Quisiera poder sentirme bien. Algo tan simple como eso.

Dejar de pensar en irme, o de tener tanta inseguridad hacia mi cuerpo, dejar de sentirme tan vacío. Poder tener un orden...

Hay días en los que mi mente trabaja a mil por hora, tengo muchas ideas brillantes, quiero hacer muchas cosas y las ideas viajan una tras otra (he decidido apuntarlas porque después me olvido) y no puedo parar, hasta que viene un periodo neutral y de nuevo los bajones en los que sólo pienso en lo que sucedería si me fuera para siempre.

Se vio obligado a dejar su laptop a un lado porque el dolor en el pecho no disminuía, por el contrario, empezaba a dolerle cada vez que respiraba hasta la zona de las costillas. Los latidos de su corazón iban cada vez más rápido, y el oxígeno parecía demorar cada vez más en llegar. Sentía que se estaba ahogando, y empezó a entrar en pánico.

Está sucediendo otra vez.

Otra vez no, por favor. Ahora no.

Sabía que no podía contar con nadie más, con las pocas fuerzas que tenía logró levantarse de la cama con dirección a la puerta, y paró en seco.

DISTURBIA (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora