Capítulo 9

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Su suerte comenzaba a cambiar y no podía sentirse más agradecido por ello. La clase del profesor Young fue suspendida de manera repentina, aunque los rumores decían que salió prácticamente huyendo de la universidad tras encontrar una amenaza de muerte en su oficina.

Era raro, pero no sorprendió al resto, Young era un respetado abogado que recibía casos controversiales, por lo que contaba con más de un enemigo, y de seguro sólo deseaban asustarlo. Si lo quisieran muerto, podrían hacerlo de una manera diferente, llamar menos la atención, elaborar un plan más organizado.

Parecía una estrategia improvisada e impulsiva para Steve, y decidió no tomarle importancia. Quizá se trataba de alguna broma pesada de algún estudiante a punto de reprobar, por lo que se esmeró en olvidar ese asunto y disfrutar del resto del día.

Al salir de clases se encontró con Eddie, quien lo esperaba en la puerta de la universidad. Al principio parecía un poco tenso, incluso distante. Usualmente era una persona habladora, pero en el camino al apartamento casi no cruzaron palabra.

¿Lo estaba abrumando al necesitar tanto tiempo a su lado? ¿Tal vez era muy rápido para él? ¿Al verlo tan seguido se aburriría más pronto de lo que pensaba? ¿Estaba todo bien? ¿Qué estaba haciendo mal?

Trató de repasar paso a paso todo lo que realizó desde que despertó, buscando algún indicio del problema, pero no encontraba nada. Entonces, ¿por qué Eddie cambió?

El rizado se percató de la creciente ansiedad en Steve, y se arrepintió de su actitud, de seguro pensaba que era su culpa, y trataba de imaginar la razón de su silencio. Lo atrajo hacia él para besar su frente. De inmediato el castaño sonrió y se acomodó sobre su hombro.

-Me siento un poco mareado - le susurró al oído, buscando una justificación que fuera creíble, y aquello bastó para Steve, quien lo invadió de preguntas al respecto - No es nada de cuidado, cariño.

-¿Estás seguro? Podemos ir a la farmacia, creo que en mi mochila tengo un poco de alcohol para que lo huelas, o...

-Stevie - apretó su mano - Estoy bien. Sólo necesito descansar contigo.

-Lo siento - se disculpó de pronto - No quería abrumarte con preguntas, sólo que me dio la impresión de que estabas enojado conmigo.

-No lo estoy, bebé. No podría hacerlo contigo - dijo. Y no mentía.

Eddie no estaba enojado con él, por supuesto que no. Entendía que Steve tuvo una vida y un pasado antes que él, por lo que no tenía ningún derecho a juzgarlo por las decisiones que tomó.

Lo que verdaderamente lo hacía explotar era que el idiota del profesor Young se haya querido aprovechar de un chico vulnerable y castigarlo cuando este decidió terminar el rollo sexual que tuvieron.

Esperaba que la advertencia sobre su escritorio fuera suficiente. No quería tomar otro tipo de medidas, al menos no por el momento.

-Mierda - susurró Steve en cuanto llegaron al apartamento y encontraron a Abby y Billy en la puerta, aparentemente esperando por ellos. De inmediato quiso soltar la mano de Eddie, pero no se lo permitió - Nos van a ver.

-¿Y eso qué tiene de malo? - preguntó - ¿Te molesta que nos vean?

-No, pero pensé que tal vez a ti sí.

-Steve, cariño, no estamos haciendo nada malo - dijo dándole seguridad y volvió a tomar su mano, la cual apretó ligeramente, en señal de que todo estaría bien - ¿Qué hacen aquí?

-Sólo quería comprobar mis sospechas - contestó la menor con una ligera sonrisa - Así que ahora somos cuñados ¿eh?

-Traté de detenerla, pero - Billy no pudo terminar su frase por un ataque de tos.

DISTURBIA (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora