DISTURBIA (Steddie)

Capítulo 51

Los recuerdos de las siguientes horas eran borrosos para Steve, en su mente alberga memorias vagas de su cuerpo moviéndose de un lado a otro por los alrededores de la casa, también recuerda haber conversado con Eddie y sus amigos, sin embargo, es como si tuviera visiones borrosas y sin sonido.

Quizá era un escenario común con el resto, todos habían trabajado en exceso con escasas horas de descanso, esperando que la idea de Tommy, junto a algunas adaptaciones del resto, pudiese funcionar.

Sin darse cuenta, contaban con horas de ventaja, las cuales emplearon para dormir al menos durante un instante, debían guardar fuerzas para lo que les esperaría con Paul.

Y por muy tonto que parezca, era el momento menos indicado para pensar en ello, pero la mente de Steve daba vueltas, tratando de recuperar algún recuerdo de su psiquiatra. ¿Tantos años a su lado y jamás reveló algún dato personal? Paul nunca hablaba de sus amigos, ni de su familia, tal vez por ello le sorprendió tanto enterarse de que tenía una hermana.

¿Qué más desconocía de las personas que lo acompañaron la mayor parte de su vida? ¿Cómo permitió durante tantos años que ellos obtuvieron hasta la más mínima información sobre él sin esperar nada a cambio? ¿Acaso Elizabeth cometió el mismo error y se dio cuenta demasiado tarde? Odiaba no tener las respuestas que, por mucho que tratara de negarlo, necesitaba para entender su historia de vida y seguir adelante.

Sus amigos tuvieron vidas difíciles - incluso más que la suya, tal vez - nunca lo pondría en tela de juicio, sin embargo, ellos tenían recuerdos, memorias, flashbacks sobre sus padres, su infancia, sobre su pasado. 

Steve, por otra parte, era como un libro en blanco, el cual se empezó a escribir alrededor de los seis o siete años, evocando cada cierto tiempo recuerdos traumáticos a través de pesadillas, las cuales nadie nunca trató de explicar. 

¿Sus padres? Era un secreto. 

¿Su vida antes de llegar a la mansión Harrington? Otro secreto. 

¿Por qué demonios lo usaron como un conejillo de indias para borrarle todos los recuerdos de su infancia? S-E-C-R-E-T-O.

Odiaba tanto esa palabra. Y más cuando no había nadie que pudiese explicarle lo que ocurría, al menos nadie confiable. ¿Paul? Nunca podría confiar en ese hombre nunca más. Estaba asimilando la idea de vivir ajeno a su vida antes de Disturbia, así al menos dolía menos. Y no quería sufrir, no cuando tenía tanto en la vida para ser feliz. 

Su terapeuta - una nueva que consiguió como recomendación de Eddie y tenían citas virtuales cada martes sin falta - solía decir que era normal, después de todo, podemos correr todo lo que deseemos, pero nunca podemos realmente escapar de nuestro pasado. Mientras que no lo enfrentes, seguirá siendo aquel objeto borroso y oscuro con apariencia de monstruo. Es duro, sin embargo, cuando logras encararlo, ese día, finalmente eres libre.

En realidad, Steve estaba bien con ello, o creía estarlo hasta que la realidad reventó ante sus ojos como un globo con exceso de aire.

Paul nos encontró.

Ya no estamos a salvo.

Este ya no es un lugar seguro.

Ese apartamento ya no es mi hogar.

Nadie está seguro aquí.

Él puede lastimarnos.

También puede lastimar a Eddie.

Puede lastimar a Abby.

Puede...

La pesadilla...