Capítulo 33

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En momentos donde se debe enfrentar múltiples problemas al mismo tiempo es difícil mantener la calma y pensar con claridad, especialmente cuando tus amigos y tú acaban de rescatar a una de las jóvenes más buscadas del país en un sanatorio en ruinas que intentaron detonar con explosivos, y por el cual tres de ellos estaban heridos, realmente heridos.

Tommy debía enfocarse en conducir evitando las carreteras más transitadas y sin llamar la atención de las personas, sin embargo, encontrar la ruta ideal a la cabaña se le dificultaba por los constantes gritos que el resto realizaba detrás suyo. Tuvieron suerte de salir vivos, sin embargo, todo iba demasiado bien para ser verdad.

No quería sembrar pánico en los demás, ya suficientes problemas tenían Billy y Eddie tratando de atender la pierna lesionada de Abby, la sordera repentina de Steve, y el estado catatónico de Nancy, como para además escuchar sus quejas. No obstante, mientras continuaba conduciendo, se percató de un ligero sonido de sirenas, venía de lejos, pero significaba que los estaban siguiendo.

Lo cual tenía mucho sentido: ellos interceptaron a Nancy a pocas calles de la cabaña donde se escondían, y sabían que irían a ayudarla, no tardarían mucho tiempo en hallar su paradero para atacarlos, o hacer lo que sea que tengan planeado, y no debía ser muy listo para darse cuenta de que no era su mejor momento, no se encontraban en condiciones adecuadas como para defenderse o dar una batalla justa.

¿A dónde podrían ir? Desearía tener una respuesta, pero ese maldito sonido no lo dejaba pensar con claridad. Y frenó el coche en la primera entrada a la que tuvo acceso, ganando insultos y quejas.

-¿Por qué te detienes? Tenemos que llegar a la cabaña rápido - le dijo Billy a la distancia, enfocado en la gran cantidad de sangre que Abby perdía con ese maldito vidrio incrustado sobre su piel.

-¿Qué ocurre? - preguntó Steve, y vio la duda en el rostro de Tommy - Estaré sordo, pero no soy estúpido, y llevas actuando raro desde hace un tiempo. Intenta decirme lo que ocurre. Sé leer labios, o hazme una seña, no lo sé.

Steve era consciente del caos que vivían, tal vez se estaba acostumbrando a la sensación de total silencio, o podía ser un acto desesperado de intentar ser útil, sin embargo, algo no iba bien. No tenía suficientes conocimientos o valor como para ayudar a Abby, pero quizá podría apoyar a Tommy. Aunque no esperaba que señalara a Nancy.

La chica, al percatarse de lo que ocurría, frunció el ceño en confusión. ¿Había más problemas por su culpa?

-La policía nos está buscando - contestó Tommy - Y es cuestión de tiempo para que den con la ubicación de la cabaña. O que nos intercepten por el camino de regreso. 

-No podemos volver - entendió Steve, de pronto su mirada volvió hacia su prima - ¿Es posible que nos estén rastreando?

-Puede que nos hayan estado siguiendo los pasos, pero por ahora no tienen forma de localizarnos.

-Error - susurró Steve - Sí la tienen - él y Tommy se brindaron una mirada compartida que pareció decirlo todo sin necesidad de palabras, entonces ambos observaron a la castaña.

-No entiendo, ¿qué está pasando? ¿por qué me miran así? Empiezo a asustarme.

-Nancy, es posible que mientras ellos te tuvieron secuestrada te hayan implantado un rastreador, quizá ese fue siempre su plan desde el inicio - explicó Tommy bajando del coche para dirigirse hacia la maletera y pedir unos artículos prestados

-Imposible, creo que si tuviera un objeto extraño en el cuerpo sería la primera en darme cuenta. Excelente teoría Steve, pero en definitiva, no tengo nada - negó de inmediato, mientras realizaba exageradas señas al castaño indicando que no era cierto.

DISTURBIA (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora