DISTURBIA (Steddie)

Capítulo 59

Baby, you were the love of my life, woah

Maybe you don't know what's lost 'til you find it

It's not what I wanted, to leave you behind

Don't know where you'll land when you fly

But, baby, you were the love of my life

La música se infiltraba hacia su habitación, pero lejos de enojarse, Steve comprendía que Jane estaba creciendo y necesitaba su propio espacio, además, al menos cumplía la promesa de no utilizar audífonos tantas horas al día, después de perder parcialmente la audición, al castaño le preocupaba la salud auditiva del resto, e intentaba cuidarla, en especial en alguien tan joven como Jane.

-No puedo creerlo, siempre tengo que vivir con alguien que ama a Harry Styles - bufó Eddie haciendo reír al Steve - Primero Abby, ahora Jane, no soportaré a otra generación de fanáticas, lo juro.

-Vamos, Edd, sólo es una canción, debes admitir que no es mala - contestó el castaño estirándose para poder acurrucarse más cerca a su esposo, pero este lo sorprendió poniéndose de pie en una ridícula pose para alzar su mano hacia la suya, como si fuera el objeto más delicado del mundo - ¿Qué sucede, Edd? ¿Quieres invitarme a un baile real?

-Mi hermoso esposo merece el mejor trato de la realeza, claro que sí. Steve Munson, ¿me concedería el honor de bailar esta honorable pieza musical junto a este idiota, pero atractivo bufón? - preguntó, esforzándose en realizar la mejor imitación burguesa posible.

-Dios, eres un total perdedor, en verdad tienes suerte de ser lindo - bromeó Steve aceptando su mano. Eddie colocó sus manos alrededor de la cintura del castaño y él acomodó las suyas sobre el cuello del rizado, mientras se balanceaban al ritmo de la música - Para ser justo, los dos somos completos perdedores. ¿Bailando en la habitación con la playlist de nuestra hija de doce años?

-Realmente somos patéticos, pero somos felices ¿no lo crees?

-Nunca he sido tan feliz como desde el instante en que apareciste en mi vida, Edd - murmuró Steve sonriendo - No tengo dudas de que eres el amor de mi vida.

-Mi esposo es tan romántico - canturreó el rizado sin dejar de sonreír, hasta que el castaño le golpeó ligeramente el hombro - Oh, cierto, esta es la parte donde yo también digo algo cursi.

-No, se acabó el tiempo - dijo Steve un poco enojado, trató de alejarse de su esposo, pero éste lo retuvo con más fuerza entre sus brazos - Edd...

-Eres mucho más que el amor de mi vida, cariño - contestó acariciando las mejillas del castaño - Eres el centro de toda mi maldita existencia, aquella luz en medio de la oscuridad, ni siquiera después de todos estos años eso ha cambiado. Y dudo mucho que alguna vez pueda hacerlo. Lo eres todo para mí, Steve.

-Maldito cursi - susurró entre lágrimas el nombrado antes de buscar los labios de su esposo.

Era un beso descuidado, sumamente necesitado, Steve siempre besaba a Eddie como si el mundo entero fuese a destruirse después, más que un deseo, era un instinto, su cuerpo nunca obtenía suficiente de Eddie, y el rizado amaba darle todo lo que su esposo quería

- Te amo tanto, idiota. Haría todo por ti.

-¿En serio? ¿Todo? - se burló Eddie.

-Todo - aseguró.

-¿Papás? ¿Hola? - la pareja se sobresaltó al ser conscientes de la voz de su hija en el marco de la puerta - Lo siento, no quería interrumpir lo que fuera que estaban haciendo... Y tampoco sabía que les gustaban las canciones de Harry, creí que sólo era una estrella pop del momento - se burló la castaña, recordando las palabras de Eddie.