Capítulo 41

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"Abby me contó sobre la jeringa de emergencia, es hora de usarla".

Si Steve hubiera sabido el impacto que sus palabras tendrían, probablemente hubiese planeado un mejor discurso, o al menos, una manera menos invasiva de soltar sus ideas repentinamente ante el resto. Una propuesta como tal no podía ser dicha tan a la ligera, no debatían sobre el lugar al que irían a desayunar o el tipo de leche que comprarían. Era un asunto serio. Y no podía quejarse de la reacción de sus amigos.

-Estás bromeando, porque no hay manera de que lo digas en serio. ¿Cierto? - Abby esperó algún tipo de confirmación de su parte, que nunca llegó - ¿Steve? Vamos, estás tardando demasiado, y no es gracioso.

-Es que no es ninguna broma - respondió con seguridad - Aún tienen esa jeringa ¿verdad?

-De ninguna manera - se negó Eddie casi de inmediato.

-¿Por qué no? Todavía conservan la jeringa, y estamos ante una emergencia - respondió como si fuera obvio.

-¿Para qué demonios le hablaste sobre eso? ¿En qué estabas pensando? - le reclamó el rizado a Abby.

-Pues no pensé que se le ocurriría querer usarlo - se defendió la chica.

-¿Podrían escucharme? No será tan complicado como piensan.

Ni siquiera contó con el tiempo suficiente para terminar de explicar su idea cuando se desató una acalorada discusión entre todos, en especial entre Eddie y él, y es que el rizado no estaba de acuerdo con seguir la idea de su novio, de por sí todo el plan del secuestro era de alto riesgo, pero ¿la última propuesta de Steve? Totalmente descabellada, él prefería optar por una idea más segura, sin embargo Steve se mantenía firme, insistiendo en que no había más tiempo.

-Estás perdiendo completamente la cabeza si es que piensas que dejaré que hagas una locura como esa - exclamó Eddie enojado - ¿Siquiera eres consciente de lo que dices?

-Sé que es arriesgado, pero lo hago porque sé que podrán con ello y confío en todos ustedes - desvió la mirada hacia el rizado para tocar sus hombros - Confío en ti, Edd.

-¡Yo no confío en mí mismo! ¿Te das cuenta de lo que nos estás pidiendo? ¿De lo que me pides? Esto es... Es demasiado, Steve.

-Estaré bien - susurró acercándose más al rizado - Todos estaremos bien. Ya casi terminamos con esto.

-Quizá con las píldoras sea menos riesgoso, con una dosis adecuada tu pulso puede bajar al punto de ser casi imperceptible y después...

-Edd - Steve lo llamó y besó cortamente sus labios - No hay tiempo para eso y lo sabemos.

-Así tuviéramos un año entero para organizar esto, jamás permitiría que tomes un riesgo tan grande - dijo con determinación, y cerró los ojos intentando evitar el dolor en su pecho por la sola idea de imaginar a Steve en peligro.

-Mi amor... - susurró utilizando aquel tono suave que era capaz de convencer a Eddie de hacer lo que quisiera.

-No - le interrumpió - No puedes pedirme algo tan grande y esperar que lo acepte.

-Lo haré por nosotros, pero necesito que hagas tu parte. Siempre tomamos riesgos ¿no es así? Tu arriesgas tu vida todos los días, y llegó el momento de que yo también lo haga.

-Yo.. Esto es demasiado.

-Por favor, por favor, mi amor - murmuró en sus labios. Las quejas del resto se hicieron más fuertes y tomó el rostro de su novio para que no desviara la mirada. Sabía que bastaba con convencer a Eddie para que el resto cediera - No. Ojos en mí, cariño, no los mires a ellos, sino a mí - le pidió y sonrió con ternura ante la mirada perdida de Eddie - Estaré en buenas manos. Es el golpe crítico que necesitamos.

DISTURBIA (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora