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Fueron solo dos semanas las que Alizel tuvo que esperar para volver a ver al Duque que la enamoró en su hogar, la Isla Paradis. En ese tiempo el futuro monarca estuvo sumamente ocupado en sus próximas responsabilidades como dirigente de su nación.

A pesar de los varios intentos que tuvo Levi por visitar a Petra, Armin lo mantuvo sumamente ocupado para que desechara la idea de volver a verla, vaya que el tiempo voló pues ahora esperaba junto a la Reina, Comandante Supremo, el líder del Culto de las murallas, comandantes de los regímenes y el mismo rubio a la Princesa Imperial.

Y claro, una muchedumbre emocionada por conocer a la mujer que los salvaría de otra de caer de nuevo en guerra. La Isla estaba ansiosa de ver a la prometida del soldado más fuerte de la humanidad.

—¿Hay suficientes soldados para que la Princesa baje? —preguntó Historia preocupada observando al enorme público que la esperaba.

No era para menos, Zackly se encargó de informárselo a toda la Isla, y no solo eran plebeyos, había incluso extranjeros que tuvieron que solicitar permisos para pisar Paradis y presenciar a la Princesa Imperial, pues alguien de la dinastía Kabáh jamás había salido del Imperio.

—No se preocupe majestad, hay los suficientes policías militares. Armin, el itinerario de hoy. —dijo Zackly admirando el enorme barco que se aproximaba.

—A partir de hoy restan tres meses y dos semanas para la  gran boda. El día de hoy es de los más importantes, pues en el castillo de Shinganshina la Princesa escogerá finalmente su sortija de compromiso. —dijo él volteando hacia Levi quien sobre todos los presentes sobresalía con su elegante traje.

—Estoy emocionada, ¿qué joya escogerá?—preguntó Historia hacia su primo y Levi solo asintió.

—Tendrá gran variedad para escoger. —murmuró él mientras el barco se acercaba cada vez más.

—Después de la selección de sortija, tendrán una entrevista. Países como el Imperio, Hizuru, Marley, algunas naciones de occidente y oriente presentarán a sus periodistas y fotógrafos para cubrir la gran noticia. —agregó Armin leyendo de su pequeña libreta.

—¿Esa gente está en Paradis?—preguntó Levi hacia Zackly y el asintió.

—¿Cómo se iba a enterar el mundo que tu compromiso era real?

Levi observó a Zackly con cierta sospecha pues su interés en su matrimonio superaba incluso el de su misma prima.

—Finalmente, habrá una cena con los altos mandos de Paradis y la Princesa para darles la bienvenida. Eso es todo para el día de hoy. —finalizó Armin y volteó hacia Levi. —Ya arribaron.

El inmenso barco del Imperio de la Luna estaba detrás del Capitán en el muelle, rápidamente comenzaron a desbordarlo y las fotos no faltaron pues eran personas del Imperio quienes hacían aquel trabajo.

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