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La mañana era fría en el Continente Marleyano por las fechas que se aproximaban, pues pronto el invierno vendría. Desde muy temprano los reyes de las distintas naciones se prepararon para su rutina mañanera y lo más importante para Levi, apresurar lo antes posible aquella caminata con la Reina Lettie. 

Ya se encontraba esperándola fuera de Palacio, vestía sus botas negras, su ajustado traje digno de un Rey y encima de este una gabardina verde delgada pero abrigadora que lo protegía del frío.

—Rey Levi. —saludó Lettie llegando por su derecha.

Volteó hacia ella para observarla en un extravagante abrigo de piel que la protegía del clima, detrás de ella iba una dama de su corte sosteniendo una sombrilla para protegerla de la poca luz del sol que había a esa hora.

Hasta ahora Levi notaba lo blanca que era la piel de ella.

—Reina Lettie —contestó él—. ¿Vamos?

Lettie ofreció su brazo, Levi lo observó recordando el protocolo y aceptó con una mueca en el rostro. Mientras caminaban aquella mujer externa iba a unos pasos atrás y la reina ahora sujetaba de la sombrilla.

—Me enteré del comportamiento de anoche de mi hermano, actúo como un plebeyo imprudente. Le pido disculpas por eso, tener un título importante con diecinueve años lo hace creer que es una verdadera autoridad.

Levi la miró de reojo, jamás dirigió la mirada hacia él mientras hablaba.

—Sus disculpas son bien recibidas.

La respuesta que recibió Lettie fue inusual y finalmente mostró que era humana, pues dejó ver una expresión de sorpresa en su rostro mientras que el de Levi llevaba una sonrisa.

—La Reina Alizel es sin duda peculiar, jamás creí que una Princesa perteneciente a una dinastía tan antigua como lo es la Kabáh, permitiese romper varias reglas de la realeza —continuó Lettie mientras seguían el recorrido por los jardines—. Incluso se arrodilla frente a plebeyos, me sorprendió bastante.

A Levi no le estaba gustando el tema de conversación.

—Alizel considera que acercarse al pueblo es lo mejor, no me molesta que lo haga. —respondió Levi nervioso por las palabras de la reina, ella se detuvo y volteó a él con una expresión que denotaba incredulidad.

—¿Usted acepta ese comportamiento?—preguntó Lettie arqueando su rubia ceja.

Levi volteó hacia la mujer que los acompañaba por detrás, ella compartía la misma cara con Lettie haciendo que el monarca se preocupara por lo que había dicho.

—Sí. Alizel siempre ha actuado de esa manera, en el Imperio era más notorio, ¿por qué debería detenerla ahora?—cuestionó preocupado.

—Porque es la pareja del Rey de Paradis, así de simple—explicó Lettie como si fuera algo bastante obvio—. Entiendo ese comportamiento en su Imperio, ahí ella era Princesa y podía hacer lo que quisiese, pero ahora que es reina ¿Lo continúa haciendo?

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