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Delicias de ambos países de origen de la pareja eran servidas, políticos de distintas naciones conversaban amigablemente con el resto del mundo, una pequeña orquesta armonizaba el ambiente y claro, todos aquellos pertenecientes al Imperio eran el centro de atención.

No había duda que la velada estaba cumpliendo las expectativas de aquellos que se esmeraron en lograr lo imposible para que el nuevo matrimonio se consolidara.

Además de realeza y nobleza, también estaban presentes los altos mandos de la Isla Paradis, miembros de Paralmento considerados como invitados especiales.

—Comandante Hange se nota relajada. —habló Armin detrás de ella, mientras sostenía una copa de champagne en su mano.

La comandante sonrió y asintió pues no solo Levi y Alizel eran pareja oficialmente, sino que también obtuvo un regalo por parte del Imperio.

—Marley y Paradis están en paz, ningún imperial se opuso a la boda durante la ceremonia e incluso hicieron uno de sus rituales matrimoniales. —murmuró Hange quitándole la copa a Armin—Puedo tomar un descanso hasta el siguiente paso del plan mientras disfruto del regalo de su majestad imperial.

—No sabía que el siguiente paso sería tan pronto, además ¿Cuál regalo?—preguntó el rubio desconcertado.

—Una pequeña dosis de la sagrada sangre Kabáh para calcular la fuerza de los herederos con mis experimentos. —contestó Hange con obviedad—Después de eso, todo estará asegurado, será más fácil calcular qué tan fuerte será el hijo de los más fuertes.

La vista del asistente del Rey se dirigió de los recién casados hacia la familia de la Princesa Alizel. De alguna forma eran parte de la fiesta, pero también dejaban en claro que no tenían interés por esta misma, al final no fue agrado de ninguno la manera en la que la boda se realizó.

—No creí que se apresurarían tanto al segundo paso. La boda fue demasiado para Levi y Alizel. —murmuró Armin incómodo.

—Yo tampoco lo creí, pero ahora que Kenny es miembro del Parlamento, ha logrado persuadir a Zackly para insistirle a la Reina. —contestó Hange observando a la novia con atención, Armin siguió su mirada e hizo lo mismo.

Realmente era imposible no hacerlo, la Princesa Alizel se veía mucho más que hermosa para el día de su boda. Oficialmente ahora era la Princesa de Paradis, desplazando a Historia, y la  primera Princesa del Imperio, además de ser sangre directa del linaje Kabáh, en convertirse en Princesa de otra nación.

Sobraba decir que aquellos extranjeros que asistieron a la boda fue para poder contactar con la familia Imperial y claro, acercarse a la futura Reina de Paradis. El antiguo enemigo número uno de la Isla yacía a algunos metros lejos de ellos, siendo de los pocos, junto a Tybur, en despertar el interés de los Imperiales.

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