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Marley, Villa Real de Liberio

El atardecer de ese día sería memorable siempre para el Rey Levi. Después de cuarenta días en Marley, diferentes juntas, reuniones con cancilleres, ministros, Parlamento y el mismo Rey de la nación, había logrado concluir el tratado de paz con el Continente Marleyano.

—Me es grato que la resolución haya resultando pacífica, majestad. —dijo Armin con una sonrisa, pues en menos de dos semanas regresarían a la Isla, devuelta a su hogar.

—Logré que Marley ofreciera la paz, jamás creí que nos libraríamos de la guerra. —admitió Levi tomando su té como acostumbraba.

—Después de varios sacrificios, esto ha sido un gran logro, majestad. —aduló Armin tomando finalmente un respiro—¿Le informará pronto a Parlamento?

—No. Quiero primero asegurar el tratado, hasta entonces no avisaré de nada. —contestó Levi continuando con su té tranquilamente.

—Majestad. —llegó Roeg con una reverencia detrás de ellos—Tengo informes urgentes de la Isla Paradis. Es sobre el bienestar de la Princesa Imperial.

Levi dejó con cuidado su taza de té sobre la mesa, volteó con furia en los ojos hacia Roeg, pues hace más de tres semanas le había solicitado que lo comunicara con ella.

—¿Cuál es la situación con Aliz?—preguntó Levi, Armin igualmente prestaba atención a lo que Roeg estuviese apunto de decir.

—El Comandante Nile fue informado por la servidumbre de la cocina del Castillo que la Princesa se ha mostrado indispuesta en sus distintas horas de comida. Igualmente detuvo sus sesiones de estudio con Kirstein, se retiró de sus entrenamientos y son varios días en los que no sale de su habitación. —contó Roeg preocupado por la reacción del Rey.

—¿Indispuesta? ¿Qué quieres decir?—preguntó Levi confundido.

—La Princesa ha dejado de comer desde que partió, majestad. Ha comido muy poco o no come, tiene problemas con la comida. —contestó Roeg nervioso.

—¿Problemas alimenticios?—preguntó Armin sorprendido—No mostró eso antes, en el Imperio comía bastante bien...

—Lo poco que come lo regresa a el escusado, majestad. —informó Roeg serio, Armin y Levi alzaron su rostro a él en cuanto habló.

—Creí que dijiste que comía poco. —dijo Armin preocupado mirándolo—¿Ahora dices que eso poco que come lo devuelve?

—Todo este tiempo, ¿Alizel no ha salido de su habitación?—preguntó Levi levantándose de su asiento después de analizar las palabras del oficial, Roeg retrocedió.

GOD SAVE THE QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora